Salgo de la sala con un nudo en la panza. Claramente no terminó como me lo esperaba, me encanta. Por suerte, antes de entrar al cine, logré sacarme de arriba todos los prejuicios hacia los musicales que siempre tuve, es más, nunca pude soportar mirar uno entero. Tal vez fue por la crítica previa, tal vez los premios o tal vez simplemente estoy más maduro y abierto cinematográficamente.

El hecho es que me hipnotizó, me fascinó, me generó cosas que no estoy pudiendo expresar. O sea, si me habrá generado cosas que lo primero que hice fue sentarme escribir esto y admitir que no sé muy bien qué fue lo que me gustó tanto. Puede que el final, los finales inesperados (al menos para mí) me hacen re enojar! Y me encanta enojarme con las películas!
Pero no sólo fue el final, porque me tuvo 2 horas prendido a la pantalla, fascinado con una forma de narrar que siempre me resultó desagradablemente cursi y sin sentido. Creo que el guion de este film no es tan estilo musical como los anteriores, me gusta pensar que en los diálogos le sacó un poco la miel que ya te generan los cantos y los bailes, eso tal vez es lo que hace que este musical sea vomitivamente cursi o incomodo de ver por momentos.
Creo que tengo al culpable, el mismo que también logró fascinarme con Whiplash hace un año, película que nunca supe por qué me gustó tanto, por qué se me pasó tan rápido cuando la vi. Esta película tiene todo, este muchacho Damien Chazelle se encargó de que no falle ninguna parte.
Encuentro el primer factor común en sus dos últimas obras obras (no es J. K. Simmons que en La La Land está solo para sumar en el afiche) estoy hablando del ritmo. Lo vengo diciendo hace un año, antes de ver La La Land, Whiplash es la película con más ritmo que he visto y no es un musical. Pero no me refiero a que ambas historias tratan sobre música, o que en la segunda sea un musical. Estoy hablando de la velocidad narrativa, combinada con la velocidad y el ritmo del montaje que encaja perfecto con el sonido de ambiente que siempre está ambientado perfectamente con música ya sea diegetica o extradiegetica. Pero ojo, no todo es sonido en sus películas, porque hay que destacar (y más en La La Land) que el uso de los colores y los planos secuencia es fantástico.

Pero no hablemos sólo de aspectos técnicos, porque como ya lo dije, estas películas lo tienen todo y la parte narrativa es lo que mantiene enganchado al público que le importa un comino las posiciones de la cámara (aunque le afecten inconscientemente). La gente quiere ver buenas historias, que estén bien contadas y que lo hagan a uno sentirse identificado. No sé nada de musicales, pero creo que logré entender a donde me querían llevar (los anteriores sin exito) con las canciones y los bailes. Y eso sólo se logra con la elección de los personajes perfectos formado parejas perfectas. Si, dije parejas, porque la dupla Miles Teller- J.K. Simmons sacó chispas por la pantalla con sus diálogos, sus miradas y actitudes desafiantes en Whiplash . Pero cuando pensás que el tipo no lo puede hacer mejor te pone en frente a Emma Stone y Ryan Gosling que logran una química increíble. Con decirles que por un momento casi abandono el deseo de casarme con Emma para dejarla que se case con Ryan. Es que se complementan perfectamente durante toda la película en todas las situaciones. Él a veces cómico e irónico, ella hermosa e insegura, después al revés, después cantando, bailando, ambos felices, ambos tristes, enamorados. Por todas las situaciones que pasan vos te emocionas junto a ellos porque siempre te identificas con uno, o con los dos, o con ninguno pero estas ahí viviéndolo con ellos. Porque si, es una historia de amor, es esa peli romántica que no queres admitir que te encanta para no ser un blandito, pero que no se pasa de cursi, por suerte, para no terminar de perder la poca dureza que nos queda.

Las dos últimas cosas que voy a mencionar terminan de llenar todo este monton de buenas decisiones que van a hacer que La La Land siga arrasando premios. Por un lado el recurso de contar historias paralelas (no voy a entrar en detalles para no arruinarle la peli a nadie que no la haya visto) y por el otro la canción "City of Stars" perfecta y con gran influencia en el desarrollo de la historia.
Termino de escribir esto y el nudo se fue, tal vez porque mientras apretaba las teclas iba entendiendo por qué me gustó tanto, creo que principalmente fue porque dejé que la historia me atropellara y lo hizo, re que lo hizo.

Increible! En todos los aspectos: montaje, actuación, maquillaje, sonido.
Una historia contada desde la piel de los personajes, sentir lo que sienten. El montaje, la excelente exageración de los efectos de sondo, la música hacen que disfrutes de los placeres y sufras la paranoia.
Corta en extensión pero no le falta ni le sobra contenido.
Un ritmo frenético que te vuelve adicto, vos espectador sos un personaje más.

Nebraska en cada escena deja un mensaje. La importancia de seguir un sueño y de que tu familia de apoye, el materialismo del humano que ante la posibilidad de recibir algo material deja los principios y los valores de lado. La relación padre e hijo es lo que más te llena de este drama, un hijo que pese a que su padre siempre fue un alcohólico y no le dio la mejor crianza está dispuesto a apoyarlo en todo momento. Un padre que, consiente de que no hizo bien su trabajo de padre apela a sus últimas fuerzas para cumplir sus pequeños deseos y principalmente beneficiar a sus hijos, "Yo solo quería dejarles algo…" plantea en una de las escenas más emotivas
Lentitud, dramatismo, pocos diálogos pero mucho significado, son algunas de las características de la película. Sin duda fue acertada la decisión del director de narrar esta historia en blanco y negro, que no afecta en nada la calidad de la imagen y solo termina de aportar simbolismo a los paisajes semi despoblados que recorren durante todo el film.
Acerca de la historia del director no tengo nada que aportar, esta es la primera película de Alexander Payne que miro. Sin embargo, gracias a esta obra de arte, cada película que esté en cartelera de él va a entrar en mi lista de futuras películas a mirar.

8 capítulos, no necesitó más.
Una increíble primer temporada. Es genial, la forma de contar las historias, las interpretaciones de los personajes, planos, diálogos, todo.
Creo que no tuvo los reconocimientos y la relevancia que mereció, el principal motivo: lamentablemente salió al mismo tiempo que la ultima temporada de la exitosa Breaking Bad.
Sin dudas la transformación de Matthew McConaughey, pasando de hacer de galán a papeles en dramas donde verdaderamente encontró su perfil, es de lo mejor que le ha pasado a la industria cinematográfica en los últimos tiempos.
Ambos personajes son fantásticos, destaco los diálogos, simples, justos, sin frases heroicas ni lindas.
El formato de la serie, osea cambiar de elenco todas las temporadas, es algo jugado, diferente, con sus pro y sus contras, pero sin duda todas van a ser historias atrapantes, con personajes fantásticos, con actores acordes y con buenos cierres como esta primer temporada, detalle que a muchas series les cuesta y terminan opacando el éxito logrado durante las primeras temporadas.