Estupenda continuación, tan imaginativa como la primera, aunque un poco menos sorprendente. La dirección sigue siendo fantástica y los diálogos entretenidos, aunque, en general, el guión es algo más blando. La pena es el malote, que flojea y no da la talla. Muy chula.

Se aparta discretamente de las historias de asesinos a sueldo al uso. Entretenida y original, se ve de un tirón. ¡Cuidado, los taxistas llevan un lobo dentro! Al final, Cruise no deja propina.

Película impresionante. Tres historias mezcladas y cocinadas a fuego rápido, y sin condimentos. Iñárritu destila al mejor Tarantino y le aporta un toque personalísimo. Difícil apartar la mirada de la pantalla, aun en las escenas más crudas.

Nunca entendí cómo Lynch pudo enfangarse de ese modo. Esta broma, que no tiene gracia, está realizada sin gusto, y el guión sólo recoge las simplezas del libro de Herbert. El trabajo de actores es pésimo. Únicamente se salvan algunos efectos especiales, estupendos para la época, y detalles estéticos puntuales. La puesta en escena está a años luz de otras obras del director, y la narración a eones del original.

Inquietante, original y desconcertante película de terror japonés. El ritmo pausado y los detalles a pie de página requieren una atención nada habitual en este tipo de cine. El final es en caída libre y nos deja sin aliento.