Lo que verdaderamente lamento de esta película es su desacertado guión. Poseía todos los ingredientes para triunfar y convertirse en un musical de culto, y por desgracia se quedó en nada.
Para la mayoría de los críticos de música, el Sargento Pimienta es el mejor álbum de música Pop de todos los tiempos. Ya teníamos un excelente ingrediente. La participación de Peter Frampton, los Bee Gess, Alice Cooper, Billy Preston, Aerosmith, Earth, Wind and Fire etc., nos daba a entender que este iba ser una película musical sin parangón. Y pese a todo lamento decir que me aburrí. Tantos ingredientes buenos pero que Michael Schultz no supo aliñar adecuadamente y gran parte de culpa la tiene el guión de Henry Edwards. Lo peor de todo es que nadie se ha atrevido realizar otra película con este magnifico álbum.
Afortunadamente Julie Taymor si que supo realizar, treinta años después, un trabajo magistral con la música de los Beatles en Across the Universe, y un excelente recorrido por la crónica política y social de los años 60.

Excelente película basada en hechos reales, y tan literalmente que la vida y sufrimientos de Bobby quedan relegados a un segundo plano, en beneficio de quien afligió su dolor; su madre.
Este es el único pero que le achaco a la película, la descentralización del vía crucis de Bobby Griffith en beneficio de su "verdugo" y que aquí se nos presenta como una mártir mas.
Lo siento señora Griffith, y comparto su dolor, pero todo aquello que le motivo para comprender la muerte de su hijo, le debería haber motivado para entenderlo en vida, y hoy seguramente estaría vivo.

Shem es el relato de un viaje en busca de las huellas de sus antepasados, pero asimismo, a medida que va encontrando esas huellas, nuestro protagonista, se va reencontrando a si mismo. No se trata de un viaje hacia el interior, ya que no se plantea o cuestiona su diversidad sexual en función o relación a sus orígenes, sino que va fluyendo de una forma muy natural. Hay escenas que siempre perduran en nuestra memoria. Por poner un pequeño ejemplo, aquel cruce de piernas de Sharon Stone en Instinto Básico. A mi modesta opinión aquí sucede una escena digna de pasar a los anales, y es cuando se traviste. El joven Daniel sufre una verdadera metamorfosis, no es que pase de hombre a mujer, además lo hace de crisálida a mariposa.