Si bien nada cambia el hecho de que es la peor de las tres, que El padrino es una duología y que la tercera sobra, aún así es una buena muestra de cine. La tercera parte original ya era buena, pero la nueva versión consigue un mejor final. Para mí, el final de la segunda es el final y punto. Pero es una muy entretenida vuelta a la nostalgia de los 80 y 90. Muy recomendable.

Una película para televisión magistral. Ya podían las de Antena 3 copiar un poco de lo que aquí hacen, podría haberse colado en la pantalla grande aún en distribución moderada si se me permite decirlo. Hace 10 años ya de esta película, y otros tantos años también de lo que narra en ella. No obstante el tema aún parece tan contemporáneo, tan actual, tan presente. El vivir una vida escondiendo tus sentimientos, tu cuerpo, tus ideas, tu persona, sólo para dar la talla que los demás te piden, te exigen, te obligan. Es una película que cuesta mucho encontrar, pero que se puede hallar (yo por medio de Amazon) y que recomiendo mucho su visionado. Ya sea por feminismo, por entretenimiento del bueno, por visionar un drama ejemplarmente hecho y de impecable factura. O por disfrutar de un recital de interpretaciones desmesuradamente buenas: una pasional Jenna Augen, una sexual Claire Foy, un potente Neal Barry... Sensacional pequeña joya británica a descubrir. Lo que nos queda aprender de ellos.

Esta miniserie necesita ser localizada y descubierta. Por sus valores de producción, propios de los genios británicos, por sus tramas con mensaje, reflexión y ambientación en la época. Por una dirección de hierro y un montaje que anima las historias hasta cuando están sus puntos más tranquilos y muertos. Es una miniserie que sigue las andanzas de su reparto coral a lo largo de los años, permitiéndonos apreciar su evolución: desde sus pulsiones sexuales hasta su madurez, desde sus convicciones titubeantes hasta sus crecimientos. Antes de "The Crown", "First Man" o la última de "Millennium" (tristemente pasó desapercibida), Claire Foy demostró que era una actriz simpática, valiente, imponente y de armas tomar. Ella es de lo mejor del reparto sensacional de la serie.

Una historia muy intimista y de fuego lento, pero de muy interesantes y amplificadas implicaciones. La dirección y la fotografía van acordes con la producción. El ritmo es bueno y el guión ofrece más de una lectura en su ambigüedad argumental y moral. Los actores están geniales, sobresaliendo una Claire Foy tan vulnerable como imponente. Una mujer que es capaz de hablar sólo con la mirada. Más de uno se va a quedar reflexionando al final.