Otra vez Takashi Miike, para quienes ya lo conocemos, reaparece con sus impactantes escenas donde se reparten sangre y tajos por doquier pero esta vez bajo la forma de un drama romántico que explora mentalidades perturbadas.

Evidentemente Audition no gustará a todos por cualquiera de sus dos razones: La lentitud en el desarrollo de la primera parte (que es la más larga y puede hacernos olvidar que la película también es de suspenso y terror) o la violencia explícita de su última parte; pero para quien sepa apreciar el sentido de todo esto en conjunto (y que no le moleste ver órganos latientes en pantalla) se encontrará con una película a su gusto y medida.

Personalmente me parece una película lograda, con todos los elementos de cine de Miike bien puestos: personalidades atormentadas con historias de vida oscuras, ambientes bien empleados, momentos sangrientos que no podrás olvidar fácilmente, una historia original con ese desarrollo lento que es ingrediente necesario para preparar al auditorio a su explosivo final (la película va desarrollando el suspenso de forma ascendente que finalmente se transforma en terror visual) y las actuaciones correctas, nada más ni nada menos.

Vale la pena verla, la recomiendo siempre que no tengas el estómago sensible.