Acabo de ver la película en una sesión en la cual el propio director, Kepa Sojo, nos ha presentado la película. Y pienso que es un privilegiado porque ha conseguido hacer una película solamente para disfrute de cuatro amigotes. También es verdad que no se le puede echar nada en cara a Kepa, puesto que no engaña a nadie y ya nos advierte de antemano de las intenciones del producto que presenta.

Me he aburrido bastante con esta película. La relación entre los dos personajes nace ya muerta, carece de sentimiento porque surge solamente de la necesidad. ¿Alguien se imagina esta historia trasladada a una cárcel? No resulta muy creíble, la verdad. Le doy un 4 por la notable fotografía.
Si quieren ver una buena película sobre la homosexualidad, vean “Fucking Amal”.