Estableció un punto de inflexión en el cine de terror con unos elementos que la convirtieron en icónica. Extrema violencia, escenas cargadas de una atrocidad impactante, atmósfera enfermiza y una tensión angustiosa con su clímax en el tramo final. Todo ello ejecutado con una puesta en escena muy realista y una austeridad de recursos en su filmación sorprendente. El tiempo la ha llevado a ser un referente para muchos realizadores del género y ser imitada en multitud de ocasiones.

Tiene unas buenas interpretaciones en general (incluida Sandra Bullock), un estilo narrativo, en la línea de las historias cruzadas de Robert Altman, que resulta atractivo y una banda sonora muy interesante. Pero ganar el oscar a la mejor película es demasiado. Brokeback Mountain era más merecedora de haberse llevado el premio.
Y ahí es cuando los defensores del icono del cowboy americano superviril levantan la voz y el voto (o el veto).
¿Dos vaqueros gays en lo alto del podio? Ni hablar del peluquín.

Una vez vista la mitad de la temporada tengo que resaltar la falta de creatividad y el bajo nivel que está mostrando hasta ahora. Las historias no están muy trabajadas, tienen momentos aburridos y carecen del interés que debería pedirse si eres fan del terror y de series como "Tales from the Crypt". Si hicieramos una comparación con la primera "Creepshow" de 1982, admitiriamos que éstos nuevos episodios hacen todavía mejor a los ya 'de culto' de aquel entonces. Fallida y muy prescindible.

La primera temporada resultaba al menos curiosa y medianamente entretenida. Pero con la segunda el nivel fue decreciendo hasta niveles ridículos. La trama no daba para más y el trabajo de los guionistas es mediocre. Las relaciones entre los personajes en su lado más intimista resultaban empalagosas y su episodio final es lamentable. Merecedora de ser cancelada, aunque esa campaña realizada por sus fans parece haber reactivado un futuro rodaje.
Prescindible.