No es una película, realmente, sino un especial de televisión como bien se ha descrito en el título. Entonces nuestro papel es juzgarlo como tal y no como una película. Diría que es bueno que los fans de la saga lo vean, porque ellos lo entenderán mejor. Pero el caso es que el poco Star Wars que aparece en el especial de TV se corresponde perfectamente a la manera de actuar del Imperio Galáctico con los civiles y de los deseos de Vader de buscar un cazarrecompensas que se revela a lo largo de la franquicia. Pero lo que vale oro en este especial no es solo eso, sino los momentos memorables que te hacen reír de los ridículos que son. El humor es intencional a veces, otras no está muy claro, pero eso es precisamente lo que lo hizo especialmente gracioso para mí. En serio, te lo pasas muy bien. Aunque si lo vas a estar mirando con desagrado porque está mal producido, no lo vas a disfrutar. Yo no valoro la producción, valoro el buen momento que me dio cuando lo vi. Para mí es remarcable la actuación estelar de Harvey Korman en sus gags cómicos y de Bea Arthur con la canción Goodnight, but not goodbye.