Me parecen maravillosas las críticas que he leído. No hay mucho que añadir, excepto sentimientos personales. Puedo recordar, como el niño protagonista de la película, que en los difíciles años del paso de la infancia a la adolescencia, "Qué verde era mi valle", vista en tele blanco y negro, me servía para descargar todas las emociones que no me atrevía a revelar ante mis padres (bastante represivos, por cierto). Ver esta película (o, más que verla, "vivirla") me ayudaba a procesar todos los sentimientos escondidos que bullían en un alma que apenas empezaba a relacionarse con la vida. Esa es la comunión que encuentro con el joven protagonista. Y, al mismo tiempo, el embeleso de tanta belleza humana expresada en el film, y de la grandeza de todos sus actores para dotar a cada personaje de la justa cuota de realidad que encarnaban en su momento, y que podemos seguir reconociendo aun en nuestros días. La película resiste el inexorable paso del tiempo porque, más allá de lo anecdótico, nos muestra la vida misma. Y lo que es más maravilloso aún, nos muestra los sentimientos, las fantasías, los sueños, los ideales, que todos, todos, transitamos en nuestras vidas... sea en el siglo XIX o en el XXI. Hay algo que los hace perdurables: la agobiante explotación de la sociedad capitalista sigue siendo la misma, y actúa en el mismo sentido depredador de la naturaleza humana, libre y creativa, que aspira a realizarse en una sociedad superadora, sin cadenas de explotación y opresión que la sometan a las peores humillaciones. Rescatar esa esencia liberadora entre tanta oscuridad, es el más grande logro de esta película. Todo el que la haya visto (como yo lo hice alrededor de mis 12 años), no la olvidará en su vida. Y para los que no la vieron: NO SE LA PIERDAN. Es un bálsamo para el espíritu y un regocijo para todos los amantes del buen cine.

La he visto hoy recién por segunda vez. La primera fue cerca de su estreno, en una tele blanco y negro. Debo decir que el color me defraudó. Añoré esos grises que tan bien iban con los sentimientos...
Es conmovedora. Es una película de amor. De amor no realizado. Lo expresan todos los personajes. Las añoranzas de Whale por aquel joven camarada de la Gran Guerra. Y ese beso final de la incomparable Lynn Redgrave, antes de devolver a Whale a la piscina.
También es el amor del joven jardinero, que sí se realiza en su mujer y su hijo, con toda la aportación de aquel amor que le dejó grabada para siempre la imagen del monstruo del que cualquiera quiere huir, y no todos son capaces de hacerlo.
¡Qué final tan bello, tan poético, tan sublime! Qué gran acto de amor es el camino de la vida de un Brendan Fraser con una interpretación que se agradece.
De Ian McKellen, nada que decir: no hay palabras que puedan describir lo que este actor transmite.
La película en su conjunto, con todos los rubros que involucra, tal como bien nos lo cuenta el propio protagonista, es a la vez una caricia y una puñalada para el alma.
Es cálida y humana. Y habla de sentimientos primarios de todo humano: la necesidad de contar con alguien leal y honesto ante quien desnudarnos. Un buen amigo al que poder narrarle ese desgarrador sentimiento: "Supongo que me amaba"...

Un ensueño envolvente
Escribo respondiendo al incentivo del crítico MrRipley, que expresa con toda justicia lo llamativo de la escasa repercusión de esta maravillosa película, incluso en un sitio como FA.
Es una película extraña y llena de magia, envuelta todo el tiempo por un clima de misterio que atrapa a los espectadores, desde el primer minuto, así como esa casa atrapa al protagonista desde que atraviesa su puerta.
Como se ha dicho, se destaca la interpretación de Agnes Moorehead; pero siempre ha sido Susan Hayward una actriz que me ha cautivado en cada una de sus interpretaciones: hasta la más modesta de ellas me resulta magistral, me conmueve; nunca dejó de transmitirme integralmente al personaje que encarna. Y esta no es la excepción. Por eso (y no sólo por los obvios méritos del guión y de la dirección) resulta tan real el enamoramiento que provoca en el personaje de Cummings.
Es tanta la fuerza que transmiten las imágenes de esta película, que la hacen imborrable para quien la haya visto.
En mi caso, la vi por única vez en el primer televisor blanco y negro del hogar de mis padres, afortunadamente en idioma original, excelentemente subtitulada, hace ya 45 años. Y jamás pude olvidarla, así como jamás pude volver a verla, precisamente porque inexplicablemente no es fácil encontrarla ni se la emite en canales o ciclos especializados en cine de la época.
Como ejemplo de esa huella imborrable, diré que pese a esos 45 años transcurridos, tengo en la retina la imagen de aquella supuesta joven Juliana, sentada junto a su supuesto poeta amado, en un típico sillón de jardín veneciano; y conservo todavía en mis oídos un brevísimo diálogo entre ellos, de concentrada emoción, de concentrado amor, de concentrada magia:
Hayward: "Why do you love me?"
Cummings: "Because your name is Juliana"
Todo dicho.
Gracias MrRipley. Y me sumo a la recomendación del texto completo reproducido por el sitio:
http://www.pasadizo.com/index.php/component/peliculas/?view=peliculas&id=1794&type=critica

No caben más que aplausos para este director que ha abordado con tanto amor (no lisonja) la figura de esta incomparable artista chilena que es uno de los puntos de referencia más valiosos, inquebrantables e inolvidables para cualquier latinoamericano, en particular los que, como yo, entramos en la juventud en la década de 1970.
Por supuesto, como siempre ocurre con este tipo de abordajes biográficos, todos podemos extrañar que no se haya profundizado más en "equis" aspecto, o que no se haya abordado otro, o que no se haya dado mayor protagonismo a otros personajes de su entorno, como su hermano Nicanor (el "antipoeta", que le dedicara el maravilloso "Defensa de Violeta", aquel extenso reconocimiento que empezaba "Dulce vecina de la verde selva...")...
Pero lo sobresaliente de esta película es la INMENSA capacidad con que transmite la personalidad de la artista. Y ni qué decir de la elección de Francisca Gavilán: por momentos, nos parece estar viendo un documental, y nos hace tocar a Violeta con las manos.
¡Gracias Francisca Gavilán! (¿será sólo casualidad su apellido?), tu mirada, tu voz y tu pelo nos han devuelto toda la magia de Violeta.
Sé que no aporto gran cosa con esta crítica. Pero, como escribo poco, quise aportar unas líneas como otra forma de destacar la profunda belleza de este film.

Dudé al poner la calificación... ¿la podía equiparar con Amarcord, Grupo de Familia, Rocco y sus hermanos...? Sin dudas, no. Pero podía decir que no era EXCELENTE: tampoco!!! Y ahí va el 10 entonces.
Tomo varios argumentos de los más críticos: Muchos dicen que ésta supera el Vol. 1 porque hay más diálogos y menos violencia; y tantos otros dicen que se queda detrás, porque es más lenta y tiene menos acción, etcétera.
Pero...
como puede observarse fácilmente de estos comentarios, de allí surge la maestría de ambas (pese a que, por mi gusto personal le he puesto un 7 a la primera y un 10 a la segunda).
Quiere decir que todo el que vio Kill Bill vol. 1, quedó ansioso de ver Kill Bill vol. 2... ¡y lo hizo!
¿De cuántas películas que han calificado con baja nota pueden decir lo mismo? En general, cuando vemos un bodrio o una peli que sólo salpica sangre sinsentido, no nos tomamos la molestia de ver si la segunda parte mejora... ¿no hay una contradicción en estos argumentos de los detractores?
Por mi parte, digo que me entretuvo, me fascinó la actuación de todo el elenco (incluyendo los escasos minutos de Esteban - Michael Parks). La música, excelente.
La trama deja abiertos una cantidad de personajes que posibiliten la continuidad: ¿cómo será la vida de Daryll Hannah ciega?, ¿cómo se habrá criado la hija de Beatrix, cuando seguramente han tenido que estar atentas a la posibilidad de ser blancos de venganzas varias?, ¿la hija del personaje de Vivica A. Fox, encontrará a Beatrix para vengar a su madre?... ¿habrán sido realmente letales los cinco golpes de Pai Mei?
Si una peli nos deja con el deseo de que no deje de realizarse su tercera parte (en el 2014, creo; ojalá tengamos vida para verla)... bueno, amigos ¿ante qué estamos, sino ante una película EXCELENTE!!!!
Por último, coincido con quienes ven tramos que son un verdadero homenaje a Sergio Leone, y me extraña que nadie haya mencionado la inspiración del inigualable TAKESHI KITANO, por quien Tarantino ha proclamado abiertamente su admiración.
Creo que en este desenvolvimiento desde el vol. 1 hasta el 2 (y esperando ansiosos lo que se viene) estamos esencialmente ante una historia de amor (en varios planos), que entretiene de verdad, plagada de acción y de actuaciones impecables, y con ingredientes inverosímiles, como también corresponde a la magia del cine cuando sabe narrar una historia que nos atrape en la butaca.
¡A DISFRUTARLA... Y QUE SE VENGA LA TERCERA!!!!