Interesante el panorama que pinta la desesperación: un oficinista que gastará todos sus recursos con tal de rumbear su vida y encontrarle un sentido a cada segundo que se termina día tras día; la explicación del psiquiatra es que el prota se encuentra demasiado saludable. Profesionales aparte, la creciente angustia de nuestro héroe no hace más que aumentar hasta que comienza a intervenir en grupos de autoayuda emocional buscando una solución que de por acabada su depresión.

Lo anteriormente dicho genera una antesala de dolor para un hombre que va perdiendo cada vez más la cordura, en un mundo donde todo comienza a parecerse "una copia de una copia" (cualquier parecido con nuestro mundo actual es pura coincidencia), un mundo perfecto para volver a las raíces más instintivas de lo humano. El móvil que lo lleva a determinadas dosis de desaogo, son los anteriormente citados grupos de contención, en donde deberá elegir dentro de la gama de "ofertas" hasta toparse con una mujer que por momentos será su cable a tierra. Todo esto no es suficiente para alcanzar la sanidad. Aparece Tyler.

Un personaje extraño, transgresor, solitario, arrogante, muy astuto y que luce casi como modelo Calvin Klein. Para más Inri, sabe determinadas cosas, lo más peligroso: cómo "curar" a nuestro protagonista.

A partir de ahí, todo es más dolor: comienza el club de la pelea, un medio para rescatar y conectarse con el sentido de la vida mediante cantidades ingentes de violencia. Entre round y round, Tyler explica su filosofía la cual no hace más que fascinar por completo a un prota del que ni siquiera se sabe el nombre, o por lo menos el nombre completo.

Sigo. Tyler encuentra una casa abandonada; funciona la electricidad, también puede darse baños, puede instalar su empresa clandestina, la cosa no puede ir mejor hasta que te enteras que esa mini industria es sustentada por cantidades ingentes de grasa humana, robada de clínicas en las cuales se practica lipoaspiración y las sobras son vertidas fuera de ellas, que lástima que Tyler y compañia se encuentran cerca. Con una fuente de adiposidad medianamente estable, por las dudas se trabaja también de mozo "sirviendo", a la causa. No nos engañemos. Basta ver la amenaza.

Según Jack el Club de la Pelea se desvirtúa. Según Tyler evoluciona. Según Jack hay que alejarse del dolor, según Tyler hay que enfrentarlo, superarlo. Tyler es cada vez más independiente de todo lo que existe, Jack cada vez le sigue más los pasos, por lo menos para entender todo mejor. Ese es el problema. Hay otro problema para ambos: son la misma persona.