Creo que la película, más allá de hacernos ver la realidad del mundo de la prostitución, pretende ante todo exaltar la relación de dos mujeres, su bella relación a pesar de penas y amarguras. Cierto es que los diálogos, en ocasiones, pueden resultar más o menos verídicos (como se viene diciendo en muchas críticas: putas-filósofas), pero a mí eso, personalmente, no me ha importado... A lo mejor dos prostitutas reales no mantienen ese tipo de conversación, y a lo mejor esas filosofadas pueden llegar a ser muy facilonas, pero lo importante es que sales del cine emocionado después de haber visto que, aún entre miseria, puede triunfar una amistad.
La recomiendo.