Poner esta película al mismo nivel de obras cinematográficas clave en la Historia del Cine como "Senderos de Gloria", "Amanecer", "El Apartamento" o "La Lista de Schindler" hace que se me revuelvan las tripas y vaya a buscar una farmacia de guardia sin saber bien qué coños pedirle al farmaceútico para que tal ardor de estómago sea sosegado.
Si Heath Ledger no hubiese fallecido, no nos encontraríamos inmersos en la vorágine de histeria colectiva positiva en torno a toda esta locura que se ha desatado con la susodicha peliculita de marras, sería un estreno más, rompiendo las taquillas en todo el mundo y con su 6 y pico de nota media como mucho y todos tan tranquilos, pero esto no, esto que está pasando es una falta de respeto al cine de verdad, ya sé que sobre gustos no hay nada escrito, pero ya va siendo hora que alguien escriba un puto libro al respecto porque los directores de marketing son capaces de vender a su madre si con ello pudieran seguir alimentándose tres días más aún a sabiendas que después iban a morir de manera segura.
Quizá la estrellita que le he puesto sea exagerada, pero más exagerado es el halo odioso y exacerbado que ha nacido alrededor de esta película, todo hecho con el fin de que los mandamases de la productora tengan mejores vistas en sus mansiones, poniendo como excusa la espectacular interpretación de una persona que falleció poco después del rodaje, utilizándola como conejillo de Indias y reclamo para crear una conciencia colectiva que roza lo absurdo, qué coños, no lo roza, lo traspasa y como resultado tenemos este Caballero Oscuro, víctima de una de las campañas publicitarias más falsas y bochornosas de ese arte que no es esto y que yo llamo Cine, saludos a todos.