La vida vista desde los ojos de un personaje con muy poco cerebro y mucho corazón. Una lección de humanidad para un mundo despiadado.

Ayer volví a ver la película por la tele y me volví a descojonar más de una vez. Eso tiene mucho mérito para una película que ya has visto más de dos veces. Puede que este tipo de humor tan directo y a veces zafio no sea del agrado de algunas personas pero permitidme que os diga que si alguno de los "gags" de ésta película no consiguen haceros soltar alguna carcajada quizás deberíais considerar la posibilidad de que o bién estais pasando por una depresión profunda o es que sencillamente os considerais demasiado "intelectuales" para relajaros ante éste tipo de humor tan simple.
La película es una parodia de las cintas de desastres que tanto estuvieron de moda en los años 70 tipo "aeropuerto" y fue el principio de un género de humor absurdo y que encadena los "gags" uno detrás de otro sin parar.

Esta serie era la perfecta exposición del refrán Los que se pelean se desean. Eran muy divertidos los dialogos y la relación entre la otra pareja de "feos" de la oficina añadía mucha salsa a la serie.

Una de las mejores interpretaciones de Gary Oldman, un guión excelente en una película en la que te ves arrastrado por la desesperación del personaje en la medida en que se le van cerrando las puertas. Hay una frase que me dejó hipnotizado: Por eso nos da miedo el amor, no podemos poseerlo, nos posee él a nosotros.

¿Quién sino Rambo, un tio que con un machete con cámara porta aguja de coser incorporada lo mismo se fabrica un abrigo con una lona vieja, se da unos puntos en un brazo herido o se fabrica trampas mortales, podría ser el padre cinematográfico de McGuiver?
Ahora en serio el personaje de Rambo es una mezcla de tipo sensible (llora cuando habla con el coronel Truman por teléfono) sociópata (viaja siguiendo una carretera secundaria a pie evitando interactuar con la gente) y zumbado ex-combatiente del Vietnam. Sería interesante hacer un estudio sociológico para averiguar porque tantos jóvenes se identificaron con él y lo imitaron convirtiéndose en un icono. No deja de ser un rebelde en la línea de James Dean solo que él es un tio duro de pelar y no un moña acomplejado. Rambo representa el poder del individuo enfrentado a una sociedad, reflejada primero por el sheriff y luego por el ejército, que te quiere hacer pasar por el tubo ya sea por las buenas o por las malas.