Los mensajes amenazadores que comienza a recibir la familia terminan por destapar problemas de convivencia dentro del matrimonio y una personalidad (parece que ocultada) del presentador de tv y que puede tener que ver con sentimientos anti inmigración, que partirían del conflicto infantil con el supuesto acosador (la escena con el chico en bici cuando cruza la calle parece que incide en esto)

Es muy interesante la colocación de la cámara con planos fijos con los que tenemos la perspectiva de la víctima (cámara de seguidad de la casa) y del supuesto acosador (en las cintas que reciben). Nunca deja claro quién es el responsable y de hecho termina la película con un plano que vemos anteriormente del instituto del hijo, como si el acosador siguiese acechando.

Creo que en el juego de no dar todas las respuestas, la historia no es consistente (por ejemplo el conflicto del niño respecto a la supuesta relación extramatrimonial de la madre, es muy forzado) y por momentos, con el uso de esos plano largos (cámara de seguridad) el ritmo es demasiado lento.

Desde un punto de vista histórico parece difícil pensar que Israel tuviese solamente un papel de observador en la matanza, y esa es la lectura que se puede sacar de la película.