Haz click aquí para copiar la URL
España España · Sevilla
Críticas de Seldon
1 2 3 4 10 20 49 >>
Críticas 245
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
7
22 de octubre de 2017
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
En un excelente documental sobre el proceso de creación de Blade Runner (incluido en una de sus muchas ediciones especiales) Hampton Fancher, el primer guionista de la historia, cuenta que la escena inicial de la película no era la del ojo, el Hades (como se la llmó luego) y el vuelo del spinner hacia la torre Tyrrell, sino que la película original iba a empezar de un modo muy diferente: un personaje (Deckard) llegando en coche a una apartada cabaña en medio de la nada, donde había un hombre guisando algo al fuego en una olla, y como, casi sin mediar palabra y sin motivo aparente, Deckard disparaba y mataba a ese hombre. Era la presentación del personaje del Blade Runner.

Después, el director Ridley Scott despidió al guionista, se contrató a otro (David Webb Peoples) la escena inicial cambió y la historia acabó siendo una mezcla de escenas escritas por Fancher y por Peoples.

Para mi sorpresa, Blade Runner 2049 comienza justamente recuperando esa escena inicial, lo que ya no sorprende tanto cuando averiguas que el guionista de la secuela es justamente Fancher.

Soy un fan incondicional de Blade Runner, creo que es probablemente la mejor película de ciencia ficción que se ha hecho nunca y una de las mejores películas (a secas, sin género) de la historia. Así que cuando anunciaron hace unos años que iba a haber una secuela me temí lo peor. Más incluso cuando vi lo que había hecho Scott con las precuelas de la saga Alien (Prometheus y su continuación). ¿Por qué? ¿Era necesario repetir otra vez los mismos clichés? ¿Qué iba a aportar?

Cuando dijeron que el director elegido no iba a ser Scott sino Denis Villeneuve la cosa no pintaba mejor: Villeneuve no era un mal director, pero viendo que había hecho películas de un tono tan diferentes como Priosioneros, Incendies o Sicario, pues no me parecía el director más adecuado para una cinta de ciencia ficción.

La cosa empezó a cambiar cuando vi La llegada: Villeneuve no solo era capaz de dirigir una película de ciencia ficción, sino que era capaz de hacerlo bien y además de no hacer la típica película de ciencia ficción llena de acción, batallas, y naves espaciales... había esperanza.

Con todo, procuré no saber absolutamente nada de Blade Runner 2040: no averiguar nada del argumento, no ver ni un solo trailer ni promo... aislarme lo más posible e ir a verla sabiendo lo menos posible.

¿Y el resultado? Soprendente y agradablemente bueno... No solo es una buena película, es una gran película. Es una mas que digna sucesora del clásico original... con lo difícil que resulta eso. Intentar continuar la historia de un clásico de este calibre, de una película que ha marcado la estética de la ciencia ficción durante décadas, es muy arriesgado y muy difícil.

Si repites demasiados elementos, situaciones o personajes te acaba saliendo una especie de continuación innecesaria y que no aporta nada nuevo. Si te apartas demasiado de su predecesora, si introduces demasiadas cosas nuevas,... corres el riesgo de traicionar el espíritu del original y de acabar haciendo una cosa completamente distinta, que qui´zas no sea una mala película, pero que desde luego no va a ser vista como parte del universo Blade Runner en realidad.

Villeneuve logra lo que me parecía (a mi por lo menos) imposible: el equilibrio entre lo nuevo y lo viejo. Contar una historia que no es nueva sino una continuación coherente de la antigua, introducir los suficientes elementos del clásico como para que la costura entre ambas no se note, a la vez que mete los suficientes elementos nuevos para que la historia siga avanzando, resulte interesante, y encima no traicione el espíritu original.

La música merece un comentario aparte: sí, falta Vangelis... y sí, se le hecha de menos. De todas formas –y aparte de recuperar algunas melodías de la original para que la transición no resulte demasiado abrupta- la música de esta nueva película es oscura, bronca, amenazante... y adecuada para el tono de la historia. Cuando la estaba viendo, pensé que el compositor era Jóhann Jóhannsson, que ya había trabajado con Villeneuve en Sicario y en La llegada, y que tiene un estilo muy marcado e identificable, aunque quizás no demasiado “variado” (si recordáis la música de estas dos películas sabréis a lo que me estoy refiriendo). Pero no, resulta que la música –para mi sorpresa- es obra del polifacético Hans Zimmer, aunque sospecho que el que esté tan alejada de lo que suele hacer se debe a que en gran parte se debe más a Benjamin Wallfisch, el otro compositor.



A ver, es evidente que Blade Runner 2049 no supera a su predecesora, que ni siquiera la iguala, cosa que quizás fuera posible, pero que –con una película de culto como la original se me antoja imposible, entre otras cosas porque se hiciera lo que se hiciera con la secuela no contaría con el enorme plus y la enorme ventaja de ser original, de no haberse planteado ya antes. Pero con todo es una muy digna continuación y una gran película de ciencia ficción.

Más en: https://el-pobre-cito-hablador.blogspot.com/2017/10/blade-runner-2049-una-muy-digna-sucesora.html
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Seldon
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
4
24 de septiembre de 2017
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
El verano de 2017 ha sido prolijo en adaptaciones de Stephen King, bien a la gran pantalla (La Torre Oscura, It), bien a la televisión, entre estas, The Mist, La Niebla.

Parece que (casi) siempre las mejores adaptaciones de Stephen King al cine son las que provienen de novelas cortas o de cuentos. Es como si las novelas, por lo general largas- de King, no soportaran bien una adaptación a la pantalla (repito, en general), como si hubiera que sacrificar demasiadas cosas para ajustarlas a una duración decente, de alrededor de dos horas. Esto lo comprendió bien Frank Darabont, que además de Cadena Perpetua, y La Milla Verde llevó a la pantalla The Mist hace ahora 10 años. Todos ellos novelas cortas (o cuentos largos como prefieras) en su versión literaria.

Lo lógico sería pensar que una serie de TV es lo adecuado para adaptar libros de cerca de 1000 páginas, (o incluso más largos). Así que cuando se anunció que iban a volver a adaptar The Mist, pero esta vez con formato de serie, lo primero que me pregunté es si la historia daba para tanto.

La Niebla, como tantas otras historias de King se desarrolla en un pequeño pueblecito de Maine, donde un grupo variopinto de personajes (otra constante en su obra) quedan atrapados. En este caso quedan atrapados en un supermercado, cercados por una misteriosa niebla que lo cubre todo, abatiéndose como un manto sobre el pueblo, limitando la visibilidad a poquísimos metros.

No importa mucho el origen de la niebla en sí (aunque a lo largo de la novela se deja entrever cual podría ser), y si me apuras tampoco importa mucho la niebla en sí misma. Sí claro, es lo que los mantiene encerrados, y no por no atreverse a conducir con niebla, sino porque dentro de ella pululan extraños seres, monstruos apenas entrevistos, que se matan o se llevan a los primeros incautos que se atreven a salir.

Creo que lo que más le importa a Stephen King (como por ejemplo después haría en La Cúpula) es la tensión que se crea entre los personajes, la rivalidad, las desconfianzas y las alianzas entre ellos: en el grupito de personajes están presentes el pequeño tirano, autoritario por naturaleza, el líder sin proponérselo, el sabihondo que pronto se comprobará que tampoco sabe tanto como cree, etc.

La verdad es que a Frank Darabont, partiendo de esta historia, le quedó una adptación bastante decente y resultona. Era fiel al espíritu del libro, y también era fiel a lo que allí se narraba. Sin embargo, la serie, 10 años después es otra cosa.

¿Habéis tenido alguna vez esa sensación cuando algo no os acaba de convencer pero no sabéis exactamente el porqué? Bueno pues eso es exactamente lo que pasó a mi viendo La Niebla. En realidad están todos los elementos de la historia original: los personajes atrapados (esta vez en un gran centro comercial), la niebla, los mostruos,... incluso los distintos tipos: el listillo, el cobarde, el pequeño tirano, el héroe... Pero en realidad la serie es casi siempre mediocre y en algunos momentos directamente aburrida.

Para justificar que la historia dure 10 horas, lógicamente introducen diferencias. Básicamente añaden personajes y añaden localizaciones. Mientras en el libro (y el la película) se trataba sólo de un grupo de personajes atrapados todos juntos en un único lugar (un pequeño supermercado), aquí hay varios grupos de personajes, que se quedan atrapados en varios sitios del pueblo, lo cual justifica la duración, y da ocasión de que los personajes quieran (o tengan que) moverse y aventurarse a cruzar la niebla.

Así el grupo principal del supermercado ha sido sustituido por un centro comercial (mucho más grande y con mucha más gente), donde han quedado atrapadas la mujer y la hija del protagonista (otro añadido).

Pero también hay otro grupito (el del protagonista de hecho) atrapado en la iglesia, lo que le permite a los guionistas mostrar a los personajes más iluminados y más fanáticos (tanto el sacerdote, como la vieja hippy reconvertida a la new age defensora de la naturaleza).

Y alguna ubicación más, como la comisaría (lo que permite introducir los nuevos personajes del soldado que ha perdido la memoria y la yonkie cuyo pasado no conocemos muy bien pero del que sabemos que intenta huir), o el hospital, donde se refugia otro grupo al amparo de los generadores de emergencia (mientras sigan funcionando).

También hay una historia paralela con la hija de la protagonista y el capitán del equipo de fútbol de su instituto, que no os voy a contar para no hacer spoilers, pero que básicamente está ahí en un intento de añadir más tensión a la cosa. Pero en general, no funciona. No acaba de enganchar, y de hecho en ciertos momentos me aburrió.

Es curiosos, porque la novela corta original, en realidad es una historia sin final, pero cuando la leí no me importó en absoluto. Y en cierta medida la película de Darabont también es una historia sin final (aunque le da un vuelta de tuerca con bastante mala baba con respecto al libro). Pero tampoco me molestó. Sin embargo, la serie tampoco tiene final, lo cual entra dentro de la lógica habitual porque es un intento de –si no la cancelan- dejar cabos abiertos para continuar con una segunda (o sucesivas) temporadas. Sin embargo, eso si que me molestó: para mi fue como intentar alargar aún más una historia que ya habían alargado demasiado. Así que no pude evitar preguntarme si de verdad era necesario volver a llevar a la pantalla esta historia, y si no hubiera sido mejor dejarla como estaba.

Más en: https://el-pobre-cito-hablador.blogspot.com/2017/09/the-mist-de-verdad-era-necesario.html
Seldon
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
12 de septiembre de 2017
57 de 72 usuarios han encontrado esta crítica útil
En general, y hasta que llegó Frank Darabont, las adaptaciones al cine de historias de Stephen King han sido bastan te irregulares. Si, es cierto que hay algunas buenas (estoy pensando por ejemplo de Carrie (la primera, de Brian DePalma) o en El Resplandor (de Kubrick), aunque ninguna de las dos me llega a convencer del todo, o incluso en Misery.

Pero quitando estas honrosas excepciones, las adaptaciones de novelas de King al cine suelen dar pena. Hasta que llegó Darabont, que con Cadena Perpetua, La milla verde, y luego en menor medida con La Niebla, demostró que se pueden hacer grandísimas películas basándose en sus obras. Curiosamente creo que las mejores adaptaciones de King, aquellas en las que la película supera a la literatura, parten de novelas “menores” (no malas, pero si que es verdad que no de las importantes) de King.

Así que la adaptación de It, en principio partía con todas las papeletas para ser una más del montón, sobre todo teniendo en cuenta que It es de las mejores novelas de Stephen King (para mi gusto, de hecho, es lo mejor que ha escrito nunca). Además ya había tenido una adaptación más bien mediocre (el It de 1990, aunque es verdad que era para TV: una miniserie de 3 horas dividida en dos capítulos, en el que se notaban que la falta presupuesto para lograr el efecto buscado).

Realmente, si habéis leído suficientes historias de King, os sonará el tema del grupito de amigos durante la infancia. De hecho “Cuenta conmigo” (o mejor dicho el cuento en el que se basa (El cuerpo) fue como una especie de ensayo general para el grupo de “perdedores” de It.

Creo que el gran acierto de la película ha sido no ir a por todas (no intentar hacer una adaptación completa de la novela), ser fiel al fondo de la novela aunque no del todo a la forma, es decir renunciar a contar todos los episodios de la historia que ocurren en el libro, pero no traicionar el espíritu del mismo. Por supuesto los más significativos están: la escena del lavabo, o lo que en el libro se denomina “la apocalíptica pelea a pedradas”. Pero otros muchos no (el que más hecho en falta es el de los Barrens y lo que Ben llama “agujeros Morlock”).

En realidad es lógico: It es una de las novelas más largas de Stephen King (y eso que King no suele escribir precisamente novelas cortitas), tiene más de 1200 páginas, y la historia se cuenta paralelamente en 2 momentos diferentes: el pasado, cunado los protagonistas son niños es una mitad. El presente cunado los protagonistas son adultos, es la otra. Y a eso hay que añadir lo que en el libro se llaman los “Interludios”, es decir capítulos que cuentan lo que ha sucedido en otros momentos de la historia de la ciudad de Derry, en pasados “ciclos” de horror de 28 años.

La película renuncia a contar los interludios y se queda sólo con la parte de la historia en la que los protagonistas son niños. Pero aún así te quedan más de 500 páginas de libro para adaptar. Demasiadas, a no ser que quieras hacer una serie de TV (de hecho siempre he pensado que It merecería una serie de TV (con factura del tipo HBO) para tener una buena adaptación que le haga justicia). Así que tienes que renunciar a lago. Y en general creo que los guionistas han acertado a la hora de decidir con que se quedan y que cosas abandonan, para no hacer la película demasiado larga (y eso que lo es, supera con creces las dos horas) ni tediosa (a mí por lo menos no me aburrió en ningún momento, durando lo que dura).

En realidad al final lo que vas a tener va a ser una miniserie (otra vez) porque la segunda parte ya está anunciada, y contará la parte de la historia en la que los personajes son adultos (y que en el libro se iba alternado con la historia de los niños). Sospecho que esta será peor, más que nada porque ya no tendrás los elementos de camaradería, aventuras e inocencia de un grupo de chavales de 11 años,… pero ya veremos.

Por cierto, una curiosidad: en el libro la historia se desarrolla en dos momentos. El “pasado”, cuando los personajes son niños, es decir finales de los años 50, y el “presente”, cuando los personajes son adultos. Pero claro, el presente de cuando se escribió la novela, es decir mediados de los años 80. La película toma la decisión de desplazar toda la historia 30 años en el tiempo, de forma que la segunda parte (la historia de los adultos) se desarrollará en nuestro presente, y por tanto la historia de los niños, el “pasado”, tiene lugar a mediados de los 80. Esto no hace que la historia se resienta en absoluto, y además aprovecha el tirón de historias con “look ochentero” y con una pandilla de niños que también supo explotar Stranger Things el año pasado. Pero recordad una cosa: si It (la película) os recuerda demasiado a Stranger Things, no es porque la copie, es que Stranger Things le debe mucho (muchísimo) a It (la novela).

La adaptación no es perfecta, eso seguro, pero desde luego es más que digna y por lo menos no insulta a la novela, como otras tantas adaptaciones de King. De hecho creo que donde más flojea es justamente en la parte del terror. Ya dije antes que esto no solo era una historia de terror, de monstruos y de casas encantadas, sino que además era una historia de amistad entre un grupito de amigos. Buenos, pues donde más reproches hay que hacerle a la película es precisamente en re-crear ese clima de terror infantil que tan logrado está en el libro. Y eso que presupuesto (para hacer a Pennywise y sus manifestaciones lo bastante aterradoras) lo tiene… pero no está tan conseguida esa parte de la historia como las otras.

En cualquier caso les ha quedado una historia entretenida, más que aceptable, que te gustará si te gustan cosas como Stranger Things, los Goonies o Cuenta conmigo, aunque desde luego no supera al original, a la novela de la que parte.

Más en: el-pobre-cito-hablador.blogspot.com.es/2017/09/it-tu-tambien-floraras.html
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Seldon
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
9 de septiembre de 2017
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es una historia de instituto de secundaria, de jóvenes de 16 o 17 años que sobreviven en el instituto con sus pequeños grande problemas y sus neuras. Hasta aquí todo normal, todo visto antes (y varias veces).

La historia empieza cuando una alumna del instituto (Hannah Baker) se ha suicidado, sin aparentemenete ningún motivo, sin ninguna explicación, sin dejar ni siquiera una nota de suicidio,... y –parece, al menos al principio- que el tema será como impacta eso en la vida del resto de los personajes (alumnos del instituto).

Sin embargo la originalidad está más en cómo está contada la historia: Hannah si que dejó una nota de suicidio, pero en lugar de ser una nota, fueron una serie de cintas de casete que grabó justo antes de suicidarse, una especie de audio-diario, en el que cada cada de cada una de las cintas está dedicada a contar cada una de las trece razones por las cuales tomó la decisión de suicidarse.

Y el paquete de cintas se lo dejó a un amigo, con la idea de que fuera circulando entre todos y cada uno de los implicados. Porque cada cara –cada una de las razones- está dedicada a una persona, a uno de los personajes de la serie. La idea es que todos y cada uno escuchen las cintas, y se la pasen al siguiente.

La historia sigue a Clay Jensen, uno de ellos, cuando recibe el paquete y empieza a escuchar las cintas y a hacerse una idea de que fue lo que llevó a Hannah a tomar una decisión tan drástica.
La verdad es que la forma de contarlo es original, quizás poco verosímil o difícil de llevar a la práctica, pero original. Porque resulta que cuando alguno de ellos (y esto lo sabemos por Clay a medida que se desarrolla la serie) escucha la cintas descubre que alguna de ellas está dedicado a él, es decir, que –de alguna manera- el también está implicado entre los motivos de la muerte de Hannah. Cuando empieza a escucharlas no sabe su número de orden, es decir, no sabe cual es su cinta, así que oye la historia completa, y se entera de lo que hicieron o dejaron de hacer todos los demás (antes y después que él) para contribuir a la muerte de Hannah.

De esta manera, cada uno de los 13 episodios de la serie es una de las 13 caras de una de las cintas (de hecho los capítulos se titulan simplemente con cosas como “Cinta 5, Cara A"). O mejor dicho, es Clay escuchando una de las cintas a medida que la vida sigue en el instituto, que los padres de Hannah siguen desesperados sin saber el porqué de la muerte de su hija. Y lógicamente, Clay va cambiando la forma en la que ve al resto de sus compañeros, a medida de lo que va descubriendo en ellas y de que se va enterando de cómo cada uno de ellos actuó.

Es curioso, porque mientras que al principio piensas que las cosas que cuenta Hannah en las cintas son pequeñeces, nimiedades de adolescente (aunque claro, para ella que las sufrió no son tan nimias) que no justifican un suicidio, a medida que avanzas vas viendo que no san tan nimias. De hecho al principio el tono de la serie es precisamente eso, más adolescente (no es que sea una comedia juvenil, no es eso) y los últimos capítulos son bastante más dramáticos y serios.

Creo que de las dos únicas pegas que le pondría, a la serie una viene precisamente por su manera de narrar. El hecho de que haya que desfilar por trece episodios completos de una hora, a mi particularmente me provocó que en algunos momentos fuera un pelín demasiado lenta. A ver, es cierto que tiene que hacerse así, porque no se trata sólo de un gran flashback escuchando las cintas: Clay interrumpe continuamente la escucha, no las oye del tirón, sino a lo largo de varios días, y entiendo que esto tiene que hacerse a así para que veamos cómo va evolucionando “el mundo sin Hannah”: por un lado los padres empiezan a pensar que quizás su hija sufría acoso en el instituto y que por eso se suicidó, y deciden demandar al instituto; por otro sus profesores y el director empiezan a pensar en protegerse de esa posible demanda; y por otro lado Clay va viendo con ojos diferentes a sus compañeros, y estos a él: comienza a haber entre los que ya han escuchado las cintas –que se conocen entre ellos y conocen toda la historia- una cierta actitud de resentimiento hacia el que ahora está en posesión del paquete, sobre todo porque no da muestras de ser y actuar como ellos.

Y la otra en realidad también está relacionada: las famosas 13 razones no son comparables en absoluto: la mayoría son simplemente chorradas y pequeñas frustraciones, problemas de adolescentes inmaduros del primer mundo... pero las últimas no. Esas si que son razones serias. Pero claro, queda mucho más comercial dedicar una hora completa de televisión a cada una, y eso lo que hace es que parece que Hannah, la protagonista, las ponga al mismo nivel, como si todas de verdad fueran igual de importantes... Hombre aparte de que grabar trece cintas antes de suicidarte y urdir todo un enrevesado plan para asegurarte que todo aquel que te hizo daño de algún modo las escuche, a modo de venganza o más bien de castigo ya denota que Hannah tenía serios problemas psicológicos, el hecho de poner al mismo nivel el que publicaran una foto tuya tomada con le móvil o que te incluyeran en una lista de las tías buenas del instituto con otras cosas que se cuentan en la serie... pues bueno, no se...

Pero en fin, a parte de esto, en general, bien, y los tres últimos capítulos salvan la papeleta y la serie. De hecho han decidido renovar la serie por una segunda temporada –como suele pasar- aunque creo que ya sin seguir el libro en el que se basa, sino continuando la historia con material “original”. En resumen, como poco interesante, con momentos lentos, pero otros realmente buenos.

Más en: https://el-pobre-cito-hablador.blogspot.com/2017/09/por-13-razones-problemas-de.html
Seldon
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5
28 de agosto de 2017
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo de hacer cine social (o televisión social en este caso) mostrando la vida de la clase obrera (británica en este caso) está muy bien. Eso de contar historias cotidianas ambientadas en los suburbios pobres de las grandes ciudades, mola. Lo de hacer realismo, a lo Ken Loach, da mucho prestigio,...

Pero Shameless no es exactamente eso. Shameless también es eso, sí, pero en tono de comedia. Descarada, faltona, gamberra, sin censuras, sin cortarse un pelo,... sin vergüenza.

Antes de seguir, una puntualización: estoy hablando de la serie original, es decir, la serie británica, no del remake americano, hecho con muchos más medios, lo cual se nota. Pese a todo la serie británica gozó de un éxito y una longevidad envidiables: casi 140 episodios que se empezaron a emitir en 2004 y duraron 11 largos años. No voy a entrar aquí a comparar ambas.

Shameless cuenta la vida disfuncional de una familia disfuncional: los Gallagher, en un imaginario barrio obrero (Chatsworth) a las afueras de Manchester. Ya sabéis: casitas adosadas de titularidad municipal de alquiler bajo para los pobres, cheques de la asistencia social, los parroquianos habituales que se emborrachan en el pub local...

El padre de familia, Frank Gallagher, está perfectamente estereotipado: no ha trabajado en su vida, ni tiene ganas de empezar ahora, es alcohólico y en teoría está al frente de una familia de seis hijos desde que su mujer los abandonó... para irse con otra mujer.

En teoría, claro, porque en la práctica quien cuida de la familia y la saca adelante es la hermana mayor, Fiona, una especie de “choni” británica de buen corazón, que es la que hace de madre para sus hermanos, desde los mayores (Lip e Ian) hasta los más pequeños (Carl, Debbie y Liam).

La verdad es que lo podría ser una serie deprimente, está contada con cierta ternura y con mucho humor, pero no humor británico elegante y socarrón.... No, lo que ha hecho Paul Abbott, el creador de la serie, es más bien humor al estilo Benny Hill: de brocha gorda, faltón, escatológico, sexual, vulgar y muy gamberro. O sea que si el humor refinado y elegante es lo tuyo, mejor no veas esta serie. Para muestra un botón: en la primera escena del primer episodio uno de los hermanos Gallagher trata de sacarse unas libras extras ayudando con los deberes a Karen, una compañera de clase... pero este le deja muy claro que como no tiene dinero le pagará con una mamada, debajo de la mesa, mientras, la madre está a lo suyo en la cocina.

Los personajes son lamentables y hasta deplorables (pequeños delincuentes, borrachuzos,...) pero en general todos son “buena gente”, están retratados como la típica “white trash” pero en esta serie no hay realmente malos de verdad, así que es fácil empatizar con los personajes, aunque estos sean unos delincuentes.

Pese a estar hecha con no demasiados medios, la serie tiene un buen diseño de producción, y sobre todo unas buenas interpretaciones, y si a demás la veis sin doblar, podeis haceros una idea del inglés callejero de Manchester. Por ejemplo, el novio de Fiona es un jovencísimo James McAvoy (el psicópata de Mutltiple de Shyamalan) en el que seguramente debió ser uno de sus primeros trabajos (si no el primero). De hecho los mejores suelen ser los personajes secundarios, como el de McAvoy, en particular los desquiciados vecinos (Kev y Verónica) y su no menos desquiciada familia (impagable el personaje de Marty, el hermano de verónica, pirómano y con síndrome de Tourette que no para de soltar palabrotas mientras habla).

En fin, para pasar un buen rato, sin muchas más exigencias ni complicaciones.








Más en: https://el-pobre-cito-hablador.blogspot.com/2017/08/shameless-humor-britanico-sin-verguenza.html
Seldon
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 3 4 10 20 49 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow