Haz click aquí para copiar la URL
España España · Ponferrada
Críticas de Rober
1 2 >>
Críticas 8
Críticas ordenadas por utilidad
10
13 de diciembre de 2014
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
No tienes poder sobre mí… frase lapidaria de mi recomendación cinéfila de este sábado.

Hoy toca volar a los ochenta para volver a disfrutar del rey de los Goblings interpretado por un flojo David Bowie rodeado de marionetas de la factoría de Jim Henson creador del mundo fraggle. Se ha encasillado esta película de animación en el género infantil, pero yo discrepo de tal etiqueta. Estamos ante un canto a la amistad, la honestidad, el esfuerzo y el tesón.

El montaje artístico es un ejercicio de perfección: desde los personajes hasta los decorados (nada anacrónicos al siglo XXI); desde las actuaciones musicales (soberbias) hasta la técnica de filmación. Una película artesana llena de juegos visuales sin efectos especiales.

Si no has visto Dentro del laberinto es el momento, es una película ideal para una tarde de domingo (se puede compaginar con su precuela Cristal oscuro) y esperar a su posible secuela, según acaba de publicar la revista Variety en USA.
Rober
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
10
13 de diciembre de 2014
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La época: años treinta; el contexto histórico: los cambios sociales que está viviendo la sociedad británica y la resistencia de algunos a esa transformación.

Bajo la apariencia de una costumbrista comedia coral de intriga policíaca, Gosford Park es en realidad un retrato, a través de sus personajes, de la lucha de clases. Nos encontramos ante una sátira social, una pugna entre los de arriba y los de abajo. No sabemos muy bien dónde está la línea divisoria, pero entendemos perfectamente el encontronazo entre generaciones y aspiraciones de cambio social (desde la reinterpretación de las estructuras y no desde la destrucción de las mismas).

La trama alcanza su cenit con un asesinato que va desnudando los intereses de cada personaje, manejados con una maestría extraordinaria por Robert Altman. No puedo dejar de mencionar la soberbia interpretación de Maggie Smith y Helen Mirren (entre el gran elenco de actores). Magistral es el manejo de los estratos sociales y de los foreing, esa metáfora visual de los dos americanos que observan (y participan) el cambio que sufre Europa desde su atalaya de modernidad y derechos civiles. Técnicamente perfecta, con una fotografía soberbia y una postproducción impecable, estamos ante uno de los mejores largometrajes cooproducidos entre Europa y USA de los últimos 12 años.

Mas allá de lo que puedes esperar con un final inesperado y un desarrollo poco predecible a lo largo de un fin de semana de convivencia en una gran mansión victoriana donde nada es lo que parece y todo es lo que se ve.
Rober
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
10
8 de enero de 2015
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Creemos saber quiénes somos. No tenemos ni idea”

La vida es una encrucijada de caminos en la cual todos nos encontramos y vamos colisionando unos contra otros, en ese contacto unos dejan huellas y otros ni siquiera marcas. Crash fue la gran sorpresa de los OSCAR del año 2004, y no sé muy bien su razón porque es literalmente perfecta. Es difícil, casi imposible diría yo, tener un coro de actores tan famosos como los que nos encontramos aquí y que ninguno de ellos se convierta en la estrella que más quiere deslumbrar; es más, encontramos algunos nombres como: Sandra Bullock o Brendan Fraser que a pocos gustan en otros papeles que han interpretado y que sin embargo en esta película hacen una pareja muy creíble.

Cada encuentro destila una historia personal que se deja atisbar en los diálogos pero que se cuenta con mayor profundidad en los gestos, las miradas, los guiños… de los personajes. Estamos ante un fiel retrato de una sociedad multicultural que se van cruzando los unos con los otros y en la cual la imagen crea un sistema de castas que estereotipa las relaciones sociales.
Haggis ha mostrado, una vez más, su maestría argumental (como ya hizo en Millon Dollar Baby, y otras películas de Eastwood) retratando 36 horas de vida en Los Ángeles donde crea un collage de teorías antropológicas postmodernas. No sólo se retratan tópicos sino que el propio espectador pone etiquetas a los personajes que tarde o temprano tendrá que desechar.

El marco la navidad, el nexo de unión la trascendencia (todos los personajes tienen un credo que va apareciendo en la película: budistas, católicos, musulmanes…) y el criterio diferenciador el color de la piel. El relato es una analepsis que estructura los acontecimientos de una forma desordenada y aparentemente inconexa pero que finalmente está perfectamente hilada. Es una película que pasa a ser tan real que rozaría el género documental (etnográfico) pero con una dirección artística impresionante.

Las casi dos horas de metraje se convierten en un ejercicio de participación e implicación del propio espectador que tiene que ir rellenando los “espacios vacíos” (de los que hablaba Wolfgang Iser) para dar cohesión al drama. La BSO es para escuchar una y otra vez, como In the deep de Bird York que pone el broche final. Podría decir tantas cosas de esta película… es una más de los tesoros cinematográficos que guardar en nuestra videoteca y al que recurrir de cuando en cuando para descubrir un matiz que no habíamos percibido la vez anterior.
Rober
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
11 de enero de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
No puedo dejar de mostrar mi debilidad por el cine alemán, y esta película es una de esas muestras de mirada al pasado y búsqueda de la génesis del presenta (aunque este ya sea pasado). Michael Haneke, filósofo de la imagen y de la palabra, es uno de esos cineastas comprometido con el mundo real, el mundo de los sentidos que da fundamento al mundo de lo oculto en el interior del hombre. Es una constante en los largometrajes de nuestro director dibujar las tradiciones que se convierten en los pilares de las sociedades retratadas que revelan la violencia de lo reprimido y el miedo de lo.

La cinta blanca se sitúa en un pequeño pueblo germano que vive los acontecimientos previos a la Gran guerra a lo largo de un año, el largometraje finalizará con el atentado de la mano negra que prende la mecha de la barbarie. Toda la película está cargada de simbolismo, desde la pulcritud de las escenas rodadas en Blanco y Negro, hasta los largos planos fijos que a veces nos muestran escenas, aparentemente vacías de contenido inmediato.

El comienzo de la película refleja un mundo ideal donde cada uno se siente parte de la gran familia que compone la sociedad protestante de inicios del siglo pasado, para desembocar en un mundo oscuro (basado en la represión irracional, el odio, los castigos violentos, el incesto, el maltrato, la infidelidad...) que refleja una demos poco idílica que llevará a Europa nazismo. Los guiños al Reich adveniente son continuos, desde el título, que refleja la marca que los niños portaban en sus brazos por haber roto alguna norma, hasta las referencias a la necesidad de reprimir todo aquello que no pertenezca a la cultura propia.

La película entra en la intimidad de las casas, es una individualidad colectiva que retrata la inocencia de unos niños que son las semillas del futuro ideal ario. No nacieron queriendo hacer eso, se convirtieron en lo que la historia nos ha mostrado. Incurriría en un error si diese la impresión de que lo visto en esta película justifica lo sucedido (este ambiente era muy propio de toda Centroeuropa) sin embargo nos deja ver con claridad el posible origen y razón –que no justificación-, teniendo muy en cuenta los peligros del adoctrinamiento que persigue un ideal como absoluto.

El resultado es magistral, lleva al espectador a una elipsis narrativa que extiende el guion más allá de lo que vemos y que implica de lleno al espectador y su conciencia. Una película con la que contar y ser contada.
Rober
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
8 de enero de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Os imagináis una Nochebuena en mitad de la 1ª guerra Mundial?, dos bandos enfrentados a cada lado de las trincheras y de repente los alemanes entonan: Stille Nacht; a lo que la zona militarizada británica responde con el mismo Villancico en su idioma: Silent Night. Y como si de un milagro se tratase, en esa Noche mágica de 1914, todos los hombres a una sola voz (sin importar raza, lengua o nación) se unen para entonar el Salmo 23.

Tuve la ocasión de ver Joyeux Noël en un ciclo de cine en VO organizado por la UNED, ésta es una de esas películas que hay que ver en su idioma original (hablado en francés, alemán e inglés) porque es parte esencial del mensaje que Christian Carion quiere transmitir. Nominada al Oscar en 2005 se convirtió en una de las películas más elogiadas, y vistas, en Francia.
Es una largometraje de 115min lleno de símbolos, cargados de profundidad en el desenlace de la misma. Un armisticio en una Noche que tiene eco en la eternidad: Noche de confidencias entre soldados, Noche en el que se hace patente el absurdo de la última guerra de trincheras, Noche de recuerdos olvidados…

Tal fue el impacto de aquel gesto que la prensa británica recogía en portada fotografías del hecho mientras las fuerzas vivas del ejército condenaba el hecho rearmando de sentido patriótico el absurdo de la destrucción.

Estamos ante una sencilla historia humana que retrata el sinsentido de la lucha entre personas iguales vestidas de uniformes distintos. Banderas que marcan fronteras de sangre y odio ante el Misterio de quien nace para traer un mensaje de paz, sea cual sea la condición religiosa de cada uno. Una película para volver a ver en familia estos días, porque la historia que no se revive se repite.
Rober
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow