Hay listos que creen que la perfección absoluta es inalcanzable (salvo para Dios). Será por eso que sienten placeres semiorgásmicos cuando consiguen encontrar el argumento para poner en tela de juicio una obra maestra como ésta.

Y no puede haber nada más perfecto en el arte (o el cine) que un hombre que pone el alma entera en su obra, con el único fin de hacer llegar lo que considera imprescindible: Libertad, amistad, amor. Sin trucos raros ni efectos especiales, al más puro estilo costumbrista, con tintes de cine clásico y cierta denuncia social.

Quien la considere aburrida no tiene dos dedos de frente. Quien la considere cursi no tiene alma.

Me sorprenden las críticas que he visto de esta película. Es extraño lo que ocurre en este país a la hora de valorar películas sobre la guerra civil. En cualquier caso, sin duda es una pelicula necesaria, aunque los progres bienpensantes de la rosa roja se aprovechasen de ella.

A los críticos: Sois basura deshumanizada incapaz ni por un momento de abandonar prejuicios formales o ideológicos. No se como tenéis la poca vergüenza de poner por los suelos una película como esta. Practicaís vuestra pedantería bien amarrados a los medios que os encubren. Esta historia aún resuena por las calles de Madrid. No creo que vuestro mimado Forrest Gump o los pintamonas de los Corleone no creo que hayan arrancado tantas lágrimas como estas 13 mujeres. Aunque seguramente la razón de vuestra dureza sea que no os sentís ni por un momento identificados, ya que sois auténtica escoria.