Después de ver los mediocres Batman de Burton, y los penosos de Shumacher, me dispuse, sin muchos ánimos a ver ésta película.

El reparto, fabuloso: Christian Bale, impresionante, daba gusto verlo; Michael Caine muy bien, Liam Neeson fabuloso, Morgan Freeman es Morgan Freeman, Gary Oldman bien, Katie Holmes cumple, y Cillian Murphy muy bien.
La música, por el grandísimo Hans Zimmer, impresionante, aún mejor que la de Danny Elfman.

El prólogo de los 50 primeros minutos me pareció fabuloso, pero al verlo me entraron unas ganas increíbles de ver al Batman ya en acción.
Al ver el Batman, ví que así es como debe ser un superhéroe, justiciero, real, enmascarado, misterioso, fuerte, valiente y sacrificado.
Después, al ver el final, aún se hizo más bueno el resto de la película. Todo encaja.

Al acabar de ver la película, me sentí vacío. Me faltaba, y me falta algo.
Este vacío, sólo podrá llenarse de dos formas, casi imposibles:
1. Convertirme en Bruce Wayne, o en un justiciero importante.
2. Hacer una película tan buena como Batman Begins.
No me he cansado aún de ver esta maravilla, probablemente la habré visto ya más de 20 veces, y sólo hace dos meses que la tengo.

Doy gracias a Nolan, ya que me ha hecho pasar el mejor rato de mi vida, entender el sentido de ésta, entender la ira y la culpabilidad, y encontrar el modo de ser un justíciero importante en este mundo.
También, le doy las gracias al guionista David S. Goyer por dejarme un gran repertorio de expresiones que amo tanto.
Si me dijeran cuál es la cosa que amo más en esta vida, diría Batman Begins.

En fin, saludos, y a esperar hasta 2008 para ver la siguiente Batman Begins, y al Joker de Nolan.