Antes de valorarla y, todavía más, escribir esta crítica, no hacía más que pensar en qué criterios seguir para darle cierta puntuación. Que si filmación, originalidad, complejidad argumental, profunidad de trama, actuaciones soberbias... Al final me decidí por lo único importante: el sentimiento que te deja al verla. Y este sentimiento, en mí y en el de mi mujer, fue de un amor enorme. No hay en este film atisbo de maniqueísmo, tan sólo hay amor; el amor de un hombre a una mujer, el amor de un padre a sus hijas, el de dos padres a su hijo, el de dos hermanas y el de una mujer a un hombre. No hay lagrimones ni carcajadas, sólo emoción y sonrisas, único hilo continuo de la película.
Una bella película donde, tal como apunta la compañera de arriba, el cine demuestra por enésima vez que el objetivo del cine -sentir, hacer vivir- puede alcanzarse tanto por extrema sencillez como por caminos intrincados. Un punto a su favor es que te adentra con naturalidad en el mundo de los sordomudos, donde la directora te hace partícipe sin que te des cuenta de ello. Por eso la he puntuado con un excelente. Porque no necesito más al ver una película, sólo necesito esto... pero es demasiado complicado. Por ser la primera deaf movie que veo, porque no hay película en que sus actores me hayan resultado tan carismáticos y con tanta química entre ellos.
La recomiendo de todo corazón.

Es una película que vi hace mucho tiempo, cuando era más joven y apenas veía pelis que no fuesen terror. Y un buen día mi colega y yo nos topamos con esta rareza. Principalmente se centran en la vida de dos vecinas: una escritora anoréxica que, mediante sus escritos, va plasmando su visión sobre el sexo, del cual carece; y una muy buena cocinera, obsesionada con sus recetas gastronómicas y que, mediante flashbacks, el director te da a entender que fue alguien que tuvo una vida sexual activa La recomiendo a cinéfilos que deseen ver cine extraño y/o jactarse de ver trabajos que pocas personas han visto; de lo contrario esta película poco puede aportar a alguien que busque guiones complejos, sentimientos positivos, filmación original, etc. Es una película de terror psicológico, nada más, con esa atmósfera pesada que tan bien expresa el cine asiático.

La serie tiene buena producción y una pasable fotografía. Nada más, porque ni los actores acompañan. Ignoro si la calidad interpretativa de los mismos es deficiente o es resultado del guión, lo que sé es que no me siento identificado con ningún personaje. Todos ellos se presentan fuertemente estereotipados, sin conmover, sin despertar otro sentimiento que sea la risa ridícula. Producción del siglo XXI con roles de género invertidos respecto a décadas anteriores, y eso que el cabeza de familia es un soldado de alto rango (o eso se supone).
Los capítulos adolecen de una falta de coherencia impropia de un producto destinado a un público adulto inteligente. Una familia de elite intelectual que está siendo mangoneada episodio tras episodio por una psicópata sin formación académica no entra en la cabeza de nadie. Los personajes están tan politizados que caen mal porque no los crees, tienes la impresión todo el rato que te están tomando el pelo. Lo que ves en pantalla sabes en todo momento que es un bluf, un artificio.
Obviaré el personaje infame de la "Dra Smith". Todo lo que envuelve a este personaje es un despropósito.

De la misma forma que hay películas que me han gustado tanto como ésta, no hay ninguna que la supere. Hasta el día de hoy, es la más perfecta que he visto porque trata con sorpendente maestría varios temas. Muchas críticas de Internet centran su atención en la demoledora crítica que el director hace del sistema capitalista, y en parte es cierto, sin embargo diferencio varias críticas que van entremezclándose. Al inicio se retrata una cruda realidad: la opresión del propio sistema a un ciudadano aislado, al parecer honrado sin problemas con la justicia, pero a medida que transcurre el tiempo, y con la entrada de escena de la chica, olvidas la economía de Estado para rasgasrte las vestiduras acerca de la familia, en que cuesta entender a unos padres que muestren tanta desidia hacia una hija gravemente enferma. Pronto la crítica se concentra en lo realmente importante: el ser humano; y esto significa que ni el capitalismo ni la familia ni la sociedad enferma si no es por los síntomas patológicos del individuo. Que el hombre ha llegado a esa situación por malas elecciones y la pobre chavala por dar importancia a aspectos inútiles.
La película va in crescendo: cada cuarto de hora algún personaje es más feliz. De la oscuridad más negra da paso, ya al final, a un rayo de luz, nunca enseñándote las formas del final pero sí lo que sucederá porque es imposible que ocurra de otra manera. Es difícil anotar qué es lo mejor de la peli, pero quizás sea la relación de vasos comunicantes de él, en la isla, y ella, encerrada en su zulo. Inconscientemente, y sin trato, van empujando al otro a su salida, cuando uno está sumergido en la depresión siempre es rescatado por el otro. Y así hasta el final.