Tras WAX, espero que mejore, pero no lo hace, no puede tratarse del mismo director que me entretuvo sobremanera con un western violento y enloquecido, pero sí, se llama Víctor Matellano y le felicito, porque me ha hecho comprar sus dos anteriores películas, al menos ha sacado algo positivo, porque tras ver este remake (Por cierto, la de Larraz es igual o peor), no hay duda de que la gente puede mejorar.

Su primera película tiene un guion flojo, pero ésta es un sinsentido en el que todo se me cae a pedazos. No entiendo nada, ni por qué unos van, otros salen o no, dónde van, cómo termina. En fin, nada, no sé qué pasa en ese caserón y porque salen algunos personajes como Caroline Munro que aportan cero a la historia.

Posee algunas secuencias bien hechas, sobre todo las eróticas y algún que otro momento gore y repulsivo, pero otro punto débil son los actores o, mejor dicho, las vampiras, poco creíbles cuando abren la boca para hablar, no para morder. Me gustó mucho la escena de la bañera, para enmarcar, pero todo termina por desmoronarse como un castillo de naipes.

Máxima desilusión, no entiendo nada.

Tenía máximas ilusiones en ella pero nada de nada, un engaño más de las distribuidoras americanas. Qué desperdicio de reparto, que historia cogida por los pelos a la que no salva ni un magnífico Kong que, ya todo sea dicho, tampoco es superior al de Jackson.

Aburrida y repetitiva, con un guion cogido por los pelos en que los personajes no son más que monigotes para que al menos alguien hable por ahí y no solamente se escuchen gruñidos.

Siempre me hacen lo mismo. Cuando veo una película de un director al que no conozco tiendo de inmediato a comprar sus películas, en este caso otra desagradable estafa y mira que su última película me parece muy buena, pero sin duda sus inicios no hacían esperar este camino.

WAX no ofrece nada nuevo, es repetitiva y cansina por momentos, únicamente salvados por el malvado de la función. La paranoia del protagonista no me angustia y no consigue arrebatarme ni un solo momento de nerviosismo en ese juego del gato y el ratón que lleva a cabo por el sinuoso museo de cera de Barcelona (Por cierto, un poco mejores las figuras que las del de Madrid, pero probablemente España tengo los dos peores museos de cera del mundo. Al menos el edificio de Barcelona es muy atractivo y pasa a ser un buen decorado). Por el contrario, me quedo esperando a que aparezca el Dr. Knox para salvarlo todo, pero no es suficiente, no me atrapa.

Un debut correcto que a veces entretiene y a veces no, pero sin nada nuevo que ofrecer en esa moda (gracias a Dios ya pasada) del founfootage.