Esta es una película sobre un software que redacta. Tan aburrido como eso. Y si usted quiere pretender que detrás hay un Borges renacido, un existencialismo sartreano o una fenomenología hegeliana a la exponencial, es libre de hacerlo, pero al final es solo un software (que nunca va a existir) con una voz sensual.

Alarmantes las pretensiones de tomar esta película por "profunda" y llena de sensibilidad. LLena de inútiles esfuerzos por antropomorfizar un software. A decir verdad, me extraña que algo tan pobre llegara a ser nominado y/o premiado.

Me intriga que los críticos aquí tomen esto como algo relacionado con el amor... El amor no tiene nada que ver con un software, y quién crea eso, debería agarrar un libro de Platón para empezar.