Bueno, como presentación a mi crítica personal, admitir que nunca me interesó mucho la política, ya sea en la vida real como en la ficticia con esta obra (descuiden, al menos sí me informo de los partidos políticos y acudo a votar) y tras verme tantas series de distintas categorías, decidí que era el momento perfecto para verme una "más adulta" y complicada como HoC. Pero antes de esta, me recomendaron Sucesor Designado. Algo que suelo hacer mucho con las series que termino es venir a plataformas como esta para saber la opinión de las demás ya que peco de ser un tanto conformista y al leer de muchos usuarios de aquí lo endulzada que estaba en comparación con House of Cards, decidí verme esta y averiguar si era cierto.

Y qué tan cierto.

No vi una serie política (por el momento) más oscura que esta, y ahora sé que, con perdón de lo que voy a decir, Sucesor queda demasiado "infantil" para lo que es HoC. Sim embargo, en cualquier serie que me vea, amo las sorpresas y aunque DS las tuvo, no tiene nada, pero nada, nada que hacer con HoC. Para empezar, nunca me vi una serie en la que el protagonista se dirigiera al espectador, rompiera la cuarta pared y dedicara esas miradas y esos guiños que me volvieron adictivo en cada capítulo. Deseaba con horrores cada escena en solitario con Frank en el que me confesara sus secretos, al igual que con Claire y Doug en la última temporada. Pensé que eso era solo propio de Frank y me gustó que Robin y Michael me dedicaran unas palabras porque ya era algo que además de ser único en una serie como esta, repito, me volvió adictivo a ello. Me costó mucho al principio ya que creía primero que no era una serie sino una especie de documental o algo así, pero con cada confesión que me daba Francis interpretado por este magnífico actor como es Kevin Spacey, me hacía amarlo con locura. ¡Me sentía cómplice de sus planes! y creo que ninguna otra serie me hizo algo así. Ahora creo que debo buscarme relacionadas con este toque que tiene House of Cards. Tema aparte, reconozco que los temas políticos que se trataban, con sus tecnicismos, me costaba seguir el paso en las tramas que se desarrollaban así que como alguien desentendido de la política, HoC fue una serie difícil de ver en ese aspecto. Sin embargo, todo ese aura tan oscuro y despiadado de un matrimonio aún más oscuro y mezquino, y los hechos acontecidos en las dos primeras temporadas fue lo que llegó a engancharme tanto que literalmente me tiré días sin ver en la tele nada más que Netflix.

Si tuviera que mencionar algo negativo de esta, sería a lo que todos los críticos apuntan y es a la última temporada. De hecho, cuando acabó el último capítulo, esperaba a que saliera "x segundos para el siguiente" y me quedé como un tonto esperando cuando me di cuenta que era el último. Y es triste, porque si hay temas que me gusta ver en cualquier serie es el enfrentamiento de una mujer contra un mundo que cree que siempre estará por debajo del hombre, ese dilema que igual de triste una mujer a día de hoy, en pleno siglo XXI aún tiene que luchar. Me puedo considerar un feminista siempre y cuando se respete la igualdad tal y como la definición de "feminismo" posee, pero creo que en el caso de HoC es que no le dieron el tiempo suficiente a Robin Wright para que la lucha de Clare fuera nuestra lucha como lo era nuestro ascenso a presidente con Frank. No me pude sentir identificado con Clare porque no le dieron tiempo alguno para que su trama fuera mía ya que solo se centraban en la ausencia de Frank. Si todo este escándalo con Kevin (al que considero que se merece una segunda oportunidad como todos los seres humanos que cometemos errores en la vida) no hubiese desembocado en una desastrosa sexta temporada con esa apresurada guerra feminista, quizás y solo quiero imaginarlo así, podríamos haber sido testigos y a la vez cómplices de su lucha, sentirnos como si la falta de Frank no hubiera pasado, y que la serie no hubiera tenido ese final que yo considero muy abierto y que nos dejó con la miel en los labios.

Quizás también solo sea una estúpida opinión de un conformista como yo, pero esta vez siento que he sido lo más imparcial posible entre los que las critican esa temporada como los que la defienden a muerte. Pero seguirá siendo para mí una de las mejores series políticas jamás vista. Echaré de menos esas miradas a pantalla.