Todo comienza con una voz en off en la que la protagonista nos confiesa su visión de la vida, que en este mundo hay dos tipos de personas (la gente que aprovecha y de los que se aprovechan) y que ella se decidió a ser parte del segundo lote, estrujando a ancianos sin familia a través de su trabajo como tutora legal.

Y sí, el pensamiento y accionar de Marla Grayson (Rosamund Pike) hace que odies profundamente a esta persona falsa, manipuladora y sin escrúpulos. Y a medida que avanza la historia te ubica casi sin remordimientos del lado de su oponente (Peter Dinklage, garantía infalible de gran actuación), a pesar que este es un desalmado ex-integrante de la Mafia Rusa. Y querés que el petiso le haga lo peor, tal vez como una especie de paliativo estúpido e inocente ante la idea de que algo así debe suceder habitualmente en la realidad, hablo del aprovechamiento de los bienes de ancianos desvalidos por parte de esta lacra que utiliza las leyes para su beneficio.

La película transcurre bien y mantiene la tensión sin fisuras hasta que, mediando la misma, parece como si el director se hubiera ido de canuto de vacaciones y para no perder su salario dejara a cargo de la filmación a un subalterno inexperto, transformando la parte final en una secuela de mucho menor calidad. Y dónde no había fisuras en el guión hay huecos en los que no existe enduído que los tape, dónde había inteligencia hay incoherencia, dónde había intriga hay estupor.

Mi calificación es el promedio entre ambas fracciones. Una lástima tanto neón desperdiciado en un desarrollo con tan pocas luces. (6)

¿Amás el cine? ¿Te fascina conocer los entretelones en la filmación de esas películas que disfrutaste? ¿Viste la saga de "El padrino" tantas veces que ya sabés casi de memoria sus diálogos? ¿Te enteraste que existe una serie llamada "The Offer" que narra parte de lo problemática que fue su realización? ¿No sabés si verla porque algunos críticos que quieren demostrar que saben más del séptimo arte que Bergman, Scorsese y Kurosawa juntos se ubican en ese pedestal intelectualoide para minimizarla? ¿Vas a darles pelota? ¿Te vas a perder un gran entretenimiento sin la posibilidad de emitir vos tu veredicto? ¿Qué hacés que no estás maratoneando esta gran serie con un buen trago a tu lado? ¿Eh?

- "Scooby Doo" era una serie de dibus de Hanna-Barbera que estaba destinada al público infantil; "Velma" es una serie de dibus dedicada al público adulto.

- "Scooby Doo" era un clásico exponente de la inocencia de las series de los 70; "Velma" es una inequívoca foto del delirio woke de esta década.

- En "Scooby Doo" el grupo de jóvenes detectives estaba formado por un perro parlanchín, dos chicas y dos chicos; en "Velma" no hay ni rastros de Scooby Doo, Velma es una morena del sur de Asia (y lesbiana), Shaggy afrodescendiente y Fred y Daphne al ser de tez clara cumplen con la premisa de mostrarse como seres insufribles.

- En "Scooby Doo" los protagonistas resolvían fantásticos casos demostrando al final que lo sobrenatural siempre tenía su origen en algo terrenal; en "Velma" hay un sólo enigma y es cómo fue que convencieron a los creadores de "Misterio a la orden" de dar luz verde a la creación de este engendro.

- Es necesario aclarar que no estoy en contra de la diversidad racial y sexual en un producto artístico, sólo aborrezco la destrucción de míticos personajes clásicos bajo este concepto y que el requisito para iniciar un proyecto nuevo sobre alguno de ellos deba ser cambiarle la identidad sexual, el género, el color de piel y hasta la personalidad que los caracterizaba.

- No te voy a aconsejar no verla, al contrario, mirala, sé feliz con esta realidad alterna que te quiere vender gran parte de los entretenimientos fílmicos de esta época en la que todo grupo de amigos cuenta con la diversidad como norma. De acá a un par de décadas cotejando la ideología de estas películas y series que se producen en la actualidad, nuestros hijos van a pensar que así era en la vida real esta fabulosa etapa de postureo inclusivo y celestial.

Soy admirador de Miguel Bosé. No de su faz actoral sino de su carrera musical, particularmente la que abarca los discos desde Bandido hasta Laberinto, con sus canciones inoxidables, cambios de propuestas, busquedas artísticas. Más allá de esté período, si valoré siempre esa necesidad de presentar algo distinto con cada disco, reformular los viejos temas, adaptar los espectáculos al estilo de cada nuevo trabajo. Pero considero que sus composiciones o los temas elegidos para formar parte de los posteriores repertorios a la época citada no están a la altura de su real capacidad.

La serie también va de mayor a menor. El interés que en sus comienzos provoca conocer cómo Miguel fue cimentando su exitosa y particular carrera se contrapone con algunos fragmentos de la etapa final dignos de una mala telenovela de la siesta. Entiendo que se le haya querido imprimir un tono melodramático y no tan documentalista pero sólo se consigue dispersar la atención. Los últimos episodios son realmente soporíferos y podrían haberse resumido en sólo 15 minutos. Otro de los factores a criticar es la abrupta mutación en el relato del Bosé joven (José Pastor) al Bosé maduro (Iván Sanchez) que en menos de un lustro de historia no cuaja visualmente.

En resumen, con sus fallas y sus aciertos es un producto que se deja ver pero que no consigue mantener la atención en forma regular. Igual, más allá de estas palabras, estoy seguro que a los fans acérrimos de Miguel Bosé les va a encantar.

A esta altura está más que claro que Michael Myers no es un ser humano normal, es una abominación del demonio. Manteniendo la coherencia, esta película también lo es. Intuyo que esos jóvenes que con dos mangos dieron vida a aquel film bisagra en la historia del terror allá por los 70's, nunca pensaron que se llegaría a exprimir tanto esa buena idea logrando tanta secuela innecesaria en pos de dinero fácil. Y que en el camino sus preceptos básicos (nada de sangre, estirar el suspenso y provocar miedo) se irían perdiendo transformando al bueno de Michael en una cruza de Terminator, Chuck Norris y Jason Voorhees (curiosamente, quién tomó la posta de aquel Halloween inicial).

Aquí lo que sobra es sangre en algunas escenas y falta de ella en otras, muertes innecesarias sin imaginación, un exasperante resumen de lo ocurrido por parte de los protagonistas como si fuera una novela de las tres de la tarde, carencia de empatía con los futuros fiambres, personajes que vuelven del pasado traídos de los pelos, una masa de gente inepta que le da la cabeza sólo para gritar mucho y un absurdamente obvio final.

Con tantas veces que murió y resucitó el hombre de la máscara blanca, no me sorprendería que de acá a unos años nos regalen "Halloween 28: el regreso final pero esta vez en serio". Disculpen, yo paro de ver la saga en esta.