Gran película, aún su mensaje trasciende el tiempo y hoy en día se hace mucho más comprensible; una película visionaria (¿te acordaste con algunas escena lo que pasa en el medio oriente?) y de culto. Luego que el mundo pierde su norte, las secuelas son desastrosas. El orden y la justicia abandona a inocentes que sólo buscan sobrevivir, y al parecer el combustible es su gran aliado, pero también su maldición al ser codiciado como a de lugar, por los vándalos. El contenido de esta película no está tan lejos de la realidad, porque una vez que escaseé el petroleo la cadena de efectos será nociva para la humanidad (no digo nada nuevo con esto). La película me recordó mucho al cine western, en que la persecución a caballo pasa a ser por vehículos motorizados; los forajidos son ahora los sin Dios ni ley, el desierto ahora es tierra de nadie; las diligencias a carreta se convierten en filas de coches, y por último, ya no se lucha por el oro dorado, sino por el oro negro, y lo poco que queda habrá que defenderlo con la propia vida y con grandes estrategias. Mad Max, así como líder bíblico se sacrifica para salvar a un grupo oprimido en medio de otros que le rinden culto al becerro de oro y como todo éxodo tiene su lucha en medio de la carretera.