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España España · Sevilla
Críticas de Macondina
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Críticas 28
Críticas ordenadas por utilidad
8
4 de enero de 2015
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
“1984” (Nineteen Eighty-four), película británica basada en la novela homónima de George Orwell, nos muestra, mediante una ficción distópica, un mundo que puede resultar aterrador. No teniendo gran repercusión en el reparto de galardones de su año, lleva a la pantalla uno de los grandes libros de la literatura del siglo XX, mostrándonos una crítica hacia un modelo de Estado fruto de un contexto muy determinado (mediados del siglo XX). Con Michael Radford en la dirección, plantea al espectador una profunda reflexión sobre el papel del individuo frente al todopoderoso Estado, mostrando la dimensión psicología del oprimido (Winston Smith, interpretado por John Hurt) y los mecanismos de control social que son necesarios para mantener una cosmovisión colectiva que no ponga en riesgo la continuidad de las estructuras del Estado, el cual controla la vida en el territorio en el que se desarrolla su poder.

Nos presenta una sociedad dominada por un Estado totalitario planificador en la economía, que para poder desarrollar sus funciones necesita ejercer un control total de toda la información y sobre todo, necesita controlar la oposición. Esta tendencia represiva sobre la esfera individual por parte del Estado totalitario se ha podido comprobar durante toda la historia contemporánea europea. Con fines didácticos, Orwell va a llevar su queja contra el totalitarismo mediante la escenificación de mecanismos represivos llevados a su máxima potencia, creando al Gran Hermano y al INGSOC, los cuales se presentan como instituciones que como un cáncer expanden su alcance a todos los niveles y esferas de la vida social y política.

De estos mecanismos y/o fenómenos podemos destacar:

COMPOSICIÓN SOCIAL: Esta sociedad tan altamente controlada se encuentra segmentada en dos grandes grupos Proletariado, asimilados a animales que no gozarán ni de las más mínima seguridad frente a terceros o frente al partido; o miembros del partido (INGSOC), los cuales serán los “ciudadanos” reales que gozan de la máxima libertad posible (dentro de un marco en el que la vigilancia al individuo es extrema y aceptada, aunque de mala gana en algún caso). Esta segmentación actúa como método de control sobre los miembros del partido, que tenderán a incluso estar agradecidos con su condición al conocer de cerca las consecuencias de ser un prole.
Cabe destacar que dentro del partido en sí, no hay homogeneidad de status, viendo una gran masa formada por el “partido exterior”, el “partido interior” constituido por las elites decisorias del partido, y “gran hermano” como líder supremo.

“-Es reconfortante pensar que en el año 2050 ni un sólo ser humano podrá tener una conversación como ésta.

-Excepto los proletarios.

-Los proletarios son animales, no cuentan.”

-Neolengua y organización social.

Neolengua y organización social.

LA POLICÍA MENTAL Y CONTROL MENTAL. Tal es el control necesario para que el Gran Hermano pueda pervivir que el libre pensamiento se considera un crimen, estas estructuras totalitarias castigan cualquier forma de disidencia, como en otros regímenes totalitarios de los que hemos sido testigos, pero aquí el INGSOC va más allá en esta distopía futurista, haciendo uso de todas sus herramientas castiga con la eliminación a todos los que en algún momento cuestionan al partido.
Uno de las consecuencias o causas del control mental se hace patente en el cambio del lenguaje, tal es el control establecido que el lenguaje va a cambiar para adaptarse a las exigencias del partido. El lenguaje es algo fundamental, es reflejo de nuestras concepciones y esquemas de pensamiento, y, recuerden, lo que el lenguaje no recoge, no existe.

“La revolución se habrá completado cuando el idioma sea perfecto.”

- Neolengua

VIGILANCIA EXHAUSTIVA, CONSTANTE Y TOTAL. Todo está conectado mediante un sistema de vigilancia integral que hace posible controlar los movimientos, actuaciones o prácticas realizadas en la intimidad, reduciendo la esfera privada del individuo a su más mínima expresión.
ELIMINACIÓN DEL ORGASMO Y DE LA FAMILIA. Esta vigilancia completa, esa adecuación obligatoria al modelo fijado, se completa con la eliminación del placer sexual y la planificación de la reproducción, como medidas para seguir aislando al individuo, de manera que no se cree ninguna esfera particular ajena al partido, nada puede escapar a su control.
DESTRUCCIÓN DE LA HISTORIA. Quizás esto sea de las cosas más comúnmente manipuladas en la historia del ser humano, quizás (sólo quizás) en la realidad no se haya producido nunca en unas proporciones tan “épicas” como en el caso de la sociedad proyectada por Orwell, pero creo que el concepto de que “la Historia la escriben los vencedores” les será familiar. Aquí todo vestigio pasado de que otra sociedad es posible se elimina del imaginario colectivo, el pasado es un cuento que yo te voy a contar.
“Quien controla el presente controla el pasado y quien controla el pasado controlará el futuro.”

– Destrucción de la Historia.

Tanto física como psicológica, estos regímenes se nutren del miedo.
MINUTO DE ODIO. Escena inicial de la película, donde con el impacto inicial nos abre las puertas a este mundo con uno de sus exponentes públicos de control más visible. Mediante la proyección de un video sobre un disidente se reúne a toda la comunidad para “luchar” por quien es el que más a raja tabla lleva los valores del partido y quién es el que más criminaliza al opositor. Aprovechando la tesitura, los miembros del partido con poder podrán calibrar si hay entre los que allí se reúnen disidencia en función de su actitud y su respuesta.

https://cinemasticas.wordpress.com/2014/10/10/1984/
Macondina
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8
4 de enero de 2015
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película de Sidney J. Furie es mi recomendación personal para vosotros, ya que como aficionada del cine de terror me parece una de esas películas que se van quedando olvidadas en el tiempo sin justificación.

Esta historia sobre entidades invisibles, como pasa con muchos otros títulos de este género, parten de la idea de que, supuestamente, están basados en hechos reales, así pues, se basa en la historia “real” de Doris Bither, contada en la película a través de la vida de la madre soltera Carla Moran, que afirmaba ser víctima de agresiones, incluso de índole sexual, por parte de una entidad invisible, hechos que siguieron ocurriendo hasta su muerte por cáncer en 2006.

Carla Moran (Bárbara Hershey) es la protagonista de una historia que relata los abusos recibidos por parte de este ser de otro mundo, conocido en la mitología como súcubo, y la ayuda, o falta de ella, que recibió por parte de la comunidad psiquiátrica y parapsicológica. Muy interesante me parece el tratamiento que recibirá por parte de médicos y científicos por el hecho de ser una mujer, madre soltera, y ante la inflexibilidad de la ciencia ante fenómenos que no puede cuantificar, y por tanto sistematizar.

Este título, profundiza en lo sobrenatural sin perder de vista el punto de vista científico, entre estos dos mundos, Carla buscará de cualquier manera posible, el cese de estos ataques. Para todo aquel interesado en el género de terror, esta película ofrece una historia compleja que nos hará conocer la historia de una discriminación, dentro de una trama que intentará ofrecernos una visión diferente al del resto de películas sobre entidades sobrenaturales.

https://cinemasticas.wordpress.com/2014/10/31/especial-halloween-2014/
Macondina
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8
4 de enero de 2015
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace 25 años que este premio le fue conferido a Camilo José Cela, y un escritor de su importancia en la literatura española no podía quedarse fuera de la ronda de homenajes de esta semana. Para adaptar su trabajo a nuestro formato, hemos elegido honrarle a través del análisis de la adaptación cinematográfica de una de sus novelas más conocidas: La colmena (1951), cuya redacción y edición se vieron salpicadas de graves problemas debido a la censura del régimen franquista. La película de igual nombre fue estrenada en 1982 bajo la dirección de Mario Camus y con el gran trabajo de José Luis Dibildos en la adaptación de la novela al guión. Cela dejará su huella en la película a través del papel de Matías.

Demasiado nos ha tomado recomendaros una muestra de los grandes clásicos del cine patrio, pero no será esta la única ocasión. Este film nos muestra la vida cotidiana del Madrid de 1943, durante la postguerra, usando como hilo conductor el destino incierto de los hombres, tratando otros temas secundarios como el recuerdo de la guerra, la doble moral, la miseria, el sexo, el miedo, la represión o la angustia existencial. Esta adaptación del guion por parte de Dibildos brilla por sí misma y por la propia trayectoria de su autor, y es que Dibildos es considerado el inventor de la tercera vía, un estilo de hacer cine en el franquismo que pretendía eludir la censura, sobre todo en los años setenta, de entre sus trabajos también podemos destacar sus comedias por la fiabilidad de la representación de la cotidianeidad de la España franquista, buen ejemplo podría ser “Españolas en París” (1975). Por su trabajo en la película, también adoptando las labores de producción, recibió el Oso de Oro en el Festival de Berlín de 1983.

Mario Camus, el director, por su parte pertenece a la generación del Nuevo Cine Español, que representa una renovación de la cinematografía nacional, impulsada por un realismo crítico influenciado por la Nouvelle Vague francesa. Fue elegido ganador del Oso de oro en el Festival de cine de Berlín en 1983 por La Colmena y obtuvo el Premio Nacional de Cinematografía en 1985, recibiendo el reconocimiento de la Academia española con el Goya de Honor de la Academia en 2011, a toda su labor cinematográfica.

Tras la dictadura, la apertura democrática producida a partir de 1975 supondrá el final de la censura, dándose nuevos aires de libertad que se verán reflejados en la actualidad cinematográfica mediante propuestas de muy diversa naturaleza, será en este contexto donde se ruede “La Colmena” (1982). Además de tener en cuenta su contexto, hay que tener por delante que no es una película, ni una novela, de estructura clásica, si como tal entendemos que tiene planteamiento, nudo y desenlace. No hay un único protagonista que persiga un objetivo, se enfrente a las dificultades de alcanzarlo y al final lo consiga. La novela en la que se basa el film tiene una estructura abierta, sin argumento ni desenlace, en la cual hay multitud de personajes que ofrecen pinceladas sobre su vida; es lo que se ha llamado una estructura caleidoscópica. Mario Camus sigue esta estructura consiguiendo que la cámara retrate la vida cotidiana de todos ellos, unidos en torno a un único espacio protagonista: el café donde coinciden. El argumento se basa en el retrato de esta amargada y repetitiva vida cotidiana de los personajes durante tres días en la postguerra madrileña.

En cuanto al reparto, mencionar que recoge a un elenco de actores y actrices muy variado y de alta calidad, encontrándonos a personajes de la talla de José Luis López Vázquez (Leonardo), Antonio Mingote (hombre de luto), Victoria Abril (Julita), la también cantante Ana Belén (Victorita), José Sacristán (Martín Marco), Antonio Resines (Pepe el Astilla), Concha Velasco (Purita), Mary Carrillo (Doña Asunción) o Luis Barbero (Pepe).

Cerrando este comentario, merece la pena señalar el palmarés de la obra, y es que a parte de los galardones ya comentados, la película recibió el reconocimiento del Festival Internacional de Cine de Berlín con el Oso de Oro a mejor película; el Fotogramas de Plata al mejor actor por la actuación de José Sacristán; el reconocimiento de la ACE (Nueva York) en cuanto a mejor película, mejor actor para José Sacristán, Rafael Alonso (Julián Suarez) como mejor actor de reparto, y María Luisa Ponte (Doña Rosa) como mejor actriz de reparto. A esto hay que sumar una extensa lista de reconocimiento otorgada por el Círculo de Escritores Cinematográficos.

Esta película aborda un tema más cercano para el público español, una desidia y una miseria que para muchos de nosotros sólo es un recuerdo de historias contadas por nuestros abuelos o padres, es por eso que vuestra opinión, como protagonistas de la historia de este país es crucial, sobre todo por la perspectiva del paso del tiempo que avala vuestra visión. ¿Qué opináis vosotros?

Cinemásticas, haz hueco en tu calendario.

https://cinemasticas.wordpress.com/2014/10/19/la-colmena-1982/
Macondina
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8
4 de enero de 2015
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
La comedia, en general, es un género poco reconocido por la crítica, pero no por ello menos complejo y heterogéneo. No a todos nos hacen reír las mismas cosas y en cierta medida, lo que te hace reír te define, así en este género podemos ver títulos como “Dos tontos muy tontos” (recomendada hace un par de semanas) o la película que hoy nos trata. Para hacer reír hay que tener una especial “sensibilidad”, y de vez en cuando un genio se eleva y consigue los medios necesarios para hacernos llegar su obra, este es el caso de Mel Brooks, sea quien sea el responsable de haberle creado, ¡gracias!

Si tenemos en mente películas como “Dos tontos muy tontos” (impulsora de una escuela de comedia “más fácil”), y vemos “El Jovencito Frankenstein” (1974), podemos ser conscientes del amplio abanico que incluye este género y apreciaremos el genio de Brooks y Wilder (guionistas de la película), descubriendo que la comedia también puede crear titanes del cine.

Aprovechando el 40 aniversario de su estreno en la gran pantalla, queríamos recomendárosla y así poder volver a verla y poder compartir con vosotros otros estilos dentro del género. Y es que, si habéis visto más películas cómicas de la época estaréis familiarizados, contando con el genio (interpretativo y creativo) de Gene Wilder o Marty Feldman (como un grandísimo Igor) las risas están en bandeja.

Partiendo de la historia del Dr. Frankenstein de Mary Shelley, nos proponen una divertidísima comedia que narra la vida del nieto del doctor, también dedicado a la medicina. Pero para él, su apellido, envuelto en tanto misterio, es un lastre y le impide progresar como el científico serio que cree ser. Esta lucha personal por escapar de su propio nombre (se hará llamar Dr. Fronkenstin) dará un giro cuando le llegue la noticia de que ha heredado las propiedades de su abuelo en Transilvania, y las posibilidades de conocer mejor su misteriosa obra le acabarán llevando a este lejano país.

A partir de esta premisa, seremos testigos de situaciones escalofriantemente cómicas que llevarán al Doctor a abrirse a otros ámbitos de la ciencia que antes había repudiado. Tomando todos los elementos típicos de una película de terror en clave de humor, la historia consigue hacernos reír en medio de contextos reservados al miedo.

- Podría ser peor, podría llover – Igor.

Esta parodia no sólo se queda con la historia clásica del doctor y su monstruo, es en sí un homenaje a “Frankenstein” (1931), versión cinematográfica de este clásico del horror producida por los Estudios Universal. Desde el uso del blanco y negro para transportarnos a otros tiempos en el cine, hasta la reutilización de multitud de piezas de attrezzo de la original que forman el laboratorio, todos estos elementos forman parte de este guiño meta, tan de moda hoy en día, que el autor realiza a la historia del propio cine.

Sus personajes son inolvidables e imprescindibles para entender su éxito, desde el divertidísimo papel de Gene Wilder como el joven Dr. Fronkenstin, quien se mueve entre lo oficial y lo oculto que tan vinculado está a su nombre (ya en lo científico, o en lo más personal); hasta el a medias divertido a medias repulsivo Igor (Marty Feldman), que hará las delicias del espectador sobre todo en su papel de pareja cómica del Dr.; pasando por la criatura, interpretada por Peter Boyle.

No podemos ocultar que esta película nos encanta, pero a nuestra opinión no le faltan respaldos. Tanto crítica como público han alabado su calidad, en este sentido, el AFI la incluyó en su lista de las “100 películas americanas más divertidas de todos los tiempos” en uno de los primeros puestos. Si esto os parece poco, la crítica más institucionalizada americana la reconoció como película “culturalmente relevante” y una copia de este título se encuentra conservada en la biblioteca del Congreso norteamericano.

Antes de acabar, me gustaría compartir con vosotros una reflexión, y es que este genio de Brooks tiene que ir en el ADN, su hijo, Max Brooks es el autor del libro “Guerra Mundial Z”, repito del LIBRO, no de la horrible adaptación al cine que Brad Pitt se empeñó hacer. Si la temática zombie os gusta o si teneis curiosidad por la trayectoria de esta familia, este libro os lo recomiendo personalmente, pero si habéis visto la película ya, borrad todo lo que sabéis de la historia antes y disfrutad de una muy innovadora manera de mirar al tan popular fenómeno zombie. El libro brilla por su originalidad, no hay un personaje protagonista como tal y nace como un estudio a posteriori tras el apocalipsis zombie. Bueno, poco tiene que ver con la película, pero no podía dejar de compartir esto con vosotros.

Cinemásticas, haz hueco en tu calendario.

https://cinemasticas.wordpress.com/2014/12/16/el-jovencito-frankenstein-1974/
Macondina
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8
4 de enero de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para comenzar este particular viaje a través del cine queríamos compartir con todos vosotros una importante efeméride del día 2 de octubre. Se considera el día internacional por la no violencia, en conmemoración al cumpleaños de una figura que levantó la voz para narrar los horrores de la violencia y la opresión de unos seres humanos sobre otros en la India colonial del siglo pasado, Mahatma (alma grande en hindi) Gandhi.

Os presentamos así la recomendación de hacer un alto en el día de hoy y disfrutar de la película ganadora de 8 premios Oscar protagonizada por Ben Kingsley, con cameos interesantes como el de Daniel Day-Lewis, que retrata la historia de este personaje a modo biográfico, permitiéndonos acercar un poco más tanto a la figura política como al hombre.

Nacido en el seno de una familia adinerada de la India británica tuvo la oportunidad de formarse en Londres desde joven, completando los estudios en Derecho. Fue en su viaje a Sudáfrica donde sintió en su piel la discriminación por tener un origen, un color de piel y una religión diferente, lo que le movió a comprometerse contra el “odio racial” iniciando un camino como activista político que terminaría convirtiéndole en pieza clave en la política independentista de la India a mediados del s. XX.

A través de este personaje histórico, podemos hacer un repaso a la Historia colonial británica, transportándonos a una época no muy pasada donde se sembraba el germen de problemas actuales como las tensiones entre hindús y musulmanes en el subcontinente indio, o las disfunciones políticas en países que tienen su independencia desde hace menos de 100 años. En este contexto, Gandhi fue un hombre que miró desde una perspectiva humana esos problemas entre personas, cuestionándose su legitimidad y haciendo reflexionar a sus convecinos sobre la realidad y la atrocidad de sus actos de reivindicación. Desde la altura moral y espiritual que alcanzó, intento usar su autoridad para parar la muerte y el odio que se estableció entre la población autóctona frente al poder británico y sus estructuras y en segundo lugar entre hermanos, entre hindús y musulmanes.



Usando la India como trasfondo de esta película, se consigue una fotografía muy colorida y realista que retrata los contrastes entre riqueza y extrema pobreza y la diversidad natural del entorno. Ronnie Taylor y Billy Williams, directores de fotografía, realizan una gran labor ofreciéndonos imágenes que bien podrían pertenecer a cuadros de la época victoriana.

Tampoco podemos dejar de destacar la labor del John Briley en el guión. Durante toda la película nos invita a reflexionar sobre la reivindicación política gandhiana mediante grandes frases que se convierten en resumidas lecciones morales sobre el trato que los seres humanos nos damos los unos a los otros. Ni tampoco podría pasar por alto la labor de Lord Richard Attenborough en dirección, el cual puede que os suene por su dirección en otras películas como la británica “Chaplin” (1992) o por su papel en “Jurassic Park” (1993) como el doctor John Hammond (hombre prolífico como Troy McClure ;)).

Por último, hay que aplaudir el profundo cambio que Ben Kingsley va sufriendo, retratando la vida austera y de ayuno como acción política que llevó el personaje, a parte del profundo parecido físico que ambos guardan.

¿Y vosotros qué opináis? ¿Qué otros aspectos destacaríais? A nosotros, que aunque conocíamos al personaje no habíamos tenido la oportunidad de conocerle en profundidad, nos dio mucho que pensar sobre la violencia y el horror del odio, ¿os ha hecho reflexionar su mensaje?

https://cinemasticas.wordpress.com/2014/10/02/datatextmce-internal/
Macondina
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