Varios amigos me habían recomendado esta película, a la que calificaron como la mejor del año 2006. No sé si tanto, pero la verdad es que la forma de narrar la historia es sorprendente y divertida. El chico gay atrapado en una familia ultracatólica y con un padre autoritario es una idea muy manida, pero la forma de abordarla de Jean-Marc Vallée ayudado por una maravillosa banda sonora, hacen que nada sea previsible y tengas la sensación de no haber visto nunca antes algo parecido.

Pero hay que ponerle un pero, porque hacia la mitad de la película las escenas se suceden con la sensación de no estar bien hiladas entre sí, como que había que contarlas pero no hay una continuidad lógica. Viendo los extras, el director comenta que al ser una historia basada en hechos reales, se enfrentaron con ese problema: cómo unir tantas ideas y darles un hilo conductor que las una. Sin duda, creo que ahí falla un poco.

Por lo demás, divertida, original, la música como protagonista absoluta en la relación entre padre e hijo y una estética setentera maravillosa, hacen totalmente recomendado su visionado. Además, merece la pena ver en acción a Michel Côté y Marc-André Grondin. Canadá también existe.

A los que acusaban en sus críticas a Tim Burton de repetirse, creo que ha llegado el momento de taparles la boca. El reto que supone enfrentarse a un musical (canciones romaticonas incluidas), ha sido superado con creces por este maestro del buen cine.

La película es francamente entretenida, hacía muchísimo tiempo que no salía con tan buen sabor de boca del cine. Hay momentos para la emoción (casi todos), números musicales maravillosos, perfectamente interpretados, y escenas tremendamente cómicas dentro de la tragedia que se nos cuenta.

De Johnny Depp no me esperaba menos. Borda el papel, pasando de una voz susurrante a los gritos llenos de odio en los momentos fulgurantes. Llega a dar verdadero miedo su mirada penetrante. Pero la sorpresa ha sido el resto del reparto. Helenna Bonham Carter está simplemente maravillosa. Tiene un papel estupendo para lucirse y lo logra con creces. Los secundarios salen, a mi parecer, demasiado poco tiempo en escena, seguro que se podría haber exprimido mucho más el papel de Sacha Baron Cohen.

La ambientación siempre es impresionante cuando hablamos de Burton y el maquillaje y el vestuario superan de largo a cualquiera que se haya utilizado en su versión teatral.

Definitivamente, una película imprescindible. Incluso para los no amantes de los musicales y los films sangrientos. Lo primero, porque la banda sonora creo que podría incluirse en el top ten de las mejores de todos los tiempos y llega un momento en que ni te das cuenta de que están cantando, ya que se acoplan muy bien los números dentro de la historia. Y lo segundo, porque la sangre, que brota a borbotones, no pretende ser real y no es tan desagradable como pudiera parecer a priori. El tío Burton volvió de nuevo... y por la puerta grande.

La película en sí es un poco larga, yo le quitaría los 20 ó 30 minutos finales, pero la actuación de Leonardo di Caprio es tan soberbia que se te olvida todo lo demás. Está fantástico en su papel de maniático, y tampoco están mal las actrices secundarias. Entiendo que al gran público no le entusiasme del todo porque no es fácil de digerir, pero yo creo que es una pequeña joya por lo bien que están recreados los escenarios y la época.

Una película en la que aparezca Ben Affleck no suele ser garantía de calidad, pero las expectativas en el caso de este film eran un poco mayores, sobre todo si la venden como una comedia desternillante. Yo no sé si alguien se ha reído con esta película, y no me refiero a las risas de vergüenza ajena que te propician su torpe guión y la cara benaffleckiana impasible a lo largo de hora y media (eterna, por cierto).

Es una película donde no ocurre nada interesante, y lo poco que ocurre no lleva a ningún sitio. Ni es una comedia ni es un drama, pero si hubiera que clasificarla se acercaría más a este último género. Aunque a nadie llega a conmoverle la situación del pobre-niño-rico ejecutivo que se siente solo y lo escribe en su dichoso diario desde su súper despacho y su casita de 1000 m2. No es una historia que dé para mucho así planteada, y creedme, efectivamente no da. Lo dicho, que nadie pierda el tiempo.

He de reconocer q no vi la primera parte de esta historia, "Antes del Amanecer", pero no me hizo falta para quedar sorprendidísima con esta maravilla. Una historia de amor bien contada, sin caer en tópicos y con diálogos inteligentes, bien afrontados por Delpy y sobre todo por un Ethan Hawke en estado de gracia q vive tanto su personaje q por momentos llegas a pensar q el embelesamiento q muestra cuando Julie Delpy habla no es sólo pura ficción. Aplaudo la idea de q actores y director trabajen juntos el guión, los diálogos, los escenarios... Sólo así se explica q les haya quedado una película tan perfecta