Parece que el cine asiático de terror vive de las rentas y las glorias pasadas... Esta película no es más que un refrito de los motivos mil veces vistos antes. El guión es pésimo, tan lioso y carente de sentido que al final no recuerdas por qué están ocurriendo esas cosas en el tren. La banda sonora es inexistente y los actores no consiguen sacar adelante unos personajes planos y carentes de interés. Pero sin duda lo peor son los efectos especiales, concretamente en la escena que recrea el choque de los trenes...

Al menos la película entretiene, pero no le busques más sentido ni te molestes en intentar comprender una trama sin pies ni cabeza. Al menos parece que no habrá remake de esto...

Hasta ahora pensaba que Godzilla era la película más repetida en la parrilla de nuestras fabulosas televisiones privadas, pero le ha salido un rival, esta "The Haunting", que se ha convertido en una habitual de los fines de semana por la tarde. Me pregunto si queda aún algún español que no la haya visto siquiera una vez...

Ciertamente la película cumple con su cometido: entretiene, aunque para ello se sirva de sustos fáciles acompañados de los típicos subidones de volumen. Además, abusa demasiado, especialmente en su recta final, de los efectos especiales y éstos han envejecido bastante mal. La ambientación no es nada desdeñable (una maravilla la mansión donde se desarrolla la historia), pero la historia falla en su desarrollo y en sus personajes, resultando en su conjunto una película predecible e infantil. Sin duda es mucho mejor la versión en blanco y negro, que además es más fiel al libro.

Es una lástima que el guión y el personaje principal, la niñera angloindia, no hayan encontrado una realización más capaz, porque ciertamente de la historia pueden derivarse varios temas y reflexiones que en manos de algún otro director habrían dado mucho juego.

Por ejemplo, falta algo más de contexto cultural e histórico, pues al final del film la niñera, más que una mestiza desarraigada, parece una simple enferma mental, obsesionada con una familia que no es la suya (al más puro estilo "La mano que mece la cuna"). Por otro lado, se ha desaprovechado el lugar donde transcurre la película (escenarios urbanos y naturales).

En definitiva, una película con una historia más compleja de lo que parece, desaprovechada, con unos actores discretitos (Greta Scacchi no deja de ser una secundaria que poco puede lucirse) y una realización floja. Se deja ver.

Es curioso cómo una película puede parecer mucho más de lo que es gracias a la fotografía y la ambientación. Estos son sin duda los puntos fuertes de una cinta cuyo argumento se agota bastante rápido y parece que no va a poder cerrarse de forma decente. Y efectivamente, el giro final es un intento desesperado por levantar un argumento que ya no tenía mucho más recorrido. Por si no daba suficiente miedo que un señor trajeado matase sin más explicación usuarios de metro, para el director es necesario buscar una motivación que sorprenderá a algunos, fascinará a otros y cabreará al resto. Personalmente, el giro final me ha resultado facilón y bastante inverosímil. Al menos la película dura poco.

En resumen: parece una leyenda urbana de las que de vez en cuanto aparecen en Cuarto Milenio, pero en versión extendida y envuelta en una buena ambientación y fotografía.

Decepcionante película que se convierte en un quiero y no puedo. La ambientación y la fotografía están muy bien logradas, resultan asfixiantes y lóbregas, muy acordes al tema que trata la historia. Sin embargo, ésta falla en todo lo demás, especialmente en el ritmo: la película resulta muy lenta, dando vueltas de manera constante en torno a lo mismo, sin saber cómo avanzar para plantear el desenlace abruptamente y de manera superficial. Tal es el giro que el personaje de Emma Watson queda sin explicar y acaba convertida en una simple desequilibrada propia de una película de sobremesa de Antena 3.

Temas de tanto interés como la histeria y la sugestión colectivas, el uso del miedo, el fundamentalismo religioso, etc son desaprovechados y pasan de puntillas por un film que en su mayor parte es paja, aunque visual y formalmente dé el pego. En mi opinión, creo que películas como El bosque de Shyamalan (tan injustamente denostada por otra parte) plantean de una manera mucho más sutil, efectiva y sugerente temas muy similares.

Una pena que la vuelta de Amenábar sea con esta película que a las claras adolece de un guión al que hubiera hecho falta pulir mucho mejor.