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Críticas de tododesdemisofa
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Críticas 6
Críticas ordenadas por utilidad
8
29 de agosto de 2014
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Prólogo:

Algunos puristas del mundo de la música aborrecen las recopilaciones musicales, incluso los albums de grandes éxitos de un mismo artista, dicen que cada disco tiene una estructura y un significado per se, y al mezclar canciones de uno y otro estamos perdiendo su verdadera esencia. A mi que siempre he sido aficionado de casi todo y experto en casi nada, sin embargo me encanta hacer cds propios con canciones cogidas de aquí y allá, cuya unión alcanza un significado propio para mi o para la persona a la que vaya dedicada (porque si, pertenezco a la generación que ha grabado cintas y cds a novios/novias, amigos/amigas).
Mi pasión por el cine proviene de finales de los años 70 y la década de los 80, el cine de aventuras familiar fue el que me hizo amar el séptimo arte, además de muchas películas como Los Goonies, Cazafantasmas, ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, Dentro del laberinto, La historia interminable, Starfighter, El club de los cinco, Exploradores, El secreto de la pirámide y un interminable etcétera hay tres trilogías que quedaron grabadas en mi memoria para siempre: Regreso al futuro, Indiana Jones y Star Wars.

Si algo demuestra Guardianes de la Galaxia, es que el cine de los ochenta está de vuelta, algo que ya intuíamos gracias a la figura del admirado por unos y denostado por otro JJ Abrams (cada día y con cada visionado defiendo más su magnífica Super 8) y que se ha constatado con el éxito de éste film. A nadie se le puede escapar que el film contiene ese aroma de cine familiar en el que crecieron grandes figuras como las de Steven Spielberg, Joe Dante, Robert Zemeckis o George Lucas (si lectores más jóvenes, hubo un tiempo en el que además de amasar dinero con sus juguetes y merchandising era un gran director y productor).
James Gunn se declara absolutamente admirador de éste cine con una comedia gamberra repleta de acción plagada de guiños u homenajes, con un guión y una dirección que parecen sacadas de hace más de tres décadas.

Presentación:

Guardianes de la Galaxia ha supuesto el verdadero salto de Marvel para consolidarse como la gran dominadora del cine actual, demostrando su músculo al arrasar entre crítica y taquilla con una película basada en un cómic prácticamente desconocido para el gran público, con una historia de antihéroes y perdedores y sin ninguna estrella visible en el reparto del proyecto y otorgando el mando del mismo a un director criado en la Troma y con apenas dos pequeñas películas de culto a sus espaldas.

Pero si en mi opinión algo ha demostrado Guardianes de la Galaxia, es que el cine de los ochenta está de vuelta, algo que ya intuíamos gracias a la figura del admirado por unos y denostado por otro JJ Abrams (cada día y con cada visionado defiendo más su magnífica Super 8) y que se ha constatado con el éxito de éste film. A nadie se le puede escapar que el film contiene ese aroma de cine familiar en el que crecieron grandes figuras como las de Steven Spielberg, Joe Dante, Robert Zemeckis o George Lucas (si lectores más jóvenes, hubo un tiempo en el que además de amasar dinero con sus juguetes y merchandising era un gran director y productor).
James Gunn se declara absolutamente admirador de éste cine con una comedia gamberra repleta de acción plagada de guiños u homenajes, con un guión y una dirección que parecen sacadas de hace más de tres décadas.

Nudo:

Guardians of the Galaxay nos presenta la historia de Peter Quill, un joven humano que la misma noche de 1988 en que pierde a su madre es abducido por una nave extraterrestre, varios años después nos lo volvemos a encontrar como Star Lord, un ladrón y forajido buscavidas y cazarecompensas.

En una escena inicial que claramente homenajea a En Busca del Arca Pérdida a Chris Pratt no le hacen falta más que unos pocos segundos para hacerse con la función, ponerse su música, comenzar a bailar y derrochar carisma y simpatía en la pantalla. Muchos guionistas se vuelven locos para encontrar el modo de que su protagonista conecte con la audiencia, pero en el fondo es algo bastante simple, hay que encontrar el actor adecuado para el papel adecuado, igual que Harrison Ford lo fue para Indiana Jones y Han Solo (los dos principales referentes del personaje de Quill), Pratt es Star Lord y en cuanto los espectadores lo ven quieren ser el amigo de ese simpático perdedor, al igual que nos gustaría viajar en el halcón milenario o buscar yacimientos milenarios con Indy.

El robo de una misteriosa orbe en esta escena inicial será la que de inicio a la acción y la culpable de que nuestro protagonista se reúna con Rocket (maravilloso Bradley Cooper con un bombón de papel), Groot (cumplidor Vin Diesel), Gamora (Zoe Saldana excepcional a nivel físico aunque con poca chicha para demostrar algo más a nivel actoral) y Drax (sorprendente Dave Bautista) junto a los que formará un grupo formado por "pringaos" (Peter Quill dixit) y perdedores que será la última esperanza de la galaxia.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
tododesdemisofa
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5
9 de septiembre de 2014
8 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Daniel Monzón es un director que provoca en mi sensaciones encontradas, cuya mejor muestra son su primera y su última película antes del estreno de "El niño". En su estreno con El corazón del guerrero me pareció que era un director que intentaba desmarcarse de la senda común del cine español en la idea inicial pero con una resolución final torpe y fallida cayendo en muchos errores típicos del cine patrio, sin embargo en la maravillosa Celda 211 pensé que Monzón había alcanzado el punto de madurez suficiente para convertirse en una de las grandes esperanzas del cine de género español, aprovechándose de un reparto impresionante (pese al error de darle el protagonismo a un actor prácticamente novel como Alberto Amman que bajaba el nivel, Antonio Resines, Marta Etura y unos sublimes Luis Zahera y Luis Tosar se comían la pantalla) y del magnífico guión escrito a cuatro manos junto a Jorgue Guerricaechevarría construía una notable obra de cine de género que nos hizo pensar que tal vez el maestro Urbizu ya no se encontraba solo y podía haber esperanza para éste tipo de cine en España.

El niño se basa en la historia real (aunque con muchas licencias cinematográficas) de El Nene, el que fue considerado durante muchos años uno de los mayores narcotraficantes de hachís de Europa. Monzón elige dividir la historia en dos líneas de narración paralelas, que poco a poco se van encontrando pero con un gravísimo problema de irregularidad en lo que a su calidad se refiere.

Por un lado tenemos la historia de El niño, interpretado por el actor novel Jesús Castro que como a éstas alturas debe ser sabido por todos debido a la intensa campaña publicitaria de Telecinco Cinema, era un joven sin ningún tipo de experiencia que fue elegido cuando acompañaba a un amigo al casting. El niño es un joven que vive en el sur de Cádiz junto a su amigo El Compi (un mucho más acertado Jesús Carroza) sin demasiadas esperanzas de futuro cuando se les presenta una oportunidad de ganar dinero debido a su habilidad con los vehículos acuáticos trasladando un cargamento de droga, a partir de aquí decide unirse a Rachid y su hermana Amina para comenzar a pasar droga por su cuenta.

Por otro lado nos encontramos con la historia de Jesús y Eva, dos agentes de policía que llevan años luchando contra el paso de droga en la frontera entre España, Marruecos y Gibraltar y que contemplan desesperados como todos sus intentos de atrapar a un narcotraficante conocido como El Inglés fracasan uno detrás de otro.

Es esta historia, la de la investigación policíaca, la que otorga mayor empaque y calidad al film, con un acercamiento que intenta imprimir un carácter realista y casi periodístico, cercano a lo que pudimos ver en Gomorra (sin comparar ambas películas) por poner un ejemplo, la cinta encuentra sus mejores momentos en la recreación y explicación de como funciona el negocio de la droga en un ámbito geográfico tan delicado como la confluencia entre España, Marruecos y Gibraltar, con un elenco de actores de primera calidad como son Tosar, Fernández, Lennie y López que son capaces de superar algunos problemas del guión en la construcción de los personajes, consiguiendo que la historia fluye de manera progresiva en un constante in crescendo en la tensión, hasta llegar a un final más que acertado y coherente.

Pero si esa es la parte positiva de El niño, es la historia del propio protagonista su mayor desventaja, comenzando por un actor totalmente inadecuado para el papel (error del que Monzón ya debería haber aprendido tras Celda 211) ya que tal y como describe el guión a El niño, Jesús Castro debería poseer un carisma y un magnetismo que hicieran que el resto de sus amigos fueran capaces de seguirle a cualquier parte como su líder, pero lamentablemente Castro no posee aún ese tipo de dotes actorales más allá de una llamativa mirada que se limita a repetir una vez tras otra en la película. Pero no todo es culpa de ese error de casting si no que la historia de como ese grupo de jóvenes decide adentrarse en el mundo de la droga está narrada de forma superficial y perezosa, al igual que la historia de amor entre El niño y Amina, tanto una historia como la otra se suceden sin apenas progresión que explique las reacciones de los protagonistas y hace que el espectador esté deseando volver de nuevo a la parte policíaca que es dónde realmente se encuentra el interés del film.
Aunque para no resultar excesivamente crítico con esta parte de la trama, el lado positivo es que Jesús Carroza demuestra ser uno de los mejores proyectos de actores jóvenes de éste país, dotando de simpatía y gracejo a su "El compi" y Saed Chatiby sorprende gratamente en su primera interpretación con un personaje que desprende verdad por los cuatro costados.

Es por tanto la película un continuo carrusel de altibajos, que en ocasiones parece más un episodio piloto para comenzar una serie que una película, ya que la mayoría de los personajes no están apenas desarrollados, siendo la mayor demostración de éste aspecto El inglés con un tristemente desaprovechado Ian McShane, el cual apenas pasa de ser una figura amenazante en la sombra cuando apuntaba algo mucho más interesante en los primeros minutos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
tododesdemisofa
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7
12 de septiembre de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
En un principio el argumento de Begin Again puede recordar a la anterior película de John Carney, y no nos engañemos, tienen más de un punto en común, pero no por ello debemos considerarla una copia americanizada y suavizada de la anterior como se ha dicho en algún lugar.

De nuevo con la música como parte importante de la historia Begin Again nos cuenta la historia de Gretta, compositora y cantante que rompe con su novio Dave (sorprendente Adam Levine) y Dan un otrora exitoso productor musical y que vive en una crisis familiar y personal permanente desde hace algunos años.

Si no sois excesivamente fans de los musicales, estar tranquilos, no vais a encontraros con escenas en las que los personajes y toda la gente que está a su alrededor se ponen a cantar y a bailar sin ton ni son, si no que la historia está centrada en el mundo de la industria discográfica y por lo tanto la música es parte importante en ella.

Los principales aciertos del film son de nuevo (y digo de nuevo porque en Once pasa algo parecido, así que lo de Carney no es casualidad precisamente) la enorme complicidad y simpatía de su pareja protagonista y una magnífica elección musical y banda sonora en la que los temas no son simples canciones para ambientar la película si no que tienen verdadera importancia y sentido dentro del argumento de la película, como se puede ver en la estupenda escena de ruptura entre Dave y Gretta, en la que la música y las miradas lo dicen todo sin necesidad de diálogo alguno.

He de confesar que Keira Knightley nunca ha sido una actriz que me haya gustado especialmente pero es indudable que en esta ocasión está más adorable que nunca con un personaje que esconde más fuerza de lo que parece por su aparente fragilidad inicial, aunque el que verdaderamente se lleva el gato al agua es Mark Ruffalo tirando de socarronería y cinismo, desprendiendo carisma tanto en sus momentos individuales como en la indudable química en sus escenas con Knightley que llega a su apogeo en una escena con la mejor cita que se pueda llegar a imaginar y en la que de nuevo la música tiene gran importancia.

Tras su experiencia anterior John Carney se sabe dominador de éste tipo de historias por lo que se atreve a jugar un poco más en el modo de contarlo, jugando por ejemplo con los distintos puntos de vista de los personajes a la hora de ver como se llega al primer encuentro de nuestros protagonistas o con una magnífica escena situándonos en la cabeza del personaje de Mark Ruffalo para explicar como construye un productor musical los arreglos de una canción en su mente.

El film nunca reniega de su carácter de feel good movie y pese a que nos presenta varios temas en un principio espinosos como una problemática relación padre - hija tras un divorcio, las dificultades para comenzar de nuevo tras una ruptura o incluso una leve (muy leve) crítica a la industria musical, los aborda de una manera mucho menos áspera que la película anterior del director y los trata de manera mucho más amable (y por lo tanto tal vez superficial).

No se si Begin Again será una película que pase a la historia o quede en vuestro recuerdo de manera permanente, pero sin duda es una inyección de moral y un chute de buen rollo con el que difícilmente ningún espectador salga defraudado.

Esta crítica y más en http://tododesdemisofa.blogspot.com.es/
tododesdemisofa
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5
14 de septiembre de 2014
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jersey Boys es la mejor demostración de la dificultad de definir y comprender la magia del cine, como un proyecto que en un principio reunía todos los ingredientes para convertirse en una gran obra acaba siendo una tremenda decepción.

En un principio mezclar a un director como Clint Eastwood, con una magnífica banda sonora y una historia tan potente como el nacimiento y desarrollo de una banda emblemática dentro del mundo de la música como los Four Seasons, con conexiones con la mafia, dramas personales y disputas internas incluidas, debería ser un cóctel con garantía de éxito pero lamentablemente en ésta ocasión no lo es.


Jersey Boys es fundamentalmente la historia de Frankie Valli, pero también la narración del auge y caída a nivel musical e incluso personal de los Four Seasons, una de las bandas musicales más importantes de la década de los 60.

Pocos peros se le pueden poner a la dirección de Eastwood que continua ofreciéndonos su clasicismo habitual a la hora de rodar pero que en ésta ocasión nos sorprende con continuas rupturas de la cuarta pared para que los protagonistas se dirijan directamente al espectador (recordando al estilo de Goodfellas) lo que hace más dinámica la narración y demuestra que el veterano director aún está dispuesta a experimentar y hacer cosas nuevas.

La música como no podía ser de otra manera es una de la protagonistas principales de la función, y si bien la mayoría de números musicales son bastante discretos, limitándose a ofrecer sus grabaciones, ensayos o actuaciones, las canciones son conocidas por todos y es inevitable tararear esos estribillos tan pegadizos, sin poder compararse con Valli hay que reconocer que John Lloyd Young posee una voz maravillosa.


Pero si esos son los principales puntos a favor hay dos aspectos que lastran enormemente el conjunto final del film, en primer lugar los actores, total ausencia de carisma entre los protagonistas donde únicamente destaca Vincent Piazza, que roba cada escena en la que aparece y cuya ausencia en el tercio final hace que la película se resienta muchísimo, es éste tercio final en el que se demuestra que a John Lloyd Young aún le queda mucho por delante para que su capacidad actoral iguale a sus grandes dotes vocales ya que en el momento que todo el peso de la historia recae sobre sus hombros todo se vuelve anodino e incluso soporífero. Michael Lomenda y Erich Bergen son completamente intrascendentes y es una pena que Christopher Walken y Mike Doyle estén tan desaprovechados, cuando en los pocos momentos que disfrutan en pantalla elevan enormemente el nivel.

Sin embargo es el guión el causante de la mayoría de males del film, no se puede acusar a Marshall Brickman y Rick Elice de desconocer el material ya que ellos son los autores del libreto del musical, tampoco se puede dudar del talento de Brickman, autor de geniales guiones como Annie Hall o Manhattan, pero en ésta ocasión no han logrado dar con la tecla y no han conseguido que lo que funciona sobre el escenario lo haga también en la gran pantalla.
El principal problema es la multitud de frentes que abre sin llegar a ahondar en ninguno, ni en las insinuaciones de la conexión de la banda con la mafia (lastima de nuevo que no se le diera más importancia al personaje de Tommy DeVito), ni en el drama familiar del propio Frankie (no puedes pretender situar a la hija como uno de los puntos claves de la historia cuando no te has molestado en desarrollar su personaje durante todo el metraje), ni en las claves que llevaron a la destrucción de la banda, quedando finalmente en el espectador una sensación de haber visto un resumen acelerado de la historia de éste grupo en el que se han querido contar demasiadas cosas pero ninguna de ellas nos ha sido explicada de manera correcta.

Es una pena que un proyecto que apuntaba tan alto se haya quedado finalmente en un producto tan insatisfactorio, pero cuando uno de los principales cimientos falla de manera tan estrepitosa como es en éste caso el guión, toda la obra se va a derrumbar sin ningún tipo de duda. Los admiradores de Eastwood apreciarán su labor, pese a ser una de sus películas más impersonales éste hombre rueda como los ángeles y eso no hay quién lo pueda negar (el robo de la caja fuerte, ese momento final bajo la farola, son varias las escenas que deja para el recuerdo), los amantes de la música de los Four Seasons saldrán con una sonrisa en la boca al poder recordar sus grandes canciones, pero el amante del cine en general quedará enormemente decepcionado ante lo que pudo ser y lo que finalmente fue, una película que simplemente llega al aprobado y de manera muy justita.
Una pena, a pesar de todo seguiremos confiando en Don Clint Eastwood y que vuelva a recuperar el toque que parece haber perdido con sus últimas películas.

P.D: No he querido hacer mención a ello en toda la crítica, pero de nuevo nos encontramos con una película de Eastwood en los que el maquillaje parece más de Muchachada Nui que de un film de gran presupuesto, debería hacérselo mirar.

Esta crítica y más en http://www.tododesdemisofa.blogspot.com.es/
tododesdemisofa
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8
12 de septiembre de 2014
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Si alguien nos hubiera dicho hace unos cuantos años que la secuela de la precuela (a veces es hasta difícil definirlo) de una película que a su vez ya había tenido un remake (esto empieza a parecer un trabalenguas) iba a ser una de los estrenos más esperados y posteriormente aplaudidos hubiéramos pensado que estaba loco, pero si, El Amanecer del Planeta de los Simios lo ha logrado, y para explicarnos su éxito debemos remontarnos aunque sea minimamente al comienzo de la ya anunciada trilogía de los simios.

En 2011 El Origen del Planeta de los Simios se convirtió en una de las grandes sorpresas del año cinematográfico, lo que parecía una precuela carente de sentido de una historia más que explotada con múltiples películas y un reciente remake se convirtió en un film apreciado y alabado en partes iguales por crítica y público, la cinta de Rupert Wyatt conseguía unir acción, aventuras y unos personajes bien desarrollados para formar probablemente uno de los mejores blockbusters de los últimos años.
Es por ello que extrañó la decisión de la Fox de poner en manos de Matt Reeves el futuro de una de sus franquicias más exitosas, teniendo en cuenta que su experiencia se limitaba a Monstruoso, una película que creo que gana más y más con cada revisionado y Dejame entrar, remake de la maravillosa película sueca y que no he tenido oportunidad de ver pero de la que se habla bastante bien, parecía arriesgado cambiar de un director que conocía perfectamente el material a un semi novato, por suerte la decisión fue más que acertada, ya que El Amanecer no solo mantiene el nivel de su predecesora si no que en mi opinión lo supera y casi llegaría a decir que ampliamente.

Probablemente ya hayáis oído hablar de los primeros 10-15 minutos de la película y quizás no aporte demasiado volver a reiterarlo pero es que es inevitable hacerlo. Cuando una película supuestamente de acción tiene los cojones de comenzar con un estilo cuasi documental mostrándote la sociedad y el modo de vida de una sociedad de simios sin más sonidos que la de los propios animales comunicándose a través de gruñidos, sabes que la apuesta comienza alta, el director deja claro sus principios desde el primer momento, los verdaderos protagonistas del show son los simios.

La película comienza unos años después del final de su antecesora, con los simios viviendo en su propio espacio y su propia sociedad y a la que los humanos llegan en busca de una fuente de energía alternativa, pero antes de éste encuentro el director ya se ha cuidado de mostrarnos las reglas y condiciones de vida de ambas civilizaciones lo que hace que ese momento sea más impactante aún culminando con ese grito de "Fuera" de César que dejó la sala completamente acongojada y en silencio.

La relación entre ambas especies va a ser el leitmotiv principal de la película, las distintas reacciones de humanos y simios al encontrarse, los distintos modos de relacionarse, el miedo, la curiosidad, los recuerdos de César de su pasado viviendo entre los humanos, el rencor de Koba por todo lo sufrido durante los años anteriores, todo ello van a ser el motor que mueva la película durante su maravillosa primera parte a la que muchos puede que acusen de lenta pero que en mi opinión sabe mantener el ritmo perfecto, tomándose el tiempo justo para explicar las motivaciones de los personajes, el diferente estado de ambas civilizaciones (una naciendo, la otra en riesgo de extinción) y el origen del conflicto que inevitablemente va a suceder.

Cuando finalmente la acción hace acto de presencia llega de manera natural, como consecuencia de unas acciones mostradas anteriormente y es que la película gana en el desarrollo de la historia en forma de relato antropológico frente a las batallas que bien dosificadas solo se muestran cuando sirven para hacer que la trama avance y no como un simple despliegue de efectos especiales.

A nivel de reparto, una vez más es necesario resaltar el papel de Andy Serkis, lo que hace éste actor y lo que ha conseguido gracias a su colaboración con Weta debería tener algún tipo de reconocimiento en la próxima entrega de los Oscar, aunque sea a nivel honorífico porque lleva la actuación a un nivel diferente del visto hasta ahora. Al igual que lo de Serkis era algo esperado sorprende gratisimamente la aparición de Toby Kebbell en el papel de Koba, lugarteniente de César y autentico robaplanos de la película. Algo más diluida queda la actuación de los humanos, con unos Jason Clarke y Kery Rusell simplemente correctos ya que sus papeles tampoco daban para mucho más y un desaprovechado Gary Oldman.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
tododesdemisofa
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