Así ha vuelto nuestro colega Álex, por la puerta grande.
Estuve en el preestreno que hizo en Alicante el otro día (aprovecho de paso para criticar la mala gestión del evento) y pese a ver la película desde las escaleras, en una muy mala posición y con un calor horrible, pude disfrutar como un crío de la nueva obra del director de "La Comunidad".
Como os hartareis a leer después de su estreno, tal vez los 20 primeros minutos de la película sean los mejores. Indiscutiblemente los créditos iniciales son los mejores que he visto en muchos años, con una música acompañada de unas imágenes que simplemente te ponen los pelos de gallina.
Una vez la película se encamina a su trama central, empieza con muy buen ritmo, para ir levemente decayendo casi al final del segundo acto, donde la trama de la película ya lleva perdida y diluida en una serie de situaciones un tanto fuera de lugar desde hace varios minutos hasta casi la resolución final. Aún así, la película da lo que promete. Acción, tiros, sangre, "sexo", humor, humor negro, tragedia y CALIDAD.
En cuanto a la fotografía hay poco que decir la verdad, ESPLÉNDIDA.
Los actores bordan sus papeles, haciendo mención especial a Antonio de la Torre, cuyo personaje parece estar escrito exclusivamente para él, pues borda con un perfeccionismo cada una de sus acciones y palabras de una manera exquisita. Y esque cuando un actor consigue el propósito de su personaje, que pocos lo hacen (en este caso, dar miedo) ya se le puede tachar como un verdadero actor.
Seguido de Antonio, cabría destacar el breve papel de Guillén Cuervo o Sancho Gracía, metidos a más no poder. Mención especial también a Carolina, que con esta película acaba de ganarse el título de chica Tarantino a la española.
En cuanto a Carlos Areces, tiene picos muy altos en algunos momentos, pero en otros se le nota levemente forzado, palabras que no parecen salir por su boca y que se pierde en la neutralidad, pero aún así nos hace reir y sufrir bastante.
Y bueno, poco más que decir. Una locura muy personal, que hará la boca agua a los seguidores del director y a la gente que esté dispuesta a ver una buena película y a pasárselo bien. Ver a dos payasos locos pelearse por el amor de una trapecista no tiene precio.
Para finalizar, simplemente comentar lo acertado que está Alex en tratar el tema (aunque bastante tratado ya) de la Guerra Civil y la Transición, colocar a cada uno en su lugar y criticar majestuosamente sin caer en la explicitez máxima, a quien toca ser criticado. En este país parece que la historia queda olvidada, y es necesario que de vez en cuando la gente que está en lo alto, como Alex, recuerde a la sociedad de donde vienen, donde están y hacia donde van.
Gracias Alex por regalarnos esta cinta.

La trama es sencilla: Una familia se muda a una "mansión encantada" para comenzar una nueva vida. Ahí comienza todo. Un aviso, dejad de lado todos los clichés que os ronden por la cabeza.

Parece mentira que sus creadores, los que estuvieron detrás del imperdonable insulto a la raza humana llamado "Glee" o la más que aceptable "Nip/Tuck", hayan podido conseguir que se emita algo tan enfermizo por televisión. Y es que, si tu salud mental es buena, ésta serie no la gozarás lo más mínimo.

Olvídate de convencionalismos. Olvídate de racionalismos. Olvídate de todo lo que has visto hasta el momento. Ésta serie está aquí para volver a romper los moldes del tempo narrativo, como hace a su manera "Breaking Bad". Para no dejar indiferente a nadie. Te tienes que dejar llevar, eso sí. Y como digo, no estar muy bien de la azotea.
Su atmósfera te dejará sin aliento, su estética te encandilará, sus personajes te perturbarán (y mucho), sus situaciones te enloquecerán, sus interpretaciones te asombrarán, su apartado sonoro te chirriará.
"American Horror Story" es el resultado de una cocción a fuego lento (o no) de elementos surreales, bizarros, sexuales, violentos, oníricos, freudianos, realistas, esquizofrénicos, terroríficos, absurdos y artísticos. Pero claro, la mezcla puede no estar al gusto de todos. Y si a eso le añadimos el montaje más ... (y aquí me quedo sin adjetivos, no sé si para bien o para mal) de la televisión, es posible que gran parte de sus espectadores cierren el VLC a la media hora de emisión. Pero seguro que habrá quienes acaben completa y perdidamente enamorados de ella.
Puede que sea la nueva "Twin Peaks" (no la comparo en absoluto, ojo) en lo que a nivel "revolucionario" se refiere. Puede que no. Puede que sea una serie fruto de estudio en un futuro. O puede que la crítica (al fin de cuentas, quienes hunden o evangelizan las series) la deje de lado y pase con más pena que gloria.
Sea lo que sea, no dejaría de darle una oportunidad a esta creación por el mero hecho de ver algo novedoso y de enorme calidad, que siempre se agradece.
Una serie que se antoja polémica y (espero que no) un nuevo éxito de masas.

PD: Si decidís adentraros en la mansión, cuidado con el sótano ... A mí me acojona una cosa mala.
PD2: Mención aparte al mejor opening que he visto en muchísimos años.

"Sin quererlo, Alan Ball nos invita a las vidas de la familia Fisher, compuesta por Claire, Ruth, Dave y Nate. Pero no sólo asistimos a sus vidas, también asistimos a las de sus allegados, como por ejemplo Federico, Keith o Brenda.
Pasados varios capítulos, ya hemos diseccionado la psicología de los personajes hasta el fin de la segunda temporada, donde lo terminamos de hacer por completo. Ya les conocemos.
A partir de ahí, ellos, como cualquier ser humano de este mundo, evolucionan en la vida y quizás cambien, pero en esencia siguen siendo los mismos, y los conocemos perfectamente.
A la par que diseccionamos a cada uno de ellos, nos encontramos con partes de cada uno de nosotros. Partes de un pensamiento, de una forma de ser, de una forma de vivir, de una forma de sentir. Y ya está. Irremediablemente, los Fisher y sus allegados también somos nosotros, en mayor o menor medida."
Más allá de la experiencia personal con la que cada uno se sienta identificado, no hay mucho que decir sobre una serie perfecta. Sobre un guión, capítulo tras capítulo, perfecto. Sobre una dirección, capítulo tras capítulo, perfecta. Sobre unos actores, capítulo tras capítulo, SUBLIMES.
Sobre un final ... imperecedero.
Una serie cruda, real, divertida, triste, apasionante. Lo tiene todo.
Six Feet Under mora ya, para siempre, en el umbral majestuoso de las mejores series de televisión (junto con Twin Peaks o Los Soprano, entre otras).

Así de claro. Si como fan de Silent Hill consideras dicho juego como una de las grandes obras maestras que se han creado jamás para una videoconsola, te aseguro que no querrás ver mancillado su nombre en esta cinta.
Es todo tan abrumadoramente patético que resulta insultante para un fan acudir a semejante sucesión de chorradas sinsentido completamente alejada de la historia original.
Porque seamos sinceros, un juego como Silent Hill, pese a no ser fácil de adaptar, tiene los elementos cinematográficos y las reglas "comunes" de una historia que puede ser perfectamente adaptada a un guion de cine. ¡No es tan jodidamente difícil seguir las pautas, señores!
De la decrépita dirección me ahorro hablar, sinceramente.
En resumen: una pérdida de tiempo de película que un mono ciego con 23 cromosomas podía haber hecho infinitamente mejor. Si no le casco un 1 es por lo único que me mantuvo entretenido a lo largo de la película: los pequeños guiños a todos los juegos de la saga que están repartidos a lo largo del metraje.
Detalles con Spoilers que harán a todos los fans llevarse las manos a la cabeza.

Hora y media de película que se hacen algo más de dos. Primera pega, aunque pesa lo suficiente como para hacerle caer la nota.
Lees la sinopsis publicada en esta página (que desconozco si es la oficial) y directamente te la destroza. Espero que antes de leer esto no hayas leído la sinopsis. Que sirva al menos como aviso.
Pasada la media hora larga, la película coge ritmo. Los mensajes subliminales y los chistes macabros comienzan a aflorar. Si te pilla con buen cuerpo, seguro que lo disfrutas.
Cuando la resolución de la película se comienza a dibujar, asistimos a lo mejor de todo el metraje, de muy lejos. Y ese plano final tan simbólico como rompedor.
Se huele a Burroughs en sus planos, aunque no en su narración.
No tiene ese impacto y concienciación social de a Serbian Film, pero no te dejará indiferente. Seguro.