Los dueños realiza una buena descripción de la relación laboral entre peones y caseros, las diferencias de poder entre ambos y las relaciones sociales de ambos. La cinta se puede dividir en dos claras partes, una primera descriptiva, de presentación de personajes, y el entorno; y una segunda con un giro de la trama y el desenlace. La segunda parte es caótica y carente de un orden lógico con respecto a la primera, el film decide no explicar la falta de coherencia en las acciones de los personajes entre la primera y la segunda parte, lo que rompe el hilo conductor y revuelve el final de la cinta para su desenlace. Hubiese preferido suprimir partes del film o haberlas desarrollado de manera mas profunda. No obstante la cinta mantiene un hilo conductor ameno y entretenido.

Muy buena producción y dirección con un guión muy débil, que carece de interés. Una historia desorbitada, de un jubilado judío que quiere cumplir el deseo de su padre de hacer algo grande el mundo, y fijándose en el caso Eichmann persigue a un supuesto nazi refugiado en Uruguay. La película utilizada varios hechos históricos para justificar las acciones del protagonista, que se mueve en medio de lo irrisorio intentando crear un personaje entrañable y carismático que produce en el espectador todo lo contrario, el protagonista se rodea de otros secundarios de actitudes y comportamientos delirantes.. La película cuenta con algunos puntos de humor, tiene algunas actuaciones brillantes y una muy buena producción que demuestra que en Uruguay también se puede realizar muy buen cine.

Me agradó ver la cantidad de buenas críticas que recibía Captain Fantastic desde medios especializados, blogueros y amigos. Después cuando vi la película no pude imaginar como una auténtica comedia del más estilo rancio de Hollywood cosechaba todos esos comentarios.

Si lo que esperas ver es una película atrevida que te sorprenda entonces sigue esperando. Si lo que quieres ver es una película de sábado por la tarde que ponen en la televisión y con la que te puedas echar unas cabezaditas esta es tu película. Si esperas un guion original en el que la realidad puede superar a la ficción entonces sigue esperando. Si lo que quieres es la lágrima fácil con los mismos juegos de imágenes de la Bella y la Bestia, los mismos desenlaces que Blancanieves, los mismos pestañeos mirando a la cámara para producir emoción de la Cenicienta esta es tu película.

Sin lugar a dudas lo peor es la trama moralista de cuentos para niños que llega a repugnar.

El bodrio es tal que solo hubiese faltado que el guion obligase al protagonista a sacar su espada láser, subirse a su nave espacial y cazar algún marciano para terminar la película con: "Basado en hechos reales".

La primera temporada de Fargo está muy bien armada: presentación, marketing, actuaciones y una publicidad cimentada en el halo de los hermanos Coen. Eso sí, no les ha faltado ninguno de los lugares comunes por los que podía navegar; deberían de haber hecho un indice con cada uno de ellos: un asesino que puede con todo (cerca de ser un superheroe del mal), un cuerpo de policías muy estúpidos, una policía muy inteligente a la que nadie cree, y otro policía inteligente pero un poco tontorrón al que nadie cree. La serie bordea el melodrama romántico al que se le agrega un asesino en serie, y tiene un ligero tinte de proselitismo que llega a espantar. El guión, tan bien armado en sus inicios, da dos ligeros volantazos para acoplarse a la ruta de la superproducción y exigencias de duración de diez capítulos que podían haber sido cinco. Nada de Fargo sorprende, todo es previsible, tan previsible que aburre.

Seria un necio si no reconociera que la producción realizada es tan grande que las imágenes impactan, todas ellas gobernadas por la increíble actuación de Bylly Bob Thornton y Martin Freeman.

Las películas basadas en hechos reales predisponen al espectador a encontrar una historia, que aún siendo realista, muestra hitos sorprendentes, hazañas o peculiaridades poco comunes en nuestras vidas o la de nuestros vecinos. La verosimilitud debe por lo tanto ser una premisa inequívoca; de no ser así el espectador no admitirá la ficción.

Dicho esto, el epígrafe de "basado en hechos reales" es una mala publicidad, que se desmembra con cada personaje: el nerd que va a luchar a pecho descubierto contra un ejército, el matón manipulable, el matón intelectual... El personaje de Radcliffe está creado para su lucimiento personal, imposible aceptar que tal idiota va a cumplir tal hazaña, o quizás es que la actuación es tan pobre que cualquier análisis es innecesario.

Una película hollywoodiense, hecha para ese tipo de público que no necesita involucrarse o juzgar el producto, sino sencillamente pasar el rato.