Película policiaca a la francesa, con grandes niveles de realismo, sin adornos ni florituras. Esto es lo que me gusta de ella, que te olvidas de que estas viendo una película y te metes de lleno en la resolución de un caso de asesinato.

Interpretaciones muy naturales que nos hacen ponernos en la piel de los personajes rápidamente: policías encargados del caso, padres de la víctima, amiga de esta...)

Buen uso de las de notas musicales y silencios para crear tensión.

Historia de crímenes en la actualidad relacionados con los años en que Lituania se independizó de la Unión Soviética. No logra crear demasiada intriga y a veces es algo confusa. A pesar de lo violento de los crímenes, no consiguen impactar. Ningún personaje te llega a cae bien.

Tiene un par de puntos de humor negro buenos.

Fracasa como thriller, y quizá lo único que me haya mantenido hasta el final es su inhóspita atmósfera y lo poco común de sus localizaciones.

Planteada con una narración desde un punto de vista novedoso, con cinco planos secuencia sin orden cronológico que rodados de otra forma no acapararían tanta atención. (Si nos puede recordar a Tarantino en esto y en lo extenso de algunos textos..) Dennis Hauck hace uso de buenos recursos cinematográficos en esta ópera prima.

John Hawkes borda un papel que parece hecho para el, un detective privado con interesante profundidad, al que seguimos en los cinco ''capítulos'' con ganas de relacionarlos e hilvanar la trama.

Se agradece ver este tipo de cine en el que la mera originalidad (aún estando ya todo inventado) te mantiene atento a la pantalla.

Película que divierte y visualmente impecable. Escenas de acción aéreas dirigidas con brillantez. Técnicamente muy correcta.

Buena secuela por momentos nostálgica, con todos los ingredientes de la primera (heroicidad, romanticismo...) pero sin mas. Lo pretende, pero en mi caso no llego a emocionarme.

No entiendo muy bien sus nominaciones como mejor película tanto el los Globos de oro como los Oscars, la veo muy simple. Válida para entretenerse una tarde viéndola simplemente.

Consigue mantenernos pendientes de la intrigante trama. Bien ambientada y dirigida, pese a su duración no se hace pesada en ningún momento.

Buenas interpretaciones destacando la de Lennie, quien brilla con la hipnotizante gesticulación de su cara y la elocuencia de sus extensos diálogos. Lleva el peso de la película y nos mantiene en suspense en todo momento.

Complaciente al terminar recordándonos la sensación al acabar el libro.