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España España · Granada
Críticas de Sujeto23
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Críticas 7
Críticas ordenadas por utilidad
4
26 de agosto de 2018
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aquí no hay ni filosofía ni ninguna representación del drama del ser humano. Aquí lo que yo veo es el lloriqueo de director que va de profundo.

"Es que hay que vestirse todos los días, hay que comer, hay que beber agua, hay que bañarse, hay que hacer las papas, hay que mantener vivo el fuego, hay que ir a trabajar, hay que ir a comprar, hay que lidiar con los típicos estúpidos que siempre se te cruzan en el camino, etc. Y todo esto una y otra vez." Le ha faltado el ir a mear y a cagar.

Vamos, esto es un lloriqueo patético que lo que denota que el autor tiene la misma profundidad que un folio en blanco. El auténtico drama del ser humano no está en la repetición de acciones vacías, pues estas también se ven en todos los seres vivos, está en lo que nos diferencia con estos, en la carga que supone la inteligencia y los sentimientos. Y aquí no está reflejado, prácticamente, porque poner a un tío sentado junto a la ventana mirando el infinito, es demasiado parco y simple.

Si en la crítica de Mulholland Dr hablé de la absurda tendencia de los cineastas americanos de ocultar información para dificultar la inteligibilidad de la película, ejercicio absolutamente burdo y chabacano cuyo único fin es parecer el más listo del planeta; y aquí toca hablar de la tendencia de los europeos de querer parecer el más profundo, el más filosófico. E igualmente, tenemos como resultado obras que distan mucho del talento que tienen sus autores. Un auténtico desperdicio.

Y es que detrás ese trasfondo cuassi patético hay un estilo y calidad cinematográfica incontestable. No creo que nadie lo niegue. Movimientos de cámara, planos, fotografía, etc, es de gran calidad. Y ojalá hubiesen sido puestos al servicio de algo de auténtico valor, y no este ensayo falsamente pesimista, alarmista y absolutamente desapegado a la realidad actual.

De hecho, podríamos ponernos analíticos con las formas, y es que no sé por qué se tiende a pensar en el mundo de los cinéfilos que se autoconsideran de mayor nivel, que la mejor forma de representar la soledad de una persona es poner a un actor solo en una habitación oscura durante un interminable plano. ¿Dónde está el mérito? Se tiene en demasiada estima este cine, y en mi opinión no vale tanto. Es más las ganas que tienen algunos de ver cosas, que lo que realmente hay. Planos secuencia de dos personas comiendo papas o preparando el carro con el caballo para ir a la ciudad o de una yendo al pozo a coger agua. Pues muy bien, pero cuando en una obra tienes que hacer como con el plato de lentejas de los lunes cuando eras niño, que te esforzabas por verle algo bueno y te mentalizabas a de que tenía su gustillo, es que algo no se está haciendo bien. Yo lo veo como la abstracción en la pintura, un punto negro en mitad del lienzo blanco y la gente calentándose la cabeza sacando lecturas filosóficas. O como los que dicen que han llorado ante un Pollock. Mira, eso está en ti y no en la obra. Una obra auténtica te seduce, te lleva te propone, ella te lleva.
Sujeto23
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10
21 de septiembre de 2018
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La política del fin del mundo, como vemos en este film, es la más básica: individuo y comunidad.

Voy a centrar mi crítica exclusivamente en uno de los temas que más de fondo toca la película y al que casi nadie hace referencia.

(1ª)¿Coop emprendió el viaje para salvar a su familia o para salvar a la humanidad?

Es la pregunta que me rondó la cabeza durante el primer visionado. Acabó y no la supe responder. La he visto 3 veces más, y tampoco me atrevo a posicionarme.

La respuesta fácil es "a todos, fue para salvarlos a todos". Pero no me convence, demasiado simplista. Hagámosla de nuevo:

(1ª)¿Qué llama ardía en el interior de Coop con más fuerza, la de su familia o la de su especie? Me niego a autocomplacerme pensando que ambas eran iguales, o la misma.

Es una cuestión ideológica, y en la película se plasman ambas tendencias, pero no se decide por ninguna, y adopta una posición de neutralidad tremendamente respetuosa con el espectador, y es que me repatea cuando una peli se convierte en panfleto, en mi madre o en un cura, diciéndote qué hacer, como hacerlo, qué es correcto, etc. Las pelis partidistas no son más que una manipulación para venderte la postura del que está detrás. Y aquí no pasa eso, aquí se limitan a exponer las situaciones de manera objetiva. Las conclusiones son tuyas.

Y es llegado el final donde te puedes responder a la pregunta anterior, pero es respondiendo a esta otra:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Sujeto23
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8
11 de octubre de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 1997, el Instituto Nacional de Normas y Tecnología decidió realizar un concurso para escoger un nuevo algoritmo de cifrado capaz de proteger información sensible durante el siglo XXI. Este algoritmo se denominó Advanced Encryption Standard (AES). [Wikipedia] Básicamente este algoritmo coge un archivo de entrada, lo divide en bloques, y cifra estos bloques. Nos da como resultado un archivo con los mismos bloques, en el mismo orden, pero ya cifrado.

Pues ese mismo año, se estrenó Carretera Perdida, donde Lynch coge un guión/historia de Barry Gifford y le aplica su propio algortimo de encriptación. Divide la historia en bloques y los cifra. Hasta aquí igual que el algoritmo AES mencionado, pero es que Lynch va más allá, los bloques son de distintas longitudes y en el guión final no aparecen desordenados. Total, un barullo guapo guapo. Si lo tradujéramos a un algoritmo, podríamos llamarlo LYNCH, y sería el más potente del mundo, y es que poco más se puede hacer para enredar una historia.

A mí esto, per se, no me molesta, hay otras películas que lo hacen y me gustan. Eso sí, soy contrario a que cuando saltan los créditos no seas capaz de descifrarlo aunque sea de manera básica. Lynch no se gana el prestigio, nos enseña el canario, de una manera brillante, nos embauca. Después lo hace desaparecer, nos quedamos anonadados con él, pero ahí se queda. No hace reaparecer al canario. Tienes que ir a internet o verla otra vez, al menos, para formar la historia en tu cabeza.

Pero a parte de esta discrepancia, no menor, te queda un peliculón que te otorga un entretenimiento de primer nivel. Los que comentan que se aburrieron o que la quitaron en mitad, sinceramente, creo que iban predispuesto a odiarla. Es imposible aburrirse ante tan brillante película, que debajo del enredo tiene una película de cine negro/hitchcockniana macabra excelente. Si no fuera porque lo enmarrana todo con la tontería de no hacerla entendible, para mí sería de sobresaliente sobradísimamente.

Dejo en spoiler como me hubiera gustado que estuviese estructurada, de forma que si estás atento, en un solo visionado fuera medianamente entendible, y que en el final del primer visionado te quedara, a parte de las sensaciones viscerales que generan las escenas, una idea en la cabeza de la historia que se ha desarrollado en pantalla, pues porque más que digan Lynch o sus fans, sí hay una historia definida y perfectamente lógica, que muchos otros usuarios comentan en sus críticas. Si tienes una historia definida, que se entienda, no saltes con "no tiene por qué tener explicación/sentido" cuando sí lo tiene.
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Sujeto23
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9
7 de septiembre de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película que te deja todo para ti, tienes que pensarlo tú, pero no es un jeroglífico, es una incitación a la reflexión.

Fue terminar la película y formar súbitamente en mi cabeza el sentido de ésta. Un rápido vistazo a mi interior, y tenía algo que encajaba con lo mostrado en el film. ¿Era lo que se quería representar? ¿Hay algo más? ¿Mis pensamientos son válidos?

No es como 2001 o Mulholland Drive, donde aparentemente hay un mensaje, un perdida perdida que descubrir, y sientes que tienes que verla una y otra vez para terminar de formar un complejo puzzle. En 2001 resulta que no hay puzzle alguno, la película no es más que la literalidad de sus imágenes, describe lo que ves y la estarás explicando completamente. Y no hay tampoco mensaje detrás. Es un espectáculo visual alucinante y ya. Y en la de Lynch sí que hay puzzle, un montón de piececitas que tendrás que buscar y buscar y posteriormente encajar para descubrir la historia: no es nada del otro mundo. Estas dos películas dan la sensación de tener algo y por eso despiertan tantas pasiones y debates. "Te hacen pensar" dice la gente, y no, en realidad te hacen pensar que te hacen pensar. Que no es lo mismo. Y ahí es donde se diferencia Simón del desierto, Buñuel juega a otra cosa, como casi siempre, y te deja una historia que sabes que no tiene sentido, no hay piezas que encajar, y no hay un mensaje fijado que Luis quiera transmitir. Te planta un tío, y a su alrededor no sé cuántos siglos de historia, culturas, pasiones, fobias, etc, algo bastante objetivo, y ahí lo tienes, reflexiona, filosofa. ¿Qué te dice? ¿Qué conclusiones extraes?

Lo que extraigas es completamente válido. La película es una mera incitación.


La pena es que hoy en día no hay películas así, los autores parecen vacíos, incapaces de hacer pensar a la gente, así que se limitan a hacerte pensar para recomponer la historia que se quiere contar y que deliberadamente han roto en pedazos. "Esa peli está muy bien, no te lo da todo mascadito, tienes que pensar para seguir la historia." Absolutamente burdo. Es estúpido pedir al espectador un esfuerzo para descubrir quién ha sido el asesino, por poner un ejemplo, si quiero ejercitar la mente me pongo con un sudoku. Lo verdaderamente aplaudible es una peli como esta que a mí me ha advertido de no ser tan soberbio con respecto a épocas pasadas, pues todo el envoltorio tecnológico del que disponemos no nos hace menos burros que los que hacían estupideces por motivos religiosos hace unos siglos. Nosotros también las hacemos, otras, pero claro, actualmente no sabemos que somos estúpidos. Pero lo seremos para los siguientes estúpidos.
Sujeto23
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3
28 de agosto de 2018
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Demasiado larga, demasiada paja, pocos buenos momentos y mucho más superficial de lo que aparenta. Empieza con una forma medio reconocible, pero no tardará en romperse y en convertirse en multitud de trozos amorfos. Saltamos de un trozo a otro, si tratamos cada secuencia individualmente podemos sacar alguna estimulación de vez en cuando, algo hay. Podría ser una sucesión de cortos con los mismos personajes pero sin mucho que ver. Hasta el tramo final, donde empiezan a pegarse algunos pedazos, parece un intento de volver al feo jarrón del principio, pero nada, se nota mucho el pegamento, que deja mucha distancia entre las partes, y si la forma inicial no era muy atractiva, la final carece de todo interés. Destacar las partes de suspense y terror, lo más brillante sin dudas. De hecho, pienso que Lynch podría haber sido el Ford del terror si no hubiera tenido esa desacertada tendencia de tirar para lo onírico y los sueños. Porque seamos serios, no logra penetrar en el subconsciente, no hay esa estimulación de las partes blandas que debería haber, ni la técnica que usa es la acertada; él usa una técnica de terror, suspense, un discurso de lo paranormal, que ahoga cualquier sensación de ensoñación. Yo cambiaría lo de "surrealismo" por otro término más adecuado, pero no me voy a calentar la cabeza en pensar, así que podríamos denominar, provisionalmente, lynchismo. ¡Punto para David, tiene su propio -ismo!



Y ahora una especia de multirrespuesta a algunas cosas que se han expuesto en otras críticas:

Curioso cómo algunos que le dan un 10 escriben "expectador/es".

Otros te saltan con Velázquez o Bach. Estaría bueno, hasta ahí podríamos llegar. Comparar esta cosa con el trabajo de dos de los más grandes artistas de todos los tiempos es lo último que pensaba que podría leer. Tampoco esperaba la palabra "arte", sí aquello de "CINE" y tal.

Y para el que dice que con esta película se cose el ojo que rasga Buñuel en el perro andaluz: un poco más de respeto y criterio. Ese ojo lo cosió el propio Buñuel en la última escena de Ese oscuro objeto del deseo. Lynch ni le llega a los talones ni se mueve en la misma onda.

Y luego el avispao' que dice que "tú tienes que ir a por la obra y no la obra a por ti". Menuda falta de cultura, qué burro tan podrido es el cinéfilo loco. Un espécimen absurdo de bajísimo nivel, pero de altas ínfulas, que busca en las distinción la forma de verse lleno. El de "eso es una mierda (porque todo el mundo lo ha visto (es de éxito) y todos saben el nombre del director (el cabrón gana mucha pasta, y yo aquí sigo soñando con ser director gafapasta))". Que haya muchas sardinas en el planeta y que no sean excesivamente difíciles de pescar, lo cual hace que sea un producto accesible para mucha gente (relativamente barato), no las hace un producto de bajo nivel. Y es que una sardina bien hecha puede ser un plato fantástico. Que una película se entienda y no te duerma no la convierte en basura. ¡Qué dirían estos de Hitchcock si hubiese nacido en los 70 y dirigiera actualmente!

La obra tiene que ir a por ti, ahí está la función del artista: llegarte. Eso de que "tú tienes que ir a por la obra" lo han inventado los cinéfilos locos modernos, nunca en la historia del arte se ha tenido esa concepción. Y es un pensamiento bastante revelador que evidencia lo que dije en el párrafo anterior: el cinéfilo creído busca pelis raras, distinguidas, que nadie conozca o que digan no entender. Y hace un sobre-esfuerzo para que aquello le guste, por verle la gracia. Ponen la peli y en su mente van recalcando continuamente: "buena fotografía", "buena entonación del actor", "uy sí, qué buen encuadre", "ufff este ritmo tan lento cómo me está llegando", etc. Y luego a inventarse alguna tontería bien revestida para la crítica en esta página. Citas a Velázquez y a Bach, das a entender que si no le gusta a alguien es que no está a la altura y a dormir como nunca.

Yo soy un tipo de cinéfilo que muchas veces ve las pelis que buscan los cinéfilos creídos y sin ningún tipo de pretensión ni intención, unas me gustan, otras no, y otras regular. Ésta ha tocado regular, el otro día Mulholland Drive salió buena. Lo mismo en las pelis conocidas: unas me parecen buenas, otras malas y otras reguleras. Pero vamos, esta gente que toda película rara/no conocida le parece "maravillosa", "deliciosa", "estupenda", etc, no me parece de fiar, como un reloj que siempre marca la misma hora.

Y no digo que no entiendan de cine, sólo que tienen en la cabeza demasiada mugre ajena a la mera disciplina cinematográfica, que retuerce sus juicios y los hace tan esperpénticos.
Sujeto23
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