Derroche de talento de los actores, un guión muy bien elaborado, una dirección brillante para una película que tiene momentos de humor, suspense, acción y amor, donde las pasiones y los deseos de los hombres entran en conflicto continuamente y todo el conjunto te sumerge durante los 129 minutos que dura la película sin que puedas apenas pestañear.
Ojo al plano secuencia del estadio de futbol, realmente magnífico.
No perderse ni un detalle, ni una mirada, porque todo cuenta en la película... ahí está el secreto...

Muy buena película, una historia de amor, amistad, celos, lealtad... enmarcada y presentada con un gran sentido de la estética, plasticidad, acción y escenas que se te quedan en la retina. Un drama de acción servido para un espectador ávido de cine fresco. Un gustazo. Recomendada.

Dirigida por el veterano George Miller, autor de las 3 primeras Mad Max. Salvajes de autopista (1979),Mad Max 2. El guerrero de la carretera (1981) y Mad Max 3. Más allá de la cúpula del trueno(1985) vuelve aquí con una nueva entrega continuando las andanzas de Max por esta especie de universo post apocalíptico de arena, deshumanización, vehículos de todo tipo y olor a gasolina y sangre que empezó hace más de 3 décadas con el por aquella casi desconocido actor australiano Mel Gibson de autentico protagonista.

En esta entrega Tom Hardy se encarga de interpretar al atormentando personaje de Max, siempre marcado por su pasado y la pérdida de todo lo que amaba, un lobo solitario que se ve inmerso en otra aventura donde se ve forzado a huir con un grupo de personas a través del desierto.

Básicamente el argumento de la película es ese. Simple. Una huida y lucha constante contra los ‘malos’ de turno.

Esto es Mad Max: Furia en la carretera, ni más ni menos. Una road movie repleta de acción sin respiro, trepidante, espectacular, con escenas que se quedan en la retina, con un uso de la cámara digno de las mejores películas en su genero en los últimos años y manteniendo esa esencia que transmitían sus películas anteriores salvo por:

1.- Max no es Mel Gibson (llamadme romántico pero pese al buen hacer de Tom Hardy no es lo mismo).

2.- En segundo lugar, Max es menos porque aquí hay un personaje que ‘roba’ protagonismo en cada plano llamado ‘Furiosa’ y porque está interpretado por Charlize Theron, bella ella sin su melena rubia, sin brazo… da igual, marca las diferencias con su sola presencia.

Esto no es ni bueno ni malo, es lo diferente que he percibido.

No nos engañemos, estamos ante una notable por no decir sobresaliente película de acción. El talento de Miller detrás de la cámara en el rodaje de las escenas de acción es innegable. Estamos ante una producción espectacular en ese sentido pero que trae consigo ciertas carencias a nivel dramático propias de este tipo de película.

Os cuento un ejemplo, el más claro, donde esto queda patente. Llega un momento donde los protagonistas llegan a un punto muerto en la película, donde deben tomar una decisión importante para ellos y lo más seguro además es que sus vidas dependan de escoger una u otra opción. Es un momento (prácticamente el único) donde el director podría haber afinado, ahondado más en esa tensión dramática que subyace del conflicto que se plantea… y en mi humilde opinión pasa de puntillas sobre el mismo.

Dicho esto, creo que la mayoría de las nominaciones, casi todas de carácter técnico, están más que merecidas, salvo por lo de mejor película.

Lo mejor: Puro entretenimiento, acción espectacular y un universo Mad Max mejorado y vitaminado...¡ah! Y Charlize Theron

Lo menos bueno: Lo anteriormente descrito en cuanto que la película adolece de cierta tensión dramática incluso cuando lo pide.

El espectáculo conlleva sacrificios ;)

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Me ha parecido una película en líneas generales buena. Aqui por fin se ve un Batman más oscuro, uno que se acerca más al cómic; parte de nuevo la película de los orígenes del superheroe (ya se explicó algo en Batman Forever) de una forma original donde los primeros 30 minutos de metraje son de lo más interesante del filme. El reparto es bueno, con un Michael Caine que le da ese toque de humor y a la vez flemático en el papel de Alfred, y con el resto del elenco a buen nivel. No desentona este nuevo Batman (Chisstian Bale), la estética de Gotham se ha modernizado en cuanto a la ciudad se refiere manteniendo su atmósfera de urbe oscura, pero los responsables de la película (director,realización,montaje...) caen en el error de cambiar de plano, cortar y pegar o girar la camara bruscamente en todas las secuencias de peleas y acción, creando un vertiginoso ritmo de imágenes que el espectador no puede disfrutar como debiera, y eso es una pena, y espero que no sea una moda, porque marean más que deleitan. Salvando ese detalle, la pelicula aprueba con nota.

En mi opinión nos encontramos con una de esas películas que de vez en cuando la academia se fija en ellas con sus nominaciones y que ha resultado ser una de las sorpresas agradables de la gala de este año.

Única película no anglosajona que compite de las nueve nominadas y con la temática de la homosexualidad de fondo, ‘Call me by Your Name’ se centra en contar una historia de amor de verano entre un adulto y un adolescente de 17 años en la Italia de 1983, donde el catolicismo y mantener las apariencias para evitar el qué dirán que marcaba aquella época están como telón de fondo.

Esta es un historia contada en múltiples ocasiones de distintas maneras. Tenemos a un chico, Elio (Timothée Chalamet) que está en una edad complicada, luego están sus padres, que poseen cierto nivel económico e intelectual, y por último tenemos a Oliver (Armie Hammer), que llega a la villa de verano para romper todos los esquemas con ese porte y esa seguridad en todo lo que hace.

A partir de ahí, se empieza a desarrollar una historia que empieza con frialdad pero que poco a poco, a medida que pasan los días se va haciendo más intima y personal.

Es difícil para mí expresar o calificar la película de alguna forma. Al salir del cine le puse el adjetivo de deliciosa, no sé si muy acertado, pero muestra la huella que dejó en mí. Porque no es una historia gay reivindicativa, ni siquiera demasiado crítica con la sociedad del momento, es más bien representativa. Pero sobre todo está contada de manera tan natural que es como si la cámara estuviera ahí para que lo vieras todo mejor, que lo sintieses con más cercanía y no te perdieses un detalle de cada expresión, localización o paisaje de este cuento.

Vas recorriendo el camino con los protagonistas en unos generosos 130 minutos que a mí en particular no se me hicieron pesados, pero todo se sucede a un ritmo pausado, como de unas vacaciones estivales se tratasen, cosa que así ocurre en la peli. Vas conociendo y descubriendo a los personajes, y empatizas con la historia, porque ¿quien no ha tenido un amor de verano alguna vez en su vida?

Por supuesto la película deja algunos temas sobre la mesa, algún dilema moral por la diferencia de edad entre los dos o lo que uno tiene que hacer y lo que quiere hacer en esta vida.

Me recalco en cómo está narrada la historia, con qué sensibilidad, buen gusto, naturalidad y con un humor que nos despierta una sonrisa cómplice en muchos momentos. El ambiente ochentero es fiel gracias a un buen diseño de producción, y te transporta a esa época. La música de piano se mezcla con algunos temas pop de la época para dar más contraste y el chaval, Timothée Chalamet, hace un trabajo muy bueno. Hay otros detalles como el monólogo del padre que le pone el puntito para redondear una película que es cómo es: destila esquisitez, sencillez y sin más pretensiones que contarnos una bonita historia entre dos personas que solo surge muy de vez en cuando en la vida.

Later!