El debut de Celine Song en el largometraje no podía haber resultado mejor.

Resumiendo mucho, el argumento es un "chica le gusta a chico, pero ya está emparejada". Manido como ningún otro tema. Para colmo, eligen la Ciudad de Nueva York como escenario, otra vez más. Encima es tirando a lenta.

Sin embargo, la naturalidad y realismo del guión salvan a una cinta que fácilmente se hubiese sentido como algo "mil veces visto". Esto no es un cuento de hadas y las cosas ocurren como uno esperaría que ocurriesen en nuestro mundo, sin que por ello caiga en el aburrimiento.

Cabe además aplaudir a A24 por ser (¿la única?) productora estadounidense que se atreve a filmar en idiomas extranjeros. La mayor parte del filme está en coreano y, además, nos introduce una parte de su cultura: la noción del in-yun. No quiero desvelar de qué se trata, pero es el elemento poético que le pone la guinda metafísica a su, por otro lado, simple historia.

La animación de esta película es algo de otro nivel. La mezcla de estilos, el dinamismo de cada escena, los juegos de cámara... Es apabullante lo que han hecho los de Sony Animation. Ahora bien...

La sobresaliente animación no está al servicio de la historia, sino que le pone la zancadilla en todo momento. Es como ver un videoclip de más de dos horas, y no uno en donde la narrativa destaque precisamente. Los efectos visuales sorprenden, impresionan, hasta que hastían, cansan y te dejan fatigado. ¿Eran necesarios tantos cortes, saltos y explosiones? ¿Al director le pareció que un plano de más de 24 fotogramas aburriría? Al compás de este ritmo agotador están los diálogos. ¡Más de 3000 líneas! Para ponerlo en contexto, películas de 3 horas como Titanic (1600) o El Padrino (1300) o la propia Spider-Man: Un nuevo universo (1800) se se quedan muy por detrás. Resultado: los personajes no callan, aunque tengan poco que contar. Los guionistas pensaron: "Si queréis clichés, tomad tres tazas". Las situaciones son típicas; los dramas, insulsos, y la historia nunca acaba de arrancar a pesar del tiempo que se toma en ello.

El colmo de la película es la desfachatez de los productores, que han decidido partirla en dos partes, dejándola sin desenlace después de 140 minutazos de excesos. No es que sea una estrategia poco habitual (por desgracia), pero en otros casos tuvieron el detalle de avisar de que estábamos ante una 'Parte I'.

Discúlpenme los fans del personaje, pero más allá de lo comentado, creo que, a título personal, la historia del hombre araña ya huele. No he visto todas las películas que han salido ni jugado a todos los juegos, pero tengo la sensación de haber visto lo mismo una y otra vez.

Así lo creo. Sí, Anastasia, la ópera prima de Fox Animation Studios (y única que cosechó cierto éxito) es la mejor historia que ha contado la animación tradicional, al nivel de Chihiro, aunque no creo que sean comparables.

Esta película lo tiene todo y lo logró con un presupuesto tirando a ajustado respecto a la compañía del ratón. Si no se lleva un 10 es por lo que ya comentan tantísimos comentarios que lastran sus bondades con treses y unos: la manipulación histórica es real. Se podía contar una historia desde el punto de vista de los zares sin por ello ponerlos como víctimas de una turba enfurecida y salvaje de ciudadanos rasos.

Llevo toda una vida retrasando el visionado de esta película. Temía que fuese un bodrio para los tiempos que corren: larguísima, lenta, predecible y teatralizada. Al final, la he visto para "tacharla de mi lista".

Me arrepiento de todos mis prejuicios. 'Lo que el viento se llevó' es una película perfectamente disfrutable aún hoy en día tanto por sus aspectos técnicos (con un uso fantástico, si bien saturado, del Technicolor) como narrativos. A pesar de durar casi cuatro horas, en todo momento ocurren cosas y apenas hay escenas que duren más que unos pocos minutos. Es como si hubiesen comprimido varias temporadas de una serie y dejado sólo lo relevante.

No tengo nada que añadir a todos los encomios vertidos en el excelente dúo protagonista y el grandilocuente montaje a su alrededor. Sí diré que me ha sorprendido mucho lo poco cliché que resulta todo. Los personajes distan mucho de lo arquetípico: Escarlata, que tan pronto es una sensible princesa como una víbora sibilina; Rhett, un caballero de los de antes, pero dotado de una mordaz, incluso hiriente lengua. El hecho de representar la Guerra de Secesión de los EE.UU. desde el punto de vista de los perdedores también es raro de ver y agradezco esa decisión.

Como puntos negativos, donde se le notan los años a la cinta:
- La calidad de los micrófonos de la época hacen muy difícil escuchar las voces originales sin subtítulos.
- La música llega a resultar cargante.
- Algunas tomas exageradas, en especial las bofetadas.
- Tal como critican ciertos revisionistas, la idealización de la esclavitud está presente, aunque el personaje de Mammy, la criada, sea mi personal favorito.

En 1939, estoy convencido de que le hubiese puesto un 10. Hoy en día creo que no baja del 8 y la recomendaría a cualquiera que todavía tuviese prejuicios sobre el cine antiguo.

Me apena que la fama se la haya llevado la cinta de Tom Cruise, cuyo argumento… ¿de qué iba? Creo que de aviones besándose en el aire.

Oficial y caballero —que bien podría llamarse El oficial más caballero, guapo, galante, valiente y mejor amigo y amante del mundo—, en cambio, no reduce su historia a un entrenamiento militar. Si bien es una americanada peliculera, patriota y manida como pocas, es efectista y funciona.