La madre traumatizada de un chico no menos misterioso y afectado por la manera de manejar a la famila por parte de su padre homofóbico y reprimdo forman parte de los secundarios. Por cierto gran actuación de reparto por parte de Chris Cooper como ese Infante de Marina retirado que terminará por asesinar al protagonista. Y hablando del protagonista, vaya interpretación que se mandó Kevin Spacey como ese hombre de 42 años que pasa por una crisis respecto a su vida familiar y autoestima. Esto último hace que se sienta prescindible en su familia por culpa de los otros dos miembros: la hija (una mezcla de rebeldía y estrafalaria) y la madre (espectacular Anette Bening) tan insoportable, desequilibrada y que se ve arrastrada también por la crisis de su marido. Producto de lo descrito, el protagonista se siente atraído por la chica de la portada de la película, que es otro personaje que cumple un rol pequeño pero vertebral como la amiga fanfarrona de la hija de los protagonistas (nada que decir, hombre casado con una mujer que lo mandonea, en crisis en su relación como padre y despedido de su trabajo; esto es, un perdedor con todas sus letras) y empezará su etapa andropaúsica por así llamarlo. Se ejercita y comienza a consumir drogas.

Para concluir con esta narración-análisis, cada mundo de estos personajes que están atiborrados de complejos (a lo Little Miss Sunshine), es expuesto en su vida cotidiana y el pesimismo hábil de la película no clarifica si estos son superados, excepto el protagonista que tiene una limpieza de conciencia al final al enterarse que su chica deseada es virgen y no es lo que ella quería aparentar ya que toda esa soltura en el coqueteo como una experta seductora son ensombrecidos por nerviosismo e inocencia. Pese al flashback de recapacitacion del protagonista,no tendrá la chance de renovar su vida al ser asesinado como anticipé tras una nueva malinterpretación, esta vez la del padre Infante de Marina al creer que existe una relación homosexual entre su hijo y el protagonista, dando esto lugar a una "salida del closet" inesperada por parte del Infante y así añadiendo una mera apariencia más a la película.

La ambición es el móvil de la película como ya anticipé y el protagonista la usa en demasía llegando a descuidar a su menor hijo quien se volvió sordo por una explosión accidental en una torre durante la explotación de petróleo. Nuestro antagonista (Paul Dano) es un pastor corrupto que entretiene al pequeño pueblo con sus sermones un tanto exagerados como buen religioso charlatán. Precisamente Daneil Plainview, el protagonista, llega al pueblo por un trato con el pastor quien solo piensa en hacer dinero para su iglesia. Pero se topará con un Plainview tan corrupto y sagaz como él. Por eso es importante en el nudo de la cinta la extensión de terreno que un dueño le niega a Plainview y al pastor explotar, Confidencialmente el dueño acuerda con Plainview que lo dejará explotar subrepticiamente con perforaciones subterráneas si se confiesa y se hace un hombre de Dios. El pastor lo confiesa casi humillándolo (aquí se nota la rivalidad de ambos). Pero tras la muerte del dueño vendría el pago con la misma moneda de Plainview. El pastor acude para hacer trato por el terreno ahora fenecido el dueño y el protagonista aceptará solo si él afirma que es un falso porfeta y reniega de Dios. Así lo hace, pero es ese momento cuando le revela que ya está explotando petróleo sin torre alguna ("Ï drink your milkshake").

Y sí, por lo antiguo de la película el final es un poco desconcertante. Es una escena importante el de la huida del protagonista con la hija de Mrs Robinson luego de casarse apresuradamente en la iglesia a escondidas, pero es algo poco verosímil y un tanto absurdo. Pero en fin, es el guión, y a pesar de esto es muy bueno.