La curiosa historia que trata salva a esta película, que no tiene actuaciones destacables salvo quizá la del protagonista principal, el conductor de autobús.

Todos alguna vez querríamos pegarnos la gran vida, sólo hace falta que alguien nos de esa oportunidad... Pero con suerte nos daremos cuenta de que la verdadera felicidad está en ese mundo que tanto odiábamos antes.

La "gracieta" del título de esta crítica es del nivel de humor que tiene el film; infantil, sin chispa, de chiste tan fácil como insulso... Y hablo del humor porque se supone que está película lo es...

En cuanto a la segunda vertiente, ese supuesto trasfondo socio-racial... está tratado con tan escasa profundidad que ni siquiera el humor, arma afilada para tratar temas complejos, logra que el espectador pueda sacar a flote ningún valor moral de la película.

Varios motivos por la que esta película saca un notable:

- Porque es la primera vez que se trata para el gran público esta temática. Sí, ya existía "Vaya semanita" y similares, pero centrado sólo en las disputas entre vascos. Esta película da un paso más y engloba la temática en el conjunto de pensamientos de la sociedad española que es vital para entender según que pensamientos y comportamientos sobre el tema vasco.

- Por su tono de humor burlón y desenfadado, indispensable en la vida, que ayuda a relativizar esos muros que cada uno nos hemos ido fabricando y que nos impiden relacionarnos de forma normal con los que piensan distinto a nosotros.

- Porque ayudan a que el 99% de personas de dentro y fuera del país vasco pasen un buen rato y lleguen a ser autocríticas consigo mismas y a sacar gracias al humor el objetivo de ser menos "radicales"; aislando también a ese 1% de radicales extremos en su absurdo ensimismamiento y odio al resto y dejándolos retratados ante la sociedad.

- Porque lo anterior queda demostrado siendo varios cines del País Vasco los que han liderado la taquilla en toda España.

- Porque a pesar de todo lo anterior no pretende dar lecciones morales o conclusiones definitivas sobre los aspectos más peliagudos del tema vasco que pudieran ofender a las víctimas.

- Porque el reparto es digno de mención.

En definitiva, y como dice el título, el humor es el arma más eficaz para luchar contra según que muros absurdos que las sociedades se han ido construyendo y esta película tiene alta nota en ello. Se podrá hacer hincapié más en unas u otras cosas, pero como primer atrevimiento cinematográfico no está nada mal. ¿ Para cuándo 9 apellidos catalanes?

Es una película buena, en todo lo que abarca el significado de la palabra. Y desde luego de la temática del Póker, tan de moda ahora, es de las mejores. A pesar de tener escenas largas el espectador no levantará la vista de la pantalla, porque la intriga es constante incluso magníficamente lograda en alguna escena que otra de juego. Los actores (Damon y Norton) están bien, sobre todo cuando se encuentran jugando, aunque la mejor escena de juego sea obra de John Malkovich. Repito la palabra "juego" mucho, lo sé, pero es la esencia única, y buena, de la película.

A quien no le vaya el póker tras ver la película tendrá ganas de conocer un poco más sobre él. A quien sí le guste... nada que decirle, ya ha visto la película a estas alturas, ¿No?

Buena comedia que se hace aún más interesante para quien le guste saber cómo eran al principio las noches en las discotecas y salas de fiesta.

Buena interpretación, y muy buena banda sonora que la convierte en más que una comedia una película divertida sobre las discotecas en los años 80.