Justine sabe algunas cosas, sabe por ejemplo cuantas alubias había en la botella, pero también sabe que estamos solos en este mundo y que la tierra esta llena de crueldad. Tiene tanta conciencia de ello que a veces no puede ni caminar, se niega por más que lo intenta a participar de esta farsa... sin embargo hay en ella una paz demoledora, conoce lo absurdo del ser y espera el fin del mundo como sin la cosa no fuese con ella...
Su hermana, Claire, es toda "humanidad", lucha constantemente, de una u otra forma, por salvar las vidas de los que están a su alrededor.

Así se va desarrollando la película, con un ritmo pausado y unas bellas imágenes.. el resto lo hace Tristán e Isolda.

Incomprensiblemente sólo se me vienen a la cabeza, puntos negativos y me pregunto porqué decidí darle una puntuación de 6.
Lo cierto es que no puedo parar de pensar en los rancios y desfasados valores que esta cinta intenta transmitir; la navidad como panacea a la desesperanza humana, el adoctrinamiento clásico cristiano donde irónicamente el sacrificio se muestra como liberación, la concepción maniquea del bien y del mal, y como no..esa bochornosa y abominable escena en la que se muestra lo que ha de ser obligatoriamente las antípodas de la feminidad: una mujer no muy agraciada físicamente, que encima es soltera y para colmo va a la biblioteca.
Algunos podrían tacharme (no sin razón) de estar obviando el marco temporal, pues si bien ellos eran hijos de su tiempo yo lo soy del mío y como tal pienso...

La historia en sí evidentemente es bonita,.... pero a mi me ha parecido completamente descabellada, no creo que este tipo de cine deba ser obligatoriamente un instrumento donde plasmar la realidad, o un modo de crear una conciencia colectiva (que por otra parte no estaría de más, dicho sea de paso...) aún con esto, a esta historia en concreto, donde se tratan unos supuestos valores tan profundos, unas supuestas emociones tan fuertes y un momento concreto tan duro de la historia de un país, si le hubiera pedido un poco más de compromiso a la hora de narrar la historia.