Tras haber visto The Walking Dead desde la primera temporada hasta la última, te das cuenta de que siempre se repite lo mismo. Es como si vieses una serie en bucle; un momento de tranquilidad y búsqueda de un nuevo hogar, un enfrentamiento violento con gente no amigable del que salen victoriosos con más o menos sacrificios, y vuelta a empezar. Sin embargo, esta serie tiene un gancho indescriptible. A pesar de lo lenta que es y de lo pesado que te resulta ver los capítulos de relleno, siempre hay pequeños detalles que comentar y que tener en cuenta, y a lo largo de la serie te vas dando cuenta cómo la mentalidad de los personajes va cambiando para bien o para mal.

Personalmente yo no soy muy fan de las películas o series de televisión del ámbito futurista, me gusta más ver algo que podría pasar en un futuro muy cercano, a algo que podría pasar en un futuro bastante más lejano. Es una serie que engancha, mantiene la tensión capítulo tras capítulo (lo que te hace engancharte de una manera horrible), y combina perfectamente el aspecto de futurismo y ciencia ficción, con la acción como la conocemos hoy en día.