Recuerdo cuando estudié cine en una asignatura en mi segundo año de universidad. Me enseñaron los tipos de montaje. Me hablaron de Eisenstein, y de otros muchos directores. Aprendí a divertirme detectando los patrones aprendidos en las películas que vi desde entonces.

Hoy me he vuelto a acordar de mi profesor de cine y de los tipos de montaje. Porque lo que hace Nolan en Dunkerque puede recordar a una cosa, a otra... pero te das cuenta de que no es ni una cosa ni otra. Lo que ha hecho Nolan con este montaje y esta narración es algo nuevo. Es historia del cine. Es hacer que el espectador se sumerja en la historia a merced de un montaje que se come a una narración contenida, que se limita a contar una historia de mera supervivencia, de hombres corrientes puestos bajo las cuerdas. Una forma de montar y narrar diferente a lo visto antes, pero con las características inconfundibles del estilo del director.

A lo maravilloso del montaje y la fotografía (insuperables) se le unen interpretaciones veraces, sin aspavimentos melodramáticos que el cine bélico tiene tan bien aprendidos, así como una música que se adecua a cada fotograma, que acompaña a una historia que ya de por sí es asfixiante, tensa, terrible, pero que, unida a unos nuevos parámetros de creación cinematográfica, hará que el espectador se sienta agobiado, incómodo, aturdido, curioso...

Por más experiencias como estas en el cine, por favor.

En general, las adaptaciones en vivo de Disney no me están disgustando porque, de una manera o de otra, dan otra visión de la historia, aunque sea un pequeño aliciente para mirar con interés a la pantalla.

Pero esta nueva versión de La bella y la bestia apela directamente alanostalgia. He de decir que si la he disfrutado ha sido porque la original es una de mis películas favoritas, y ha tenido su gracia ver las escenas recreadas otra vez. Pero el hecho de haber disfrutado una película porque me hacía recordar a otra hace que me cuestione mucho su calidad.

Es una adaptación impecable, que tal vez peque de un ritmo demasiado precipitado, unas transiciones menos efectivas que la versión original. Los efectos especiales atrapan a la vista, y combinado con las escenas musicales, el resultado final es un buen producto de entretenimiento, aunque en ocasiones las escenas coreografiadas carezcan de la naturalidad necesaria. Los nuevos añadidos, y las nuevas canciones, pese a que no apuntaban ser una mala idea, nunca llegan a estar a la altura de un original con el que no puede evitar ser comparada, al reproducirlo casi por línea y plano.

En cuanto a las actuaciones,ninguna reprochable, salvo la de Emma Watson que, pese a sus intentos, nos muestra a una bella demasiado dulce y correcta. Justo el mismo fallo que le vi a la Cenicienta de Lily James, demasiado cándida. Dan Stevens esta correcto, incluso con los efectos especiales, pero la estrella es sin duda Luke Evans, que parece haber nacido para interpretar a Gastón (dando el que para mí fue el mejor número musical de la película, junto a Be our guest). No queda duda de que la espléndida banda sonora sigue funcionando, sobre todo si está bien interpretada.

Tengo que decir a su favor que la disfruté enormemente, aunque como ya he dicho, creo que los méritos no se los puede atribuir una película con tan escasa vocación creadora. Dan al público lo que quiere, si, pero... ¿Esto significa que nos espera un futuro cinéfilo de remakes calcados, como este, que carecerán de la magia del original?

En general, adoro los musicales, así que lo cierto es que he disfrutado muchísimo éste, pero eso no hace que pase por alto el hecho de que es una historia que a priori es muy interesante, aquí está cinematográficamente desaprovechada.

El elenco por lo general esta magnífico, y cumple su papel bastante bien. Además son cantantes bastante buenos, y destaca sobre todo la voz de Anna Kendrick, Lilla Crawford y James Corden. Pero reitero que el elenco resulta muy adecuado y se desempeña bastante bien. Destaco también la parodia de príncipe encantador que hace Chris Pine y el buen trabajo de Emily Blunt.

Sin embargo, el ritmo de la historia se ve lastrado por un montaje que me ha parecido algo atolondrado. Sería pasable si la película no durase tanto pero la segunda parte de la película, pese a añadir el mensaje principal que transmite la historia, se hace demasiado larga y pesada. Además, da la sensación de que se le podría haber sacado mucho más jugo a una historia que, en su versión original, es mucho más macabra, con más transfondo y doble sentido.

En conclusión, es una película agradable, pero que no destaca especialmente.