¿Quién puede negar que esta cinta sea la mejor del cine español en los últimos años? Para los que critican nuestro cine, aquí tienen una acertada muestra de lo que una buena producción llevada a cabo puede conseguir. Para los amantes de Velázquez y la historia española y para todos aquellos que crean que pasar más de dos horas en la butaca viendo algo que sobresale de los cánones de las películas de aventuras (basadas en simples batallitas y seres irreales) vale la pena. Consigue acoger un ritmo que no aburre ni entusiasma, pero hace que el espectador se adentre en la España Imperial y corrupta del siglo XVII desde los ojos de un hombre, me atrevería a decir héroe, y su oscura historia.

Creo que no hay un término medio en el cine de Shyamalan. Aunque para algunos nos parezca un genio, un rey Midas del cine actual, hay un sector opuesto que no se siente sensibilizado lo más mínimo con su estilo. Quizá por eso hayan divisiones de opinión tan opuestas. Puede ser que para alguien el Padrino sea insuperable, para otros quizá solo sea muy buena, para otros posiblemente buena... en fin, el universo de la subjetividad. Pero en el caso de Shyamalan no existen esos niveles medios, o te apasiona o lo rechazas. No obstante reconozco que me da igual, porque a los que si nos gusta disfrutamos al igual que un niño con juguete nuevo viendo sus films.

De El Bosque me atrevería decir que es poesía en estado puro. Junta distintas variantes que engloban el foco temático: una crítica de la violenta sociedad actual, la fragilidad del ser humano y a su vez la maldad de sus actos, la búsqueda de la felicidad ansiada por todos los que nos ha tocado vivir en este mundo. Diría que es una obra maestra sin dudar ni un atisbo.

Como bien mencionáis, El Sueño de Casandra completa el tridente de films de Woody Allen relacionados con la conciencia y la moral. El director siempre ha reconocido su devoción por el escritor Fiódor Dostoievski y quizá estas tres películas son un posible homenaje a Crimen y castigo, una de las obras más ilustres del genio ruso (si os fijáis el autor es mencionado en Match Point y, en una de las escenas, Allen le hace un guiño cuando Chris lee un libro de él) y que se centran en la complejidad de la conciencia humana ante la realización de algo que parecía un acto que encajaba dentro de los límites de los valores del personaje, pero que al realizarse conlleva una posterior "enfermedad" creada por los turbios recuerdos del pasado. Creo que El Sueño de Casandra tiene mucha relación con Delitos y faltas pero la veo más una segunda parte de Match Point, ya que comporta la posible y posterior evolución del personaje de Chris que en este caso interpretan, para mí correctamente, Ewan McGregor y Colin Farrell.

Como bien sabemos y creemos los seguidores de Woody, esta película no ha sido ni mucho menos un fracaso pero si quizá la menos relevante de las tres mencionadas. Aunque todos tenemos muy claro que, por mucho que critiquen la película, cualquier cinta del director que no esté dentro del lado de sus obra maestras será superior a muchos bodrios taquilleros de la industria de Hollywood.

El gran error de la promoción (y de la posterior aceptación del público) de esta película se encuentra, como algunos ya han comentado, en el enfoque que se le ha dado, presentándola como una película de terror. El director no deja de hacer lo que ya ha hecho anteriormente: hacer flotar nuestra imaginación con historias ficticias que ocurren en nuestra supuesta realidad. En el Sexto Sentido mezclaba nuestro mundo con el de los muertos, en El Protegido con el universo del comic, en Señales nos invadían los extraterrestres, en El Bosque nos hablaba de la existencia de una comunidad un tanto especial y aislada del mundo real y de nuevo, con una notable maestría, Shyamalan adapta en La Joven del Agua el cuento que explica a sus hijas antes de dormir en un contexto más peculiar: un conjunto de apartamentos con múltiples personajes y una piscina comunitaria. No obstante, la película no deja de ser eso, un cuento. Por eso, les aseguro que si la ven con los ojos de un niño y no como los de un espectador que espera una película terrorífica, no hay duda que disfrutarán.

Después de ver la genial Collateral muchos esperábamos otra película de Michael Mann en estado puro. Quizá todos imaginábamos que aunque fuera policiaca, no iba a tener la exquisitez de Heat pero nos iba a gustar igualmente. No obstante, los seguidores (me incluyo) de Mann nos hemos quedado con esa sensación que se le queda a uno cuando tiene mucha hambre a la 13 del mediodía y le dicen que se coma una pieza de fruta.

Por instantes se ralentiza un poco, cosa poco corriente en Micky, aunque sobresale notablemente en otros aspectos. El principal error podría ser el poco enganche general que hace que el espectador mire el reloj cada veinte minutos.