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Críticas de Manu Álvarez
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Críticas 20
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
4
1 de marzo de 2013
3 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Han pasado algunos años desde que terminara ¿felizmente? el cuento de los hermanos Grimm. La nueva versión de las vidas de Hansel y Gretel se ha cruentizado y llenado de sangrientos triunfos a costa de pobres brujas pirujas...

La traumática experiencia de Gretel (Gemma Arterton) y Hansel (Jeremy Renner) en su niñez no fue fácil de asimilar, pero por suerte para ellos salieron victoriosos y aquella primera bruja a la que dieron muerte asándola en un horno viejo se convirtió en la primera de muchas otras a lo largo y ancho de un muy bien ambientado siglo XIX postmoderno.

Ahora, los hermanitos se dedican profesionalmente a la caza de brujas y sus servicios son requeridos aquí y allá. La prensa de la época se ha hecho un enorme eco de ellos hasta el punto de que se han convertido en estrellas del rock... (del rock de la época, claro).

Las brujas malas del mundo están hartas de esta osada pareja de matones formada por Hansel y Gretel, muy chulitos ellos y seguros de sí mismos. Pero pronto llegará la fecha indicada para finalizar el conjuro que las convertirá a todas ellas, feas y malísimas, en invencibles brujas malolientes a costa de unos cuantos niños y de algún que otro órgano vital de la bruja blanca adecuada.

Y hasta aquí se puede contar más o menos, pero se puede profundizar en otros aspectos de la narración como son las matanzas y apaleamientos gore que se suceden durante toda la peli: mogollón de carnaza, sesos y sangre muy del gusto de los seguidores de caza-vampiros y revienta-cabezas de esos tan ideales para el esparcimiento del cerebro de turno en 3D.

Una película entretenida con unos actores frescos y ágiles que facilitan el visionado, con un guiño especial a los diabéticos, pues Hansel, héroe de la cinta, padece ‘la enfermedad del azúcar' por culpa del empacho de dulces y caramelos que se dio de niño por culpa de aquella bruja maldita.

A lo largo de la peli, los personajes deberán superar un par de traumas y comprender algunas lagunas de su pasado que, sin duda, han intervenido decisivamente en su manera de entender el mundo.

No es una peli para niños. Tampoco es una peli para adultos. Es una peli para algo intermedio, no sé, para un troll, un aprendiz de mago o para brujas blancas.
Manu Álvarez
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6
2 de agosto de 2012
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
En principio, Ted no es una comedia al uso. Y no porque su estructura sea diferente a la de cualquier otra comedia americana o porque sus lugares comunes no hayan sido ya visitados por otras comedias románticas; sino que su rareza estriba en el hecho de que un oso de peluche que no levanta dos palmos del suelo sea capaz de aunar, en tan pequeño espacio, vertientes cómicas tan variadas como el humor negro más ácido, las tendencias macarras más exageradas o una depravación sexual sólo al alcance de Tiger Woods o de algún futbolista británico.

Seth MacFarlane, creador de shows televisivos tan exitosos como Padre de Familia, Padre Made in USA o The Cleveland Show, dirige por primera vez una película envuelta desde el principio en un halo de falso puritanismo típico estadounidense rasgado continuamente por el brutal humor que caracteriza sus producciones.

De modo que no se engañen, podrían dar fácilmente con un tráiler de la película que sólo mostrara las virtudes ‘ñoñas' y más puritanas de Ted, pero, a la que se descuiden revolviéndose en sus butacas, observarán atónitos al fijar de nuevo su atención en la pantalla como el ‘fiero mamífero' de peluche se está poniendo hasta las trancas de cerveza mientras fuma marihuana con su inseparable amigo Mark Wahlberg o como el osito hace gala de su poderío sexual asexuado en el almacén de algún supermercado con la cajera de turno.

En dos palabras diré que Ted es una especie de inverosímil cuento de navidad en el que el director juega muy bien con la incredulidad del público adulto (evidentemente Ted no es para niños...) para introducir una secuencia de humor tras otra, muchas de ellas tan rudas, que harían sentirse incómodo ¡al mismísmo Pete Doherty!

La guapísima Mila Kunis y Mark Wahlberg están correctos en sus interpretaciones, pero viven sometidos y a la sombra del personaje principal: Ted, cuya animación por ordenador es excelente y que además se ve tremendamente beneficiada por la actuación, esta sí, magistral, de su creador MacFarlane.

Recomendable desde el punto de vista científico. Muy recomendable para aquellos con la actitud adecuada y que acudan a la sala con muchas ganas de reir. Para nada recomendable si lo que se pretende es llevar a los enanos al cine, aviso...
Manu Álvarez
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8
29 de marzo de 2012
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 1997 se proyecta por primera vez en las salas del mundo Titanic, la película de James Cameron que narra la historia de amor entre Jack (Leo DiCaprio) y Rose (Kate Winslet) enmarcada en el fatídico viaje del trasatlántico más famoso de la historia; legendario por su desventurado hundimiento en aguas del Atlántico Norte.

Gran parte de la crítica mundial esperaba una película romanticona y mimada para la cual se habían utilizado medios y efectos sólo a la altura de los presupuestos más altos de la historia y, sin embargo, se encontraron con una de las mejores producciones cinematográficas jamás creadas y con una historia de amor perfectamente trazada, trabajada y creíble en un marco tan complicado como era el colapso de un coloso flotante.

Premiada hasta la saciedad, Titanic reunió en sus vitrinas nada menos que 11 Oscars, incluyendo mejor película, director, vestuario y sonido; 4 Globos de Oro a la mejor película dramática, director, bso y canción; 10 nominaciones a los premios BAFTA, incluyendo maquillaje, efectos visuales y montaje; y otros muchos premios internacionales.

Y es ahora, 15 años después de su estreno mundial, cuando Titanic vuelve a las salas de cine de todo el mundo, esta vez en 3D y, quizás, conmemorando los 100 años del hundimiento de ‘el buque de los sueños', como era conocido el barco en 1912.

El azar errante de Jack (DiCaprio) le ha llevado a bordo del Titanic, camino a América. Viaja en tercera clase, pero su azar bohemio le tiene preparado un encuentro casual con Rose (Kate Winslet), una joven vivaz y creativa que vive aprisionada tras los barrotes de la alta sociedad de principios del siglo XX, con los grilletes de su apellido, envuelta en una irrespirable atmósfera de superficialidad altivamente clasista.

Rose está predestinada a contraer matrimonio de conveniencia con Cal (Billy Zane), un millonario engreído a quien sólo interesa el status y los negocios. Pero la joven no está dispuesta a dejar que se extinga esa llama interior que la hace diferente de las demás chicas de su entorno y, dejando a un lado las diferencias sociales y las maquiavélicas trabas de su prometido y de su madre, Rose y Jack viven una preciosa historia de amor ‘condenada' a permanecer para siempre en sus corazones y en el de los espectadores.

Esta película no es recomendable: ¡es obligatoria
Manu Álvarez
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7
14 de marzo de 2012
6 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tan fuerte, tan cerca cuenta la historia del pequeño Oskar Schell, un niño de nueve años que, aunque las pruebas no han resultado concluyentes, es probable que padezca el síndrome de Asperger. Es un niño extremadamente inteligente y como tal lo ha tratado siempre su padre, Thomas Schell (Tom Hanks), que jamás le ha hablado como a un niño pequeño y que ha querido incentivar sus capacidades relacionales y su curiosidad acerca del mundo atrayéndolo con retos creativos.

Pero la vida de Oskar se derrumba la mañana del 11 de septiembre de 2001. El ataque terrorista de Manhattan coincide con una visita de su padre al Wolrd Trade Center. Thomas Schell se encuentra en la planta 106 de una de las torres en el momento del ataque y, como la mayoría de las personas que se encontraban aquel día en el lugar ‘equivocado', Thomas llama de inmediato a su familia.

La primera llamada tiene lugar a las 8:56. No hay nadie en casa, de modo que Thomas Schell deja su primer mensaje en el contestador; se muestra tranquilo y racional. Thomas vuelve a llamar algunos minutos después, y al cabo de un rato llama de nuevo porque necesita decirle a su hijo cuánto le quiere y, a medida que pasan los minutos y se suceden las llamadas se desvanece la esperanza de salir con vida del edificio.

Las imágenes del colapso de las dos torres se convierten en el punto de inflexión de la narración introductoria y dejan paso a un ‘nuevo comienzo' de la película: la vida sin papá.

El director Stephen Daldry ha querido incidir en varios aspectos comunes de la vida de los neoyorquinos a través de la visión lúcida, preclara e inocente de un niño superdotado. Aunque la trama principal, reducida a una visión simplista, se centra en los devastadores efectos que la catástrofe del 11-S tiene en un niño tan sensible como Oskar.

Tan fuerte, tan cerca, nominada a los Oscar en las categorías de Mejor película y de Mejor actor secundario (brutal la actuación de Max Von Sydow en el papel de ‘inquilino' de la abuela -Zoe Caldwell-), es una historia de dolor compartido por una ciudad, por una nación. Pero ese dolor plural se traslada a cada caso concreto convirtiéndose en dramas familiares, en dramas personales no necesariamente relacionados con un suceso extremo como fueron los atentados de aquel 11 de septiembre. Historias de las vidas de las personas que viven, unas junto a otras, en común, y de las que no saben nada y de las que, en la mayoría de casos, incluso ignoran su existencia.
Manu Álvarez
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4
14 de febrero de 2012
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En esta segunda parte de "Viaje al centro de la Tierra 3D", Sean (Josh Hutcherson) recibe unos extraños códigos a través de señales de radio provinentes de un misterioso punto del océano Pacífico. Parece ser una llamada de socorro de su abuelo (Michael Caine), un viejo aventurero amante del riesgo, los viajes y sobre todo de los libros de Julio Verne, pasión que comparte con su nieto adolescente.

Sean está decidido a ir en busca del anciano, pero su padrastro (Dwayne Johnson) no está dispuesto a dejarle marchar solo hasta una remota isla en mitad del Pacífico y se apunta a la aventura con tal de conseguir una relación más cercana con su joven y rebelde hijastro.

Pocas personas en la isla de Pau parecen estar dispuestas a llevar a los dos ‘turistas’ a las cordenadas a donde se dirigen. Excepto un peculiar lugareño (Luis Guzmán) y su preciosa hija (Vanessa Hudgens).

La tormentosa llegada a la Isla Misteriosa contrasta sobremanera con su extraordinaria belleza selvática que, sin embargo, esconde multitud de trampas y peligros que los protagonistas deberán superar para volver sanos y salvos a casa.

Una aventura infantil de ciencia ficción en mayúsculas donde la acción, el humor y la incertidumbre son la nota predominante. El equipo de Brad Peyton ha puesto a disposición del público unos preciosos efectos visuales para decorar una isla increíble llena de monstruos gigantes, de volcanes y de sentimientos familiares ideales para pasar una buena tarde de fin de semana.

Lo mejor, sin duda, el mensaje moralista de la cinta y el humor ‘tontorrón’ que se traen Johnson y Caine.
Manu Álvarez
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