Homenaje a los especialistas, mas particularmente a los especialistas del cine antiguo, donde cada secuencia se jugaban la vida por un cine que apenas comenzaba a nacer, por una fama que no seria la suya y que nadie reconocería.

Maravillosa película, una historia contada desde una historia, un cuento fantástico visto desde los ojos de una niña que disfruta y hace suyo un drama personal de uno de estos especialistas que ve como el mundo se cae a sus pies. Pero la fantasía y el amor de una niña es mas poderoso que cualquier dolor.

A destacar una fotografía magnifica y una conducción del hilo argumental mas que loable.

En mi opinión una película que no hay que dejar pasar.

Película diferente, tal vez no la ortodoxa, la rápida o la lenta. Cuenta las cosas con calma, sin prisa y dejandonos siempre el postre para luego, esa tarta de arándanos.

Habla de huir, de esa necesidad humana de escapar de lo que no queremos, pero ... tal vez queremos. De ello se vale con numerosos símbolos, llaves para el recuerdo, puertas que no se cierran, notas que no se olvidan.

Con sencillez nos muestra dos planteamientos, el que espera y el que marcha. Siempre hay dos en estas historias. Hay lecciones y dolor, siempre hay dos en estas historias.

Magnifica la banda sonora, nos lleva a golpe de Jazz y de silencios por cada escena, aportando esa nota necesaria para pasar al siguiente plano.

La fotografía, a mi parecer, sin grandes alardes muy adecuada, hay planos que se salen de lo ortodoxo y rompen con lo esperado.

Los actores, varias de ellos consagrados, están maravillosos, sobrios y en su lugar.

En conclusión una gran película, que no sera recordada en los libros de cine, pero que esta hecha con amor, sencillez y una gran calidad técnica en todos los campos.

Coger palomitas, un buen cojin y tal vez unos pañuelos. Relajaos y disfrutar tranquilamente, sin prisa, lo mejor de una buena tarta es disfrutarla en cada bocado para al fin, recordar lo buena que era con una sonrisa.