La película tiene una duración de 115 minutos y fue filmada en Guinea Ecuatorial y algunas partes de las Islas Canarias. Se sitúa en el año 1898, durante un periodo de 11 meses, centrándose en la Batalla de Baler, donde España luchaba por mantener su último territorio en América. Además de contar la historia, muestra cómo era vivir en tiempos de guerra y otros eventos importantes. Algunos historiadores no están de acuerdo con ciertos aspectos de la película y prefieren otra versión hecha en 1945.

Esta película histórica nos traslada a un momento crucial en la historia de España, cuando el país se encontraba en conflicto con sus últimas colonias a finales del siglo XIX. En este periodo, España enfrentaba las guerras de independencia de Cuba y Filipinas, en el desarrollo del film podemos ir apreciando como eventualmente, el imperio español entra declive, mostrando además la historia de manera interna, es decir desde los ojos de los protagonistas de la guerra, reflejando los conflictos internos y los cambios sociales y económicos que experimentó el país en ese momento. Este largometraje presenta de manera vívida durante sus 115 minutos de duración, los dilemas y desafíos del país y como este intentaba mantener su posición como potencia colonial frente a la presión independentista, me parece importante mencionar la Iglesia de Baler ya que desempeña un papel crucial como escenario principal donde se desarrollan muchos de los acontecimientos. Sirvió como refugio para los soldados españoles durante el asedio filipino, mostrando su resistencia y lucha por sobrevivir además la iglesia se convierte en un símbolo de esperanza y desafío ante las adversidades, ya que destaca la valentía y la determinación de los personajes en medio de la guerra.

Los personajes principales son soldados españoles en la Iglesia de Baler durante el asedio filipino.
El Teniente Martín Cerezo, asume el liderazgo de la tropa tras la muerte del Capitán Morenas. Cerezo se enfrenta a la difícil tarea de mantener la moral y disciplina en medio del conflicto.
El Sargento Jimeno, un personaje cruel que complica aún más la situación y la posibilidad de una paz o fin de la guerra debido a su creciente odio hacia los filipinos, aunque gracias a su experiencia brinda apoyo y aprendizaje al grupo
El Soldado Carlos, principal protagonista de la historia, lucha por mantener su humanidad en un entorno brutal y desesperado ya que él no deseaba luchar en la guerra. Su intento de verificar el fin de la guerra lo lleva a enfrentarse a situaciones peligrosas.
El Doctor Rogelio Vigil, encarnado por Carlos Hipólito, representa la esperanza y la compasión en medio del caos. Como médico de la tropa, trata de mantener a los soldados con vida tanto física como emocionalmente.
Otros personajes, como el Soldado Juan, Carvajal y José, interpretados respectivamente por Patrick Criado, Miguel Herrán y Ricardo Gómez, muestran las diferentes formas en que los soldados enfrentan el asedio y la incertidumbre sobre el futuro.
Cada personaje ofrece una ventana única a los eventos históricos que rodearon la pérdida de las últimas colonias españolas, ayudándonos a apreciar las diferentes perspectiva de esta situación.


Como casi siempre ocurre en los films históricos, su fidelidad histórica es debatible, es cierto que los directores buscan más entretenimiento y acción que fidelidad a la historia, por lo que es natural este tipo de situaciones con largometrajes históricos, dicho esto, esta película no debe tomarse como un reflejo perfecto de lo que sucedió realmente, sino como un aprendizaje y una visión emocional de las estupideces del ser humano al ocasionar estas guerras. Aunque los hechos no sean verificados, los sentimientos y las relaciones entre los personajes de la película se reflejan con gran complejidad y detalle. En conclusión, aunque puede resultar lenta en algunos momentos, es una película recomendable para aquellos interesados en películas históricas que quieran pasar un buen rato