Estoy con todos en que técnicamente es muy buena, mires por donde mires. Pero además, a mi, me causó un gran impacto las expresiones de William Hurt. Había visto muy pocas películas de este gran actor, y ha conseguido instalarse en mi lista de "favoritos". Sus rostros son increíbles, te inundan de sensaciones y te hacen mudar misteriosamente de perspectiva según su situación. Desde la más profunda y dulce tranquilidad hasta la más aterradora y amenazante soledad. Secillamente perfecto. Argumento, guión, fotografía, música y sobre todo el reparto de esta imprescindible película me han hecho pasar uno de mis mejores momentos delante de una pantalla, gracias...

Hay veces que te encuentras con algo único y mágico, lo disfrutas e incluso lo aprecias pero llega el momento en el que pasas a otra cosa y poco a poco lo vas apartando en un rincón de tu memoria. Como todo, no lo valoras lo suficiente porque pasan los años y te confías en que vas a ver esa magia de nuevo, ese algo que buscas porque sabes que existe, pero te equivocas...

Un día, pasados los años, vuelves a desempolvar un viejo dvd... Te das cuenta que lo recuerdas todo y que siempre lo has tenido ahí y te ha acompañado. Un asesino, el Battōsai y la querida Tomoe, el olor a sangre sobre la nieve y la sensación de que su herida es la tuya y nunca se terminará de cerrar en un sufrimiento eterno.

Decir que la banda sonora es una auténtica delicia y que no solo resuena en mi mente desde hace años, también en mi coche porque suelo oírla de vez en cuando, creyendo que voy a ver a un vagabundo pelirrojo salir de un bosque de bambú con una espada en el costado... De los dibujos, que son muy buenos, con ese toque realista y lúgubre que conjunta perfectamente con la historia que nos cuentan, cruel y bonita.

Impactante, tierna, violenta, poderosa y jodidamente inolvidable obra maestra.

Kenshin, tu herida es la mía.