Pese a tener un buen reparto, la trama es estúpidamente absurda tanto en el planteamiento como en el desenlace. El arranque de la serie es bueno, pero todo se desmorona en el capítulo dos. Parece más una serie de sobremesa que de prime time. El arranque es parecido a la recién estrenada Mentiras, pero sorprende la poca profesionalidad del desarrollo de la historia.

Se supone que drogan a una chica con escolopamina para violarla y sin embargo no aparece dicha sustancia en las analíticas forenses. Dejas de creer en la historia y entras en modo sopor-desconexión.

Mezcla de culebrón, de tramas vistas un millón de veces en televisión y subtramas con el único objetivo de sumar metraje.

Las localizaciones se centran en un tramo del paseo de la Vila Joiosa y de ahí no salen, lo cual hace que siempre veas los mismos escenarios una y otra vez.

La historia resulta muy poco creíble. Hay interpretaciones ridículas como la de Jason Fernández (Hugo) o Franky Martín y personajes que no tienen ninguna lógica como el interpretado por Candela Cruz.

Todo el mundo es corrupto en esta serie. Policías, políticos, empresarios, familia, amigos...Cada capítulo es como el día de la marmota, más de lo mismo.

No entiendo como tras una gran inversión no hay un gran guión. Lo mejor que tiene la serie es la banda sonora interpretada por Anni B Sweet.

Una película que no aporta nada en sus casi dos horas de duración. Es una exhibición de acontecimientos quinceañeros que resultan empalagoso y grotescos.

Un trío de actrices que no brillan por igual. María Valverde y Susana Abaitua brillan dentro de la mediocridad de un guión absurdo. Elisabet Casanovas resulta artificial, poco creíble y con una interpretación de obra de fin de curso.

El personaje de Miri Pérez-Cabrero chirría desde el minuto uno. Es extremadamente estereotipado y pueril. No te lo crees en ningún momento. Todo el tiempo ves a una actriz haciendo una parodia que en vez de producir pena da lástima.

La trama es, básicamente, que no hay trama.

Una pérdida de tiempo si tienes más de 12 años.

Élite es de esas series que tienen una relativamente buena primera temporada y que cada nueva entrega va cayendo al vacío sin que nadie haga nada.

Élite supuso una cantera de nuevos actores y actrices. Arrancó con un guión original y adictivo. Ahora es una exposición de sexo, ñoñería, diálogos y tramas absurdas y un continuo más de lo mismo.

Genera mucha vergüenza ver a actores de 24-25 años interpretando a niños de instituto. A los guionistas hay que darles un premio a la bazofia del año. Qué diálogos, qué tramas y qué personajes más ridículos.

Una serie que arranca de forma magistral. Sin embargo, a medida que avanzan las temporadas, sobre todo la tercera y la cuarta, la serie se alarga de forma innecesaria, desvirtuando el punto de partida de la misma.

La tercera y cuarta temporada puedes verla viendo únicamente el primer y el último capítulo. Se han acostumbrado a que no pase prácticamente nada en toda la temporada lo que en ocasiones te llena de sopor, para que en el capítulo final, en 40 minutos resuelvan todo para preparar la siguiente temporada.

Le pasa lo que le sucedió a The walking dead. Cada capítulo es más de lo mismo. La serie se convierte en un breve planteamiento, un tedioso nudo y un rápido desenlace.

El personaje de Moira pierde el interés. Se torna incongruente, contradictorio y nada creíble.

La serie va a peor en cada nueva entrega.

Decidí ir al cine a disfrutar de ese tipo de películas de acción con innovadores efectos especiales, y la decepción que me llevé fue enorme.

Se trata de una película tipo las que emiten los domingos por la tarde en antena 3, mezclando en versión serie B "Twister" y "El día de mañana". El planteamiento de la película es lento y peca de contener todos los tópicos típicos de películas americanas de adolescentes. El nudo y el desenlace son tan previsibles que en algún momento se me escapó más de una carcajada. La calidad de la interpretación es muy baja y el guión es pobre e insostenible. En resumidas cuentas, se trata de film no aporte nada nuevo al mundo del celuloide, en el que TODO suena otras películas. Reparto de segunda para una película de cuarta.