Es algo de no creer. Ari Aster tiene 2 películas. Hereditay y Midsommar.

Hereditary supuso una sorpresa, fue la mejor experiencia que tuve en un cine tras largos años de decepciones. Esta extraña película mezcla de drama y suspenso derivaba a un terror que se metió en mi cabeza y me hizo en alguna ocasión apartar la mirada. Si bien algunas cosas se veían baratas y otras de la puesta en escena delataban a un autor novato, el resultado final fue convincente y no dudé en recomendarla.

Luego vino Midsommar. El arranque es sinceramente fenomenal. En pocos minutos el director muestra la crudeza de las relaciones afectivas, de los juicios de valor y la empatía entre los jóvenes de nuestra generación. ¿Los protagonistas son grupo de profesionales de las ciencias sociales? ¿psicóloga y antropólogos? !esta película será fascinante! pensé frotándome las manos. Supuse entonces, que estos protagonistas tendrían visión más profunda de las dinámicas humanas tanto en lo personal e introspectivo (psicóloga) como de las dinámicas y fenómenos culturales (antropólogos). Pues no. Eso solo sirve como justificación para que lleguen al lugar y para que traten de averiguar lo que pasa, luego el autor se dedica a tratarlos como personas huecas, ambiciosas, individualistas y pedantes todo el tiempo, despojándolos de cualquier rastro de humanidad.

Pienso que en una película los personajes pueden representar un concepto pero para ello, no necesitas desligarlos de su humanidad ni simplificarlos. Un elemento (el egoísmo, por ejemplo) puede ser una característica distintiva de un personaje, pero no la única. Aster los simplifica y eso es justo lo que no hace una buena película.

Luego vienen los problemas de la veracidad con la que se abordan ciertas situaciones, que si alguien haría esto o aquello en tal o cual situación. Bueno eso la verdad no me trasnocha demasiado, aunque si una película resulta coherente, mejor. Podemos conceder algunas licencias sobre comportamientos (sobre todo en el género de terror) porque hace parte de la idiosincrasia del género y porque lo que importa es si la película se toma esas licencias para llevar la historia a un punto argumental propositivo e interesante. Pues no. Eso aquí no sucede.

Finalmente la película es aburrida, predecible, la sentí larga y vacía. Honestamente la novedad sobre "el terror durante el día" con la que te vendían la película, al menos para mí, no existió. En scream 1 y 2 el asesino atacaba durante el día también y aunque eso hacía efectivo el hecho de que los personajes (y espectadores) se sintieran amenazados bajo pleno sol, la película no hacía alarde de ello. No parece justo comparar scream con midsommar porque es esencia son dos propuestas diferentes, pero la comparación sobre su efecto (inquietar a plena luz de sol) es válida porque se trata de transmitir algo independiente del subgénero.

Finalmente no me sentí impresionado por las supuestas postales que muchos han querido ver en las imágenes que contiene la película. No me pareció que hubo hermosas composiciones de planos o juego con las luces. Lo único que destaco es la forma en que estaban diseñadas algunas construcciones del culto con geometrías caprichosas que trasmiten mal rollo.

Increíble historia intimista bajo la metáfora de un viaje espacial.
Qué se parece más a nuestra mente que el espacio estelar? Un lugar cuyos límites son desconocidos, con más oscuridades que luces, más misterios que verdades y más miedos que certezas.

Tiene buenos elementos, pero a la película le falta alma. Al final no te cala a pesar que intenta por momentos ser siniestra y terrorífica. Se ha quedado en la memoría cinéfila como una muestra de terror "bien hecho" pero a pesar de que a leguas se notaba que esa era la intención del director me parece que faltó mucho más. Hay mucha atención al detalle en la imagen pero no en la historia de fondo que termina evitando posibles lecturas de mayor profundidad. Así termina quedando como una denuncia de la paranoia religiosa y los estragos en la institución familiar. Otra falta imperdonable es que contaba con los elementos a nivel visual, sonoro y actoral (Todo lo que un director desea) para generar terror pero fracasa justamente por culpa de falta de talento para lograrlo. No compone bien el suspense y menos el terror entonces el impacto llega por el lado dramático que es el menos siniestro de la historia y por las acciones grotescas que no nos engañemos, es un recurso barato que busca el impacto. Así que la sensación final es la de un postre con todos los ingredientes que te gustan, pero que no te supo muy bien.

Coincido plenamente con otro usuario de este foro. En primer lugar no entiendo por qué todos actúan como si estuvieran drogados, hablan lento, pausado y están tristes absolutamente todo el metraje.
Honestamente Shyamalan es malo dirigiendo actores y Bruce Willis no cuenta con demasiados registros con los cuales solventar al personaje que le corresponde en esta ocasión. Por lo cual se limita a hacer lo mismo que en la previa "sexto sentido".
En el sexto sentido podría ser mas creíble esto de los personajes en slowmotion, sin embargo la energía de Toni Collete y su chispa escénica equilibraba un poco el conjunto, aquí el reparto no hace muy bien su tarea. Todos demasiado contenidos, excesivamente, ...ridículamente diría, y para mí, es el gran lastre que tiene la película. (la escena del abrazo de Willis y su esposa en la cama es lo mas artificial y soso que ví, totalmente acartonado)

Si haces el esfuerzo de no salirte de la película en los momentos mas cutres de las actuaciones vas a encontrar una historia muy bien narrada. Aquí el director nos complace con lo que mejor sabe hacer. Dosificar la información y mantenernos interesados sobre los futuros acontecimientos, que se suceden de forma un poco arbitraria pero es cine y hay que aceptar que aunque para muchos pueda ser nefasto, este director tiene estilo para narrar sus historias.
Si perdonas la dirección de actores tan artificial y te dejas llevar por la historia, sin duda disfrutaras de esta película.

Los años le han sentado muy bien a Matilda, la película de Danny DeVito mantiene su frescura y encanto. Nos narra un relato simple y los detalles del mencionado humor negro solo esconden una realidad terrible. Así como lo han hecho películas mas recientes y desde diferentes perspectivas: El laberinto del Fauno y Coraline por mencionar algunas, esta película nos narra en un tono infantil y lleno magia la historia de las pérdidas, de la soledad de los niños frente al abandono paternal, del maltrato infantil y el uso del recurso de la imaginación como salvaguarda para sobreponerse a estas realidades.
Matilda es increiblemente entretenida, los niños adoran la película, los adultos a pesar de lo directo del mensaje también podrán disfrutarla por que el guión avanza de un instante cargado de acción y emociones al siguiente sin parar. No le pediría una crítica social mas ácida ni unos personajes mas complejos porque en ningún momento la película se propone a reflexiones mas allá del mensaje y del disfrute. Una excelente propuesta con divertidos gags, escenas llenas de tensión, de magia, algunas un poco dulces y el conjunto resulta agradable. Recomendada.