Muy buena en sus inicios, mala en su conclusión.

Por desgracia, al haber tanta construcción de personajes durante las primeras temporadas y al ser el desenlace tan apresurado y carente de lógica, la serie se ve lastrada en su conjunto.

Una trama que ha tenido dos ritmos: uno calmado en sus primeras temporadas, en el que las tramas maduraban poco a poco y de forma inteligente; y otro precipitado ya en las últimas temporadas, lastradas por un guión desastroso y sucesos carentes de sentido, todo a manos de David Benioff y D.B. Weiss.

La serie como tal está muy bien realizada pero, la principal pega que le achaco, es que no deja lugar a dudas de la culpabilidad de Robert Durst desde el minuto uno. En mi opinión habría que dejarle un poco de margen al espectador para decidir moralmente lo que cree, (por lo menos en los primeros capítulos) de si Robert Durst es una víctima o realmente un asesino.

Aparte de este pequeño gran fallo de estructura, recomiendo encarecidamente verla a todo aquel que le interese mínimamente el tema, ya que no puedo valorar con menos de un "7 - Buena" a una producción que ha conseguido llevar ante el tribunal a un homicida.

No entiendo las puntuaciones tan altas de la gente para con esta película. No dudo que estuviese bien en su momento (1985) pero la verdad es que a día de hoy se me hace bastante tosca y pesada.

Me gusta Clint Eastwood. Me gusta su cine. Pero esta peli es mediocre tirando a malilla. Las cosas como son.

La película goza de un poderío visual y artístico altamente inusitado. Es impecable a nivel técnico.
Su director Park Chan-wook nos deleita con escenas que son de 10, tal cuál. Y no lo digo por el alto contenido sexual de muchas de ellas, muy bien filmadas y llevadas a cabo de manera muy natural. No, me refiero sobre todo a ese arte que se ve plasmado dentro de la propia película: esa aristocracia instruida en las bellas artes, tales como la pintura y el dibujo, y también la literatura (literatura erótica en este caso) con mención especial a esas subastas literarias tan artísticas, narradas cálida y sutilmente con la finalidad de vender obras de arte erótico (el porno de la época supongo yo) a grupos de clase alta. Si todas las subastas fueran así sería extraordinario acudir a ellas.

Esta película es arte en sí misma y contiene arte en su interior, y esto es lo que más me ha agradado y cautivado de ella. La música también es excelente. No obstante, y aquí viene lo malo... encuentro la narrativa de este film altamente contraproducente. Su guión es enmarañado y confuso, bastante lioso en unos giros de guión que más que sorprender consiguen que el espectador se pierda por momentos. Es el principal y preponderante agravatorio que le encuentro a esta, eso sí, cuidada película en lo concerniente a todo lo demás.

Es un corto interesante y con una coreografía de lucha francamente buena.
La expresividad del rostro de Maul también es de destacar, dice mucho sin usar ni una palabra.

Realizada por aficionados y con muy pocos recursos. Y aún así, es mil veces mejor a lo hecho por Disney.

Me quito el sombrero. Yo por mi parte la considero ya dentro del propio canon oficial.