Después de haber ganado dos Oscars como mejor director, gracias a dos grandes películas, este director (¿Checoslovaco?) Vuelve aparecer con otra gran película, esta vez con Jim Carrey. Man on the Moon es una película que siempre me ha mantenido escéptico a verla, quizás por el cliché de Carrey o tal vez porque desde El show de Truman no veía una gran actuación del mismo, pero después de batallar conmigo mismo, acabe sucumbiendo a la magia de Forman.
La gran actuación de Carrey y la dirección maravillosa de Milos, fecundan una gran película, tan complexa como simple, en este largometraje nos damos cuenta de que la comedia tal y como la conocemos nos es tan simple como parece. Carrey hace una gran actuación y nos invita a conocer a este cómico norteamericano tan extravagante (Andy Kaufman), y nos hace dudar si realmente es un loco perdido o un genio. La totalidad de la película llega en el último momento, ya que un "bailarín y cantante", tal y como se denomina Andy Kaufman (Jim Carrey), se da cuenta que siendo él, el rey de la comedia, la vida puede ser realmente mas cómica y de que la vida puede ser en su complejidad una absurda, cruel e irónica broma. Tal y como dijo el gran Charles Chaplin “A fin de cuentas, todo es un chiste.”