Aunque me parezca increible,con los dedos de una mano se pueden contar las películas con lo que me ha pasado esto,no pude acabarla (la película,se entiende).Resulta que el exgobernador de California envejece hasta siendo un T-800,joder,qué mala suerte,ser robot y envejecer,si Asimov levantara la cabeza.La película intenta reinventarse y dar un giro argumental en una espiral de déjà vu en bucles infinitos.Igual alguien encuentra ingenioso este tipo de maniobras para querer hacer de lo de siempre material inédito,o por lo menos no repetitivo,desde luego para quien funciona sin apelativo alguno es para la industria.Fracaso total en todos los sentidos.Evidentemente como todo blockbuster que se precie y de actualidad,buenos efectos especiales,qué menos le vas a pedir a una película en estos tiempos y con esos presupuestos.Pero también he de decir que tienen menos acción que la fiesta de cumpleaños de Bambi y eso que todo son robots y nuevos tiempos.Pero es que llega un momento en que da un poco hasta de vergüenza ajena el sentirte estafado por ver lo mismo aderezado con un poco de especia exótica,como para darle nuevos sabores.

En fin,una película de ciencia ficción sin acción,argumento al estilo "hoy me fui de fiesta y ahora que llego escribo algo",malos actores y peores robots.

Cómo puede resultar una película de zombis sosa, aburrida, sin ningún interés y, lo mejor, desde el primer minuto de película. Joder, y encima el p*** Bill Murray, la cosa más inexpresiva y ridícula de actor. Pues eso, hay poco más que decir salvo que no tiene gracia en ningún momento y no es porque sea una nueva visión de nada, ni una película que experimente con nada, ni nada de nada. Solamente es ridícula sin más hasta como he leído por ahí en algún comentario, llegar a dar vergüenza ajena. Eso sí, la película dura hasta cuando la quitas, esa sensación de haber podido salvar algo de tu tiempo , porque encima es larga para ser una comedia de terror, que ni es comedia ni de terror. No recuerdo cuando fue la última vez que no terminé de ver ua película. Y mira que soy fan de Troma y toda la serie z de terror. Pero esto.... puffff

Ya estamos que si de la renta vive el jubilado. Que me perdonen todos los seguidores del gran Clint, pero es una película infumable de principio a fin, y no por tiempos pasados mejores hay que ver esta película con los ojos de la benevolencia "fanática" del seguidor de turno, entre los que me incluyo a mí. A pesar de estar basada en hechos reales ninguno de los diferentes frentes de la película dice absolutamente nada ni resultan eficaces: ni la historia del contrabando, ni la de la familia y, ni mucho menos, la de la investigación policial.

La parte central, comandada por el vetusto Eastwood carece de chispa o cualquier otro tipo de senimiento aplicable a una historia que se supone entre sincera, divertida, amable y emocionante. Una serie de secuencias de viajes arriba y abajo que no aportan ni un ápice de emoción o expectativas de ningún tipo. Muchos minutos de metraje de viajes baldíos en cuanto a mensaje, ni siquiera como mera distracción, no sugieren nada y enseñan menos. No hay ninguna actuación estelar de Clint, tampoco hay nada mucho más que pasable en su personaje y, es que en realidad, no tiene mucho que contar.

La historia familiar hace aguas por todos sitios y nos lleva a que uno bostece a cada momento. Dramas y confrontaciones con el "viejo" por no haber atendido a la familia y discursos mojigatos y sensibleros que quieren dar a la película el toque más emocional y dramático y lo que consiguen es que uno se tenga que tapar la cara de vergüenza ajena, por Dios, Clint, hubiese preferido a Harry acabando con la familia a golpe de Magnum 45. Ni siquiera hay algún papel dentro de la familia que se pueda considerar bien interpretado, aunque fuese por salir del paso.

Por último la parte correspondiente a la investigación policial. Parece estar metida con mucho esfuerzo y con calzador, simplemente porque forma parte de la historia y hay que contarla, pero con desgana y muy poco mérito, como si hiciese de puente entre las otras dos partes temáticas en la película. No existe la más mínima tensión ni acción, es todo como apocado y estéril, personajes de relleno que, si bien no tienen importancia en el epicentro de la película, no dejan de hacer unos roles fríos e indolentes restando, aún si cabe, más interés al conjunto.

Resumiendo, con "Gran Torino" habría tenido una muy digna y buena retirada.

Espectacular en todos las aspectos que puedas desglosar de una película.Personajes elaboradísimos que se ciñen como anillo al dedo a los descritos en la novela de Mario Puzo.Cuando te sientas a visionarla (de nuevo,por enésima vez) te quedas pegado al sillón y solo quieres que la historia avance,pero despacio,con cautela,sin dejar rastro,que se vaya internando en tu espíritu y te veas involucrado en un mundo tan corrupto y violento que te den sacudidas eléctricas con cada orden del Padrino.Es esta obra,maestra del género y de cuantos otros tantos pueda haber.Porque abarca muchos de ellos y en todos ellos se mantiene excepcional,con tensión y con drama,con acción y con pasión,con crímenes y con historias de amor,amor ordinario y sobre todo amor de familia.Tiene esta película,por ponerle un pequeño pero,esa invitación a ponerte de parte de algunos de los criminales que salen en ella,con abundancia,llena de corruptos y buscavidas,mercenarios y traficantes,pero enfrentados entre ellos para conservar sus negocios y sobre todo,sus vidas.Y creo que no seré el único que sienta cierta simpatía por Michael o el Padrino y me posicione del lado de la familia Corleone a pesar de todos sus actos inhumanos y de falta de escrúpulos que demuestran todos los integrantes de este mundo que es la mafia.La película goza de todo lo puramente técnico en cuanto a fotografía,montaje,producción,localizaciones...como de lo artístico.Horas que pasan como suspiros al ritmo de Don Vito,esperando cualquier desenlace en el frenético sinvivir de personas amarradas por un pasado,un presente y un futuro con grandes condicionantes que no los dejará ni ser libre ni respetar la libertad.

Grandísima,¿capisci?

porque te puedes quedar con la miel en los labios, como ha sido el caso. Todos a una como en Fuenteovejuna por parte de los críticos "profesionales", no sé si para demostrar como todos denostan la corrupción y hacer de "bienqueda" con una película que denuncia, para mí, de manera errónea, un aspecto de la política y la sociedad española, aunque en cualquier sitio cuecen habas, bastante deplorable. Creo que para aquellos que no pertenezcan al partido referido, que aunque no se hable directamente de él, está claro qué partido es, al igual que se representa claramente esos medios de comunicación con logos verdes y presentadora cansina de ideologóa tal, le gustará más que aquellos que voten al partido podrido y mal oliente susodicho.

Y es que la película se me antoja muy superficial en todos los aspectos; en lo referente a la corrupción que trata, personajes, trama caprichosa y forzada, por no hablar de la última parte de la película, la que se supone más tensa y con más acción, nada creible y con momentos, por llamarlos de alguna manera, estúpidos. Y esa escena final, totalmente prescindible y que baja unos pocos de puntos la valoración. Porque, digo yo, toda la escena del chalet en Andorra no entra ni con calzador, desde el primer momento entra la película en el bucle de ineficacia y falta de verosimilitud, rayando lo absurdo y pareciendo más bien un relleno de pavo. Pero es que, el final de la película, es como si alguien te explicase un chiste, como si el director pensase que igual no te has enterado de lo que te ha querido contar durante dos horas y lo pretende hacer él, en formato moraleja, dando su opinión personal pero en boca de dos actores que no se creen ni ellos lo ridículo del momento.

No sé por qué se empeñan los críticos en comparar películas españolas con grandes obras extranjeras, no sé por qué ese complejo de que no se han hecho en este país grandes thrillers o películas políticas interesantes y hay que convertir alguna como sea, no sé por qué precipitar y forzar la entrada de una película al olimpo de las grandes obras, porque, si no lo es, allí va a hacerse notar, pero igual que se hace notar un mojón en una bandeja de oro.