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Críticas de Luis Guillermo Cardona
Críticas 3,333
Críticas ordenadas por utilidad
8
20 de julio de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde los tiempos del virreinato, en México se conocía como sierra a una montaña que, de manera aislada, se eleva sobre un terreno llano. Lo que, en tiempos más recientes, se conoce como La Malinche y el Nevado de Toluca, originalmente se llamaban Sierra de Tlaxcala y Sierra de Tolocan respectivamente. Como, Sierra Negra, se conoce a un estratovolcán muy antiguo –ahora extinto- ubicado entre los municipios de Chalchicomula y Atzitzintla cubierto por un bosque subtropical donde habita una gran variedad de fauna (lagartijas espinosas, coyotes, venados, búhos…)

En la llamada Brecha de Sierra Negra, transcurrirá parte de la historia de, <<EL CAMINO DE LOS ESPANTOS>>, la última película en la que aparecieran juntos los inolvidables comediantes, Viruta y Capulina, quienes, a partir de entonces decidieron partir cobijas ante ciertas diferencias que tuvieron con sus shows televisivos. Pero, éste título, cierra con broche de oro una colaboración de más de treinta películas (35 para ser exactos), con las cuales le ofrecieron a Latinoamérica y otras partes del mundo, ese humor blanco que encantaba a los pequeños, regocijaba a los adolescentes, y hacía pasar amenos ratos también a los mayores.

Dirigida por Gilberto Martínez Solares, la película cuenta de nuevo con ese gran talento que fuera, Roberto Gómez Bolaños, como autor del guion; y en una eficaz entremezcla de comedia y terror, se nos cuenta la historia de un grupo de personas que, a la espera del tren en una estación, se les informa que éste tardará ¡entre 6 y 7 días en llegar!, debido a que el puente que hay a cierta distancia se cayó como consecuencia del invierno. Para su “suerte”, en esos momentos llega un camión cuyos dos ocupantes (¿adivinen quiénes son?), al no poder recoger la alfalfa que esperaban, se ofrecerán a llevarlos, ¡siempre y cuando paguen lo que ellos piden y estén dispuestos a viajar como ganado! Y, por supuesto, Viruta se asegurará de que, las dos guapas chicas que hay entre el grupo, viajen gratis y se sienten a su lado.

La historia nos guarda una que otra sorpresa y nuestros “héroes” van a verse enfrentados a una serie de terroríficos y muy astutos “fantasmas”, mientras enamoran a Adelita y a Valentina, las dos guapas muchachas que viajan junto a ellos. En el grupo estará también un capitán de la policía que carga con un “peligroso” reo al que conduce a prisión; y una familia de padre diminuto, madre gorda y su “niño” de ¡21 años! Entre todos ellos, nos harán pasar un rato francamente divertido.

Martínez Solares, logra ofrecernos una eficiente ambientación y unos trucajes bastante ingeniosos, y la trama tiene bastante ritmo y elementos sorpresa, asegurando así que nuestro ánimo no decaiga ni un segundo. Es posible encontrar muy buenos apuntes en los diálogos; y el reparto fue cuidadosamente seleccionado como para que, cada quien, hiciera lo suyo como corresponde.

Llama la atención la presencia de la bella cantante española Salomé (n. María Rosa Marco), quien dos años después, co-ganaría el Festival de Eurovisión con su canción, “Vivo cantando”; y también es grato ver en el rol de, “el niño”, a un actor que a veces firmaba como Arturo Rossen, pero, quien es ¡nada menos que Arturo Ripstein!, el director que ya había debutado con “Tiempo de morir”, y quien pronto se convertiría en uno de los nombres más representativos de México. Por aquella época, era común verlo como actor secundario en títulos juveniles como, “Dile que la quiero”, “Los Novios de mis Hijas” o “Mariana”.

En fin, que lo que hemos visto es una película que nos trae gratos recuerdos, y con la que hemos vuelto a pasar un rato divertido en la eterna y muy grata compañía de los por siempre recordados, Viruta y Capulina.
Luis Guillermo Cardona
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7
19 de julio de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comedia en cuatro actos, escrita en 1895, “La Gaviota” (Chaika), es una de las obras teatrales más apreciadas del escritor ruso, Antón Chéjov. La historia comienza en el jardín de la hacienda de un personaje llamado Sorin, donde al fondo se advierte un hermoso lago en el que se está terminando un improvisado escenario. Otro personaje llamado Medvedenko, se encuentra con Mascha y le pregunta:
-¿Por qué va usted siempre vestida de negro?
A lo que ella responde:
-Llevo luto por mi vida. Soy desgraciada.
Y después de otro comentario de Medvedenko quien no entiende por qué es infeliz, ella responde:
-El dinero no es todo! ¡También un pobre puede ser feliz!

Comienza así una profunda y sensible penetración en el alma de los artistas, en la que cada uno de los personajes desgarra su ser interior… y entonces podremos comprender que el tener un nombre ampliamente reconocido, el haber publicado o estado en los escenarios durante cierto tiempo, no son cosas que aseguren la felicidad, pues, a fin de cuentas, el artista es otro ser humano con altas y bajas, talentos y debilidades, potenciales y carencias… y su vida quizás sea más compleja porque, el mundo le supone un ser completamente feliz y él, muchas veces, juega a parecerlo aunque se esté quebrando por dentro.

Esta versión que ha realizado el director italiano, Marco Bellocchio, conserva lo esencial de la obra original, pero se asemeja también a la adaptación cinematográfica que realizara Sidney Lumet, en especial en el trasfondo dramático y trágico que, sin demasiado acierto, osara asumir el director estadounidense. No obstante, la posición resulta tan realista como la que, por su parte, propone el escritor ruso, y hay que decir que, Bellocchio, maneja con más dinámica los hilos narrativos, los diálogos y la ambientación. Pero, a diferencia de Lumet, quien cuenta con un reparto de alta categoría, Bellocchio infortunadamente, no atina totalmente con la selección de su reparto.

Con todo, esa múltiple historia de amor donde cada quien siente pasión por quien, en definitiva, no le ama; y ese querer ser, sin poder ser lo que en el fondo de su alma cada uno anhela, da como resultado un valioso despliegue de emociones y el alma de los artistas queda al desnudo liberada de toda suerte de pretensiones.

El guion escrito por Sandro Petraglia, Stefano Rulli, Lu’ Leone y el propio Belloccchio, apunta sobre todo, a actualizar los diálogos y a ajustarse a las actuales localizaciones, pero, la trama sigue transcurriendo en Rusia en una época donde el teatro era tenido en la más alta estima.

En el reparto sobresalen, Laura Betti, una veteranísima actriz que ya había estado con Bellocchio en, “Nel Nome del Padre” y en, “Sbatti il mostro in prima pagina”, quien, como Irina, impone un fuerte carácter que dará mucho que hacer a los que la rodean. Giulio Brogi (actor muy apreciado por los hermanos Taviani), resulta muy llamativo como Trigorin y el suyo será un carácter en el que muchos artistas podrán verse claramente reflejados; y Pamela Villoresi, actriz a quien recordamos por “Vizi privati Pubbliche virtù” de Miklós Jancsó, resulta muy cálida en su rol de Nina, la joven que, como una gaviota, anhela la libertad.

<<LA GAVIOTA>>, resulta muy digna de verse… pero no se pierdan la ocasión de leer la obra de Antón Chéjov.
Luis Guillermo Cardona
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8
29 de junio de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando uno compraba un LP o un CD de algún cantante o de cierto tipo de música, eran muy, pero muy pocos los casos en que podía sentir que le gustaban todos los temas. Por lo general, mi gusto se simplificaba así: Uno o dos excelentes *** Dos o tres buenos ** Alguno pasable * y el resto olvidables -. Por esta razón, siempre señalaba los listados de las carátulas con los punticos que me merecía cada tema, para así, oír únicamente lo que me interesaba. Algo así me pasa con los musicales llevados al cine, y por eso, ¡me encanta que ahora podamos verlos en formato digital! ya que así uno adelanta, sin remordimiento alguno, los temas que le resultan aburridos o latosos.

<<CAMELOT>>, tampoco fue la excepción y, sobre todo en la primera hora, tiene algunos temas que te ponen a punto de presionar la tecla de apagado, pero, si se tiene un poco de paciencia, la llegada de, Lancelot du Lac, calentará el ambiente, y más si uno sabe que, el romance entre Franco Nero y Vanessa Redgrave (Guenevere) fue al mismo tiempo cinematográfico y en la vida real… ella siendo igualmente infiel a su pareja (el director Tony Richardson).

La leyenda de, El Rey Arturo y los Caballeros de la Mesa Redonda, parte esta vez de la obra, “Camelot”, que escribieran los celebrados, Alan Jay Lerner y Frederick Loewe, y éstos se habían basado en la historia, “The Once and Future King” de T.H. White, quien a su vez adaptaba la obra de Thomas Malory, “La Mort d’Arthur”, la cual se inspiró en leyendas inglesas y francesas.

Lo interesante de la película que, con fortuna y riesgo dirigiera, Joshua Logan, es que recrea sin tapujos el triángulo amoroso entre el rey, la esposa y el caballero, y esto, ¡claro!, le merecería los inevitables resquemores de los dogmáticos que consideran que la figura de un rey es intocable, pues, “hay que mantenerla inmaculada”.

En lo personal, lo que hace Logan me encanta, porque veo a un rey más humano que al común de los reyes; y veo a una, Guenevere, con más carácter y criterios de libertad que el grueso de las reinas... y por supuesto, esto no favorecía la imagen de Arthur, pero, ¡por qué diablos a un rey hay que pintarlo perfecto si éstos nunca lo han sido! El cuento con Merlín también luce muy bien al mostrarlo como una suerte de Guía Espiritual, y en su presencia, Logan consigue plasmar una significativas asociaciones que rozan con lo onírico; y entre otras cosas, el proceso por el que pasa el joven Lancelot, de lo divino a lo terrenal, también se maneja con mucha credibilidad.

En fin que, el filme está muy cuidado a todos los niveles: El diseño de producción es de óptima calidad y recrea la época magníficamente. El vestuario y la utilería resultan muy precisos… y los temas de fondo de, Alfred Newman, dan un romántico (y a veces festivo) toque a las imágenes. En resumen, visual y auditivamente el filme es una delicia… y sumado a todo esto, las interpretaciones de Richard Harris, Vanessa Redgrave, Franco Nero, Lionel Jeffries, David Hemmings, y otros, son del más alto profesionalismo y, aunque hubiésemos preferido un cierre de la historia con más riesgo y osadía, al salir uno siente que estuvo viendo la película de un verdadero profesional.
Luis Guillermo Cardona
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9
7 de junio de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
“De todo tenía la culpa el amo de la tierra, aquel don Salvador que de seguro ardía en los infiernos. ¡Ah, ladrón!... ¡Y cómo había perdido a toda una familia! ¡Válgame Dios, y cómo se pierde una casa! (…) ¡Tan bueno que era el pobre tío Barret! ¡Si levantara la cabeza y viera sus hijas! (…) Ya sabían en la huerta que el pobre padre había muerto en el presidio de Ceuta hacía dos años”….

Fue, en 1898, que el escritor naturalista español, Vicente Blasco Ibáñez, publicó su relevante y pasional novela, “La Barraca”, una historia de terribles injusticias pagadas con una de esas venganzas que hacen historia, inspirada en hechos ocurridos años atrás en la huerta valenciana, la cual me recuerda la posterior y también sorprendente novela de Marcel Pagnol, “El Manantial de las Colinas” (1963), que fuera llevada al cine, primero por él mismo y luego por Claude Berri.

Exiliada en México tras el estallido de la Guerra Civil Española, Libertad Blasco Ibáñez -quien tenía tres años cuando su padre escribió, “La Barraca”-, fue, ahora, quien se encargó de la fiel adaptación de la novela a guion cinematográfico, contando con la colaboración de Abel Velilla Sarasola y Tito Davison.

Conservando el costumbrismo de la época, muy bien plasmado en la novela de Blasco Ibáñez, la historia es un fiel reflejo de las difíciles condiciones en las que vive la gente del campo; de los obstáculos que la burocracia y los gamonales imponen a su afán de sobrevivir; e inevitablemente, alude a ese fatalismo que, a veces, se preserva como un estigma imborrable… pero, también vemos reflejado el amor por la familia y la consagración al trabajo; la ferviente lucha por la sobrevivencia; una insólita, y quizás extrema manera, con la que la gente decide cobrarse una imperdonable infamia… y otra vez queda comprobado que, cuando alguien se deleita en hacer daño y termina ensañándose con los humildes, hasta los hombres más pacíficos terminan volviéndose fieros.

Queriendo imprimir autenticidad a la película, el director Roberto Gavaldón, se hizo con un reparto en el que aparecen numerosos actores españoles: Anita Blanch (Teresa), José Baviera (Pimentó), Luana Alcañiz (Pepeta), Amparo Morillo (Roseta), y otros. También algunos técnicos eran españoles… y hasta algunas palabras en valenciano utilizadas por Blasco Ibáñez, se conservaron en los diálogos.

Me parece muy plausible que la película no generaliza mostrando a un sector de los buenos y a otro de los malos, lo que siempre luce irreal, y en forma fidedigna refleja que, en ambos bandos hay gente que se extravía o tiene momentos en que es insensata… y otra que sabe por dónde andar, aunque no siempre acierte.

El celebrado actor mexicano, Domingo Soler -un hombre que casi pasó su vida entera en los estudios cinematográficos- hace una vigorosa interpretación del gitano Batiste Borrull y, <<LA BARRACA>>, al final nos hace sentir que hemos estado ante otro valioso clásico del cine mexicano.
Luis Guillermo Cardona
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7
1 de junio de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El veredicto de los historiadores franceses del siglo XX, ha sido unánime: Pierre-Esprit Radisson, fue un traidor a la causa francesa. Como era de esperarse, dicha sentencia llevó a que los canadienses-franceses llegaran a la misma conclusión. Pero, no piensan lo mismo los ingleses quienes afirman que, si el territorio (1.230.000 Kms2 que envuelve a Hudson’s Bay) ha pasado a sus manos, es una consecuencia histórica coherente con el hecho de que fue un inglés, Henry Hudson, quién la descubrió y por eso lleva su nombre. Incluso, el río que exploró en 1609, también lleva su apellido.

Pero, bueno, ésta rivalidad entre imperios que ya han aprendido a aceptarla “partiendo” a Canadá en dos, no es lo que más nos interesa en este caso, sino el personaje a quien la historia conoce más por los escritos que legara sobre sus viajes, expediciones y aventuras, que por lo que otros hayan escrito sobre él.

Aunque nacido en Francia, en un lugar que nadie ha precisado, Radisson emigró a Canadá siendo apenas un adolescente. Cuenta, él mismo, que mientras cazaba aves con unos amigos, fue capturado por un grupo de indígenas Mohawk, quienes lo trataron con gran benevolencia… y al notar el interés que demostraba por su idioma y su cultura, decidieron adoptarlo. Gran parte de su vida, la pasaría Radisson entre las tribus indígenas… y cuando ya estaba convertido en un coereur-des-bois (comerciante independiente que viajaba por Nueva Francia y Norteamérica intercambiando pieles por otros artículos), labor con la que viviría entre 1658 y 1684... es cuando comienza la llamativa historia que, con guion de Lamar Trotti, va a contarnos el director, Irving Pichel, en, <<EL RENEGADO>>.

Contada en versión muy libre, en aras de crear los elementos dramáticos y los toques de comedia que la hicieran atractiva al público, la historia de éste hombre, cuyo apellido lo llevan varias ciudades, una calle y hasta una estación del metro en Montreal, hace que sea un personaje digno de admirar, primero, por su visión consecuente con los nativos a quienes defendió hasta la muerte y bien pudo ser esa la razón por la que prefirió que fueran influenciados por los ingleses en vez de los franceses. También, porque se le conoció como un hombre que jamás traicionaba su palabra y por eso resultaba de gran confiabilidad… y finalmente, por su visión progresista de la vida y de la sociedad, lo que lo llevó a ser uno de los exploradores que ya tienen un lugar en la historia.

Sin escatimar cierta crítica social, la película resulta muy entretenida y aleccionadora, y el actor Paul Muni (quien ya había representado excelentemente a Pasteur, Zola y Juárez), suma a su historial otro biopic que demuestra su enorme capacidad para las caracterizaciones más diversas. Laird Cregar, hace una muy buena segunda como Gooseberry; y la linda, Gene Tierney, tiene aquí su segundo rol como la joven que tendrá que esperar mucho tiempo y unas cuántas desventuras… antes de tener derecho a los encantos del amor.

En definitiva, creo que <<EL RENEGADO>>, es una película muy digna de verse.
Luis Guillermo Cardona
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